martes, 21 de enero de 2025

Hong Zhang Durandal: “Bolivia todavía no ha perdido el tren del litio; estamos a tiempo”

 El ingeniero boliviano, Hong Zhang, que radica en EEUU, ha participado en múltiples proyectos de energías renovables alrededor del mundo y pondera que Bolivia tenga recursos como el litio, que puede hacer del país un jugador importante en la fabricación de baterías. A mediados de año lanzará su libro ‘Power’, en el que relata sus experiencias de éxito en el mundo de la energía.

¿Por qué consideras al litio como un factor fundamental en el mundo de la energía?

Es importante porque cambia el formato energético del mundo y puede cambiar el de Bolivia. Este mineral ayuda a almacenar la energía, cosa que en el pasado, no más de 20 años, la energía se producía en un instante en las plantas de gas, de diésel, de carbón, las hidroeléctricas, y tenía que consumirse instantáneamente.

Entonces, el litio cambia el juego porque se puede utilizar para almacenar la energía de la red eléctrica, en carros eléctricos o en la suministración de energía distribuida por todo el país. Entonces, eso cambia totalmente cómo nosotros pensamos en el sistema energético y cómo han sido los monopolios y demás que se han desarrollado.

En mi libro les cuento un poco cómo yo veo ese cambio en Estados Unidos, en Latinoamérica y el mundo, y cómo este cambio es tan importante para romper el mercado de generación, distribución y de consumo.

¿Qué oportunidades existen para Bolivia con el litio?

Hay muchas. Por ejemplo, estamos vendiendo cómo el mineral se está industrializando en China o Rusia, pero Bolivia está cometiendo el mismo error que se cometió con el estaño, y que se está cometiendo con el oro o la plata.

Bolivia tiene el potencial y yo creo que uno es la industrialización para poder hacer baterías de celda y tener transferencia de tecnología. Por ejemplo, Brasil es un país que está apuntando a la fabricación de autos eléctricos. También Perú está importando autos chinos en gran cantidad con el nuevo puerto de Chancay y creo que ahí también hay una gran oportunidad de poder llevar esas baterías por el puerto a otros mercados.

La manufactura del litio genera mucho empleo, servicios y se puede crear un mercado interno para poder reforzar las redes eléctricas, para el transporte, como lo están haciendo algunos países con sus flotas de buses.

¿Cuál sería el modelo de negocio del litio que se adaptaría a Bolivia?

En primer lugar, transferencia de tecnología; luego una alianza estratégica a largo plazo con otros países como Australia, Estados Unidos, Chile, Argentina, para ver cómo lo está haciendo. Se tiene que incentivar a las personas que puedan invertir, en vez de tener una gasolinera puedes tener una electrolinera y, también el gobierno, brindar ayuda para poder empezar a cambiar de los combustibles a autos eléctricos.

¿El litio puede ser una transición a otras tecnologías, como el hidrógeno verde que se está hablando ahora?

Al hidrógeno, obviamente le falta mucha inversión y mucho tiempo para poder madurar. Sí va a ser el futuro, pero para llegar a eso se necesita poder aprovechar los recursos renovables y, a la vez, seguir explorando nuevos campos de gas natural para diversificar la matriz energética.

Entonces, el litio es como un puente para el futuro. Creo que Bolivia todavía no ha perdido ese tren, estamos un poquito tarde, pero es importante que los políticos y también las asociaciones de empresarios se den cuenta que esto no se lo puede hacer solo.

El gobierno, el actual y los futuros, tienen que darse cuenta que es algo que tienen que tomar acción ahora. Si Bolivia entraba (al mercado) hace cinco años, los cofres estarían llenos de dólares estarían. Pero bueno, todavía hay oportunidad para avanzar en el mercado y tener una tajada.

Yo creo que es importante poder atraer la competencia y el mercado libre, porque de esa manera tú creas eficiencias y una competencia sana para poder tener el mejor proyecto al mejor costo.

Háblame un poco del libro. ¿Cuál es el enfoque?

Lo terminé hace un mes. Ahora está en las últimas revisiones y la edición. Está en inglés, se llama Power, Fuerza, y se basa en la fuerza de los bolivianos, esa fuerza que me ha acompañado no solo en Bolivia, sino también en Estados Unidos, en Europa, en Chile, Colombia, en muchos países donde he trabajado, y poder encontrar esa fuerza en los pueblos, y poder hacer megaproyectos.

