La situación de la minería moderna tiene su origen con el Decreto 21060, que en 1985 transformó de manera radical la estructura del sector minero en Bolivia. La Corporación Minera de Bolivia (Comibol), que por 30 años había mantenido el monopolio de la minería en el país, entraba en crisis, por varias razones: la caída de los precios del estaño a nivel internacional, el modelo político estatal frente a las corrientes neoliberales a nivel mundial, la burocracia en el interior de Comibol.
Las ganancias de la Comibol, según el folleto Gestión de Recursos No Renovables, del Cedib, no se reinvirtieron en tecnología o en la modernización de Comibol, sino en el pago de la deuda externa, el sostenimiento del Presupuesto General de la Nación, el sostenimiento de alta burocracia en Comibol y otros.
La Comibol sostuvo durante muchos años la bonanza ficticia de los gobierno de facto, sin que se realizaran inversiones en tecnología ni se invirtiera en exploración, hasta que llegaron los 80 con la caída de los precios del estaño.
El 21060 descentralizó la Comibol en cuatro subsidiarias: Norte, Sud, Este y Oeste, además de las fundiciones de Vinto y Karachipampa, y se dispuso la “relocalización” de 20 mil mineros.
Comibol continuó trabajando en unos pocos yacimientos hasta que en 1997 el Código Minero estipuló que la empresa se convierta en administradora de contratos de riesgo compartido y concesiones.
El decreto 21060, la Ley de Inversiones y el Código Minero son las reformas más importantes que transforman completamente la estructura de la minería en Bolivia, en un proceso que va desde un modelo estatista hacia la completa liberación de la minería. Hoy en día, la explotación y comercialización minera está completamente en manos de la iniciativa privada. El subsector con mayor índice de producción es la minería mediana, que aglutina a las grandes empresas con alta tecnología, seguida de cerca por la minería cooperativizada, que además de una alta producción aporta con el 90 por ciento de los empleos en minería, pero de una manera bastante precaria e informal.
Cimientos
Los recursos naturales no renovables (minerales e hidrocarburos) se han constituido a través de la historia, desde la Colonia hasta nuestros días, en el pilar fundamental de la economía nacional, y que ha definido los patrones de desarrollo interno.
Capitales privados extranjeros y cooperativas
Desde que se inició el nuevo modelo económico con el Decreto 21060 de 1985, la minería en Bolivia tuvo dos características centrales:
a) El predominio del capital privado, actualmente extranjero en la producción y exportaciones mineras.
b) La fuerte presencia de cooperativas mineras, que absorbieron el costo social del desempleo.(Kirsten Francescone y Vladimir Díaz, en Petropress)
4 SECTORES
El Decreto Supremo 21060 de 1985 descentralizó la Comibol en cuatro subsidiarias: norte, sud, este y oeste, mientras que el Código Minero de 1997, determinó que Comibol se convierta en administradora de contratos de riesgo compartido y concesiones. Su futuro está en entredicho a la espera de un nuevo Código Minero.
20 MIL
trabajadores fueron "relocalizados" con el Decreto Supremo 21060 de 1985 de los centros mineros nacionalizados y que hasta entonces dependían de la Comibol. Se abrió así la era neoliberal en la minería boliviana dando protagonismo a las empresas privadas con capital extranjero y a las cooperativas.
La experiencia de Comibol
La nacionalización de las minas fue acompañada por la creación de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), convertida desde el principio en una de las empresas mieras más grandes del mundo si se tiene en cuenta que entre 1950 y 1954, el 96 por ciento de las exportaciones de Bolivia eran minerales, se comprenderá que de la suerte de Comibol dependía el futuro de la Revolución Nacional.
Es obvio que de los problemas estructurales del país, como el de la ocupación, sólo podían ser resueltos si Comibol, como empresa estratégica, generaba excedentes y utilidades. Por el contrario, la demagogia y el nacimiento de una corrupta burocracia, insensible y satisface, precipitaron la liquidación de la minería nacionalizada y la quiebra de Comibol.
Los errores estratégicos de Comibol fueron acompañados de desfalcos y malversaciones (…). Con el correr del tiempo, casi todas las minas de Comibol arrojaron pérdidas (...). Comibol sufrió la interferencia del MNR, que ordenaba contratar empleados innecesarios (...).
Víctor Paz y la dirección del MNR carecieron de la visión nacional que se necesitaba para potenciar Comibol y defenderla con eficacia, austeridad y honradez era una tarea posible y necesaria.
Víctor Paz en su cuarta presidencia (1985-1989) aplicó las medidas de ajuste estructural dictadas por el FMI, las que, profundizadas por GSL (Gonzalo Sánchez de Lozada), culminaron la liquidación de todas las empresas estratégicas del Estado.
(Fragmento: La derrota de la Revolución Nacional engrendró al "gonismo", de Andrés Soliz Rada).
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