Karachipampa operará desde fines de 2013

El Complejo Metalúrgico Karachipampa (CMK) ya cuenta con el turboexpansor para su planta de oxígeno, lo que permitirá a la empresa operar a su máxima capacidad en un plazo de tres meses. Para la reparación de este equipo se invirtieron $us 13.850.

Así lo informó ayer a La Razón el gerente general del CMK, Francisco Infantes. El viernes, el equipo fue mostrado a la prensa en su embalaje. De esta muestra participó el ministro de Minería y Metalurgia, Mario Virreira. “En principio vamos a hacer un proceso de enganche de las operaciones del turboexpansor de la planta de oxígeno, y posteriormente se hará un proceso de normalización de las operaciones mismas de la planta, con el encendido del horno Kivcet, y eso estamos previendo que sea en tres meses; es un plazo que nos estamos dando para tratar de normalizar todas las operaciones”, explicó el gerente del CMK.

El 27 de marzo de este año, este diario informó que Karachipampa estaba paralizada por una falla en el turboexpansor de la planta de oxígeno, el cual fue enviado a reparar para iniciar de manera oficial el calentamiento del horno Kivcet en tres semanas y operar desde junio.

Recursos. Infantes resaltó que los $us 13.850 para la reparación del equipo provinieron de los trabajadores de la empresa, puesto que cada uno sacrificó dos días de haber. En dicho complejo hay 240 obreros, quienes en el tiempo que estuvo paralizada la planta se dedicaron al mantenimiento de la misma y a la limpieza de tuberías y cañerías, tomando en cuenta que la infraestructura data de hace 30 años, dijo.

El turboexpansor es una pieza clave que hace funcionar la planta de oxígeno que provee de este elemento químico al horno Kivcet para que funcione y produzca plomo y plata en lingotes con calidad del 99,88%. El horno fue encendido por primera vez el 2 de enero de este año. Del acto participó el presidente Evo Morales.

A través de un fideicomiso, en octubre de 2012, el Banco Central de Bolivia (BCB) entregó al CMK $us 50 millones para la compra de concentrados de mineral que alimenten el horno Kivcet, cuya capacidad de procesar es de 51.000 toneladas al año.