Relato cómo mis raíces bolivianas me han llevado a poder ser exitoso en el campo energético. Destaco también a las personas y mentores que pude conocer a lo largo de mi educación y de mi trabajo. Hay una anécdota que quiero que la lean, pasó en Chile, donde no se podía entrar durante la pandemia, pero entré con un camión de papas y lideré un proyecto exitoso.


viernes, 17 de enero de 2025

La minería tuvo un incremento del 26% durante el tercer trimestre del 2024

 El viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Marcelo Ballesteros, informó que para el tercer trimestre del 2024, la producción de minerales  tradicionales presentó un incremento del 26%, respecto al mismo periodo de 2023, según el reporte de medios estatales.

“La minería, uno de los pilares fundamentales de nuestra economía nacional, continúa siendo un motor crucial para el desarrollo de Bolivia. En el tercer trimestre de 2024 la producción de minerales tradicionales como zinc, estaño, plata, antimonio, plomo, wólfram, cobre, ulexita, bismuto y hierro presentó un incremento general del 26%, en comparación con el mismo periodo de 2023, en términos de cantidad producida”, informó la autoridad.

Ballesteros agregó que el crecimiento en producción no solo refleja el dinamismo inherente del sector minero, sino también el impacto positivo de las estrategias implementadas y las acciones ejecutadas por el Gobierno nacional.

En términos de valor, el incremento de la producción de los minerales tradicionales registró un aumento del 16% en lo económico, lo que representa en valor de producción un adicional de $us 391,72 millones, en comparación con el mismo periodo de 2023.

“Este logro no solo reafirma el papel estratégico de la minería como un importante generador de divisas para el país, sino que también refleja el impacto favorable de la recuperación en las cotizaciones de algunos metales en los mercados internacionales”, manifestó.

Agregó que el comportamiento del oro durante este periodo mostró una tendencia opuesta. En la comparación interanual del tercer trimestre, la producción de oro experimentó una reducción del -44%, atribuida a una combinación de factores, incluyendo las condiciones adversas que afectan la actividad minera y las fluctuaciones en la comercialización de este metal.

También indicó que la contracción en la producción tuvo un impacto notable en el valor generado por el oro, con una disminución del -34%.

“Al ampliar el análisis hacia el comportamiento observado durante el primer semestre de 2024, se puede anticipar que la tendencia de reducción en cantidad y valor de la producción de oro se atenúe parcialmente al considerar el desempeño acumulado de los cuatro trimestres en la comparación interanual entre las gestiones 2023 y 2024”, puntualizó.

Según Ballesteros, durante el tercer trimestre de la gestión 2024, los departamentos de Potosí, La Paz y Oruro representaron más del 87,6% del valor de producción nacional.


Club de Ginebra CDG observa contrato de litio entre el Estado y Uranium One Group

 A través de una misiva dirigida a Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores, y Omar Yujra, presidente de la Cámara de Diputados, el Club de Ginebra (CDG) realizó una serie de observaciones al contrato suscrito entre la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la empresa rusa Uranium One Group.

El Club de Ginebra, asociación con sede en Suiza, señaló que el contrato compromete a Bolivia hasta por lo menos el año 2047, no presenta beneficios para Bolivia y la mantiene como proveedora de materia prima.

“El contrato de asociación, en el que YLB participa de manera nominal con el 51%, no prevé distribución de utilidades. Con otros tres contratos, que serían suscritos sin la participación de la ALP, forma parte del ‘paquete’ de contratos presentado a la ALP”, dice la nota del Club de Ginebra.

El documento agregó que lo suscrito entre el Estado y la empresa rusa “generaría una deuda de por lo menos $us 976 millones” y la obligación de reembolsar costos recuperables con ingresos económicos netos para YLB de monto incierto definido por Uranium. 

“YLB no tiene control ni dirección, en incumplimiento de la Constitución Política del Estado (CPE), sobre aspectos esenciales de los contratos. Solo aporta con la provisión de salmuera que contiene litio y otros minerales sin que el país se beneficie de transferencia de conocimiento, experiencia, tecnología, desarrollo industrial o de patentes de propiedad intelectual de tecnología EDL”, dice la nota del Club de Ginebra.

La asociación también indicó que tampoco hay beneficios en la formación de científicos, profesionales y técnicos para incursionar en mercados internacionales de la cadena industrial de litio.

“Bolivia desperdicia la oportunidad de construir capacidades institucionales con participación pública y privada nacional para conducir proyectos y negocios de rango internacional y ser actor importante en la industria mundial del litio”.

Finalmente, el Club de Ginebra consideró que se debe examinar en profundidad este “contrato de asociación” y la pertinencia de su aprobación, más aun considerando la próxima realización de elecciones nacionales en el país. 

“Por el contrato de asociación accidental, Uranium se compromete a financiar y construir una planta de carbonato de litio con tecnología EDL por un monto de $us 976 millones, monto preliminar que podrá ser ajustado en función a cambios futuros en factores económicos y/o políticos externos. Al término de su vigencia de 30 meses y una vez construida la planta, la asociación es disuelta de manera automática”.


martes, 14 de enero de 2025

Litio: Contrato YLB y Uranium One Grupo, pone más en riesgo al Estado, según Milenio

 El 11 de septiembre de 2024, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) suscribió un Contrato de Asociación Accidental con la empresa rusa Uranium One Group (UOG), sucursal en Bolivia de la estatal rusa Uranium One Group, para el desarrollo de una planta de extracción y la carbonatación de litio en el salar de Uyuni (Potosí).

Para la implementación del contrato, YLB y UOG acuerdan suscribir varios otros contratos: i) dos de transferencia de la titularidad de la planta piloto de extracción directa de litio y de la planta de carbonato de litio (el primero con la construcción de las fases 1 y 2, y el segundo con una nueva ampliación de la planta; ii) uno de operación y mantenimiento de la planta, por un plazo de 20 años; iii) otro contrato de compra-venta de carbonato de litio a precio de mercado en favor de UOG, de manera preferente; iv) otro de conciliación entre YLB y UOG sobre los costos recuperables, esto es, de “todos los costos incurridos y reportados por Uranium, incluyendo actividades, equipos, materiales, estudios complementarios, estudios de factibilidad y obras.”

La UOG deberá construir la planta de extracción de litio, con una capacidad de producción de 14.000 toneladas/año de carbonato de litio, grado batería, que se alcanzaría en tres fases, hasta el año 2028, comenzando con una producción inicial de 1.000 tn/año.

El contrato prevé una inversión referencial total de $us 975,8 millones, en las tres fases: La participación en la asociación accidental es: YLB con el 51%; y UOG con el 49%.

La empresa nacional debe aportar las salmueras, el acceso al área del contrato, la documentación técnica y otros estudios geológicos y ambientales; el aporte de la empresa rusa será en capital financiero, tecnología EDL, mano de obra, uso de propiedad intelectual, conocimientos técnicos, y otros recursos necesarios para el desarrollo del proyecto.

Las observaciones

Según la Fundación Milenio, la asociación conformada por YLB y UOG encaja en la tipología legal de asociación accidental que prevé el Código de Comercio. En la práctica, sin embargo, “puede ser muchas cosas, pero no precisamente una asociación accidental, por las siguientes razones”.

1. El objetivo específico del contrato firmado por YLB y UOG se circunscribe a la construcción de una planta de extracción directa de litio y producción de carbonato de litio, en el tiempo de 18 meses. El contrato señala que la construcción se ejecutará en tres fases, en al menos tres años, pero ya para entonces la asociación accidental finaliza. Lo que queda en la penumbra es quién tendrá la responsabilidad de concluir la construcción de la planta.

2. La continuidad del proyecto de producción de carbonato de litio y su comercialización queda condicionada a la suscripción de nuevos contratos. Ahora bien, la transferencia de la titularidad de la planta (se entiende que de UOG a YLB) es insólita porque implica que YLB, a pesar de tener una participación mayoritaria en la sociedad, no sería propietaria de la planta construida. UOG construirá la planta, pero para hacerse cargo de su operación y mantenimiento, deberá firmar otro contrato. Además, la compañía rusa, mediante otro contrato, adquirirá el derecho de comprar y comercializar el litio que ella misma produciría. “Llama la atención que YLB se obliga a firmar un contrato adicional para acordar los costos recuperables, o sea la inversión efectuada por UOG en la construcción de la planta, las labores exploratorias y estudios adicionales”, criticaron desde Milenio.

3. Que YLB se obligue a devolverle a UOG los gastos incurridos en la construcción de la planta, significa, en realidad, que la inversión se efectúa por cuenta de la empresa boliviana y no del inversionista ruso, como cabría esperar, puesto que éste a fin de cuentas recuperará su inversión. Esto desnaturaliza el concepto y la práctica habitual de una asociación accidental, que, si bien tiene carácter temporal y un objeto definido, lo esencial en esta clase de contratos es que los socios aportan la parte de recursos que les toca (sea en especie o en dinero), pero sin que ello suponga que uno de ellos se convierte en deudor del otro.

4. En los términos del contrato firmado, y en la medida en que YLB asume la obligación de devolverle a UOG la inversión realizada, evidentemente es la estatal boliviana la que termina asumiendo el riesgo financiero de la inversión, mientras que la empresa rusa estaría exenta de riesgo (o se atenuaría mucho) al asegurarse la devolución de los gastos incurridos en el proyecto.

5. Tan cierto es esto que, si bien el contrato de asociación accidental señala la obligación de las partes de firmar los otros contratos, no existe una garantía plena de que, por ejemplo, UOG se hará cargo de operar la planta construida, puesto que ello está sujeto a un nuevo contrato, que, se entiende, ya no será de asociación accidental sino de prestación de servicios.


El contrabando y la Ley del oro ahogan exportaciones auríferas que caen un 72,3%

 El brillo de las exportaciones de oro se apaga en el país. Datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) demuestran que el valor de las ventas externas del metal cayó hasta un 72%. Esta situación se da en un contexto de precios altos, pero que ha favorecido al país. Esta caída obedece, según especialistas consultados, a la actual Ley del Oro.

El exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), José Gabriel Espinoza, explicó que esta norma obliga a los exportadores a vender al BCB una cantidad de oro equivalente a la que desean exportar. Implementada en noviembre de 2023, esta normativa, provocó una fuerte caída en las exportaciones y un incremento del contrabando, sostiene Espinoza.

Entre enero y noviembre de 2024, las exportaciones de oro alcanzaron $us 667,6 millones, lo que representa una disminución significativa en comparación con los $us 2.408,2 millones de 2023.

Antes de esta ley, Bolivia exportaba en promedio 4 toneladas de oro al mes, pero ahora vende entre 1 o 2 toneladas. Pero, según Espinoza, parte de ese oro era producto del contrabando desde países como Perú, Colombia o incluso Venezuela, que se internó al país debido a la flexibilidad del régimen tributario boliviano.

La Ley 1503 establece la obligatoriedad del “certificado de exportación de oro”. Ahora, cualquier exportador debe vender al Banco Central una cantidad equivalente al oro que desea exportar.

Para el especialista, esta exigencia genera un colapso del comercio legal de oro y ha incentivado el contrabando hacia Perú, un país que reportó un incremento en sus exportaciones de oro en 2023.

“Ahora, esos dólares llegan directamente al Banco Central, que ya no los redistribuye al sector privado. Esto genera una crisis en los importadores y en toda la economía privada”, explicó Espinoza.

La producción de oro en Bolivia está mayoritariamente en manos de cooperativas mineras, un sector que Espinoza describe como “altamente informal”. Éstas explotan las regiones del norte de La Paz y partes de Beni. Pero la Ley del Oro eliminó los incentivos para que estas cooperativas vendan su producción localmente.

A pesar de que el Banco Central reportó la compra de 14,5 toneladas de oro en 2023, Espinoza señala que las reservas del país cayeron significativamente. En 2023, Bolivia contaba con 42,5 toneladas de oro en sus reservas; ahora, esa cifra se redujo a 22,5 toneladas.

El problema, según el especialista, es que el oro adquirido por el BCB no se utiliza para inversión ni para fortalecer la economía, sino para cubrir gastos corrientes, como la compra de combustible y el pago de deudas.

“El gobierno está dispuesto a extraer recursos de todos los sectores: exportadores, importadores, el sistema financiero y hasta las cooperativas informales. Esto no solo afecta a los productores de oro, sino que debilita toda la economía”, afirmó.

No hay registro

Héctor Córdova, expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), sostuvo que la producción de oro no ha disminuido, pero gran parte no se registra en el país porque es extraída de contrabando hacia países vecinos como Perú y Chile.

Ante falta de divisas los productores prefieren vender su oro fuera del país, donde reciben el pago en dólares, a pesar de los impuestos más elevados.

Esto provoca que los beneficios fiscales, terminen favoreciendo a otros países.

“En años anteriores, el oro peruano ingresaba a Bolivia para ser registrado como producción local por los bajos impuestos. Pero ante la falta de dólares en Bolivia, los peruanos prefieren quedarse en su país, pese a los altos costos fiscales”, explicó Héctor Córdova.

Otro factor es la adquisición de oro por el BCB. Durante 2023, el ente emisor compró 14 toneladas de oro para incrementar las reservas internacionales. No obstante, esta cifra es menor a las 54 toneladas producidas en 2022, lo que evidencia un significativo subregistro en las estadísticas oficiales.

Córdova destacó la urgencia de implementar medidas estructurales para