La minería boliviana, en manos de las cooperativas y la los medianos, predominantemente, se encuentra en un agudo estado de estancamiento en su producción con poca exploración que aumente las reservas, según se desprende de las estadísticas del Instituto Fraser, que ubicó al país en un reciente informe, en el puesto 153 de 181 naciones analizadas. Comparativamente, según el experto de la Fundación Pazos Kanki, Henry Oporto, uno de los aspectos que desincentiva la inversión es la aplicación de impuestos que en Bolivia son del 50 por ciento a diferencia de Argentina y Chile (35 por ciento) y Perú (34.1 por ciento).
Según dijo, “en Bolivia existen recursos mineros pero desde el siglo XX no se han desplegado capacidades para desarrollar nuevos yacimientos”. En el estudio “Los dilemas de la Minería” del cual es coautor, Oporto identifica cinco problemas que habrían rezagado el sector frente a los países del continente. Cita la publicación, “la posición de reservas, el clima de negocios existente en Bolivia, la excesiva presión tributaria, la bajas inversiones y la política errática y anti-empresarial” del actual régimen.
Las mayores inversiones en los últimos años provienen del proyecto de San Cristóbal que ha comenzado a declinar las mismas por la ejecución de su programa inversor, asimismo San Vicente y San Bartolomé. La inversión registrada en el sector el 2011 se situó en apenas en $us 42 millones. El Perú fijó inversión por $us 1.100 millones que representa el 5 por ciento de las inversiones totales estimadas para esa nación vecina señaladas en $us 21 mil millones. Un aspecto que prueba estas afirmaciones es que Bolivia no aparece en el mapa mundial de inversiones mineras en exploración, según el reporte del Instituto Fraser.
PROBLEMAS
Oporto señaló que a los factores antes señalados se suma también la ausencia de legalidad y la seguridad jurídica. Del conjunto de sectores privados que operan en este rubro (cooperativas y la Comibol) la minería mediana se muestra como “el eslabón más débil lo que achica su espacio en la economía nacional”, sostuvo Oporto. La minería cooperativizada pasó del 30.7 por ciento de participación en el 2011 al 50.3 por ciento de la producción de minerales, equivalente a en términos absolutos de $us 208 millones a $us 1.946.6 millones. Entre tanto, según sus propios datos, la Comibol bajó su producción en 34 por ciento sobre las cifras nacionales el 2011, en razón a los precios y su baja productividad.
En sus conclusiones Oporto evidenció que la Comibol genera nueve veces menos en valor en comparación que la minería mediana, pero es 3.6 veces que las cooperativas. En la minería mediana se genera valor 36 veces más que en las cooperativas. Un ejemplo de ello es la mina de Colquiri que entre julio y diciembre del 2012 registró utilidades netas negativas de 430 por ciento mientras que sus costos laborales crecieron en más del 100 por ciento.
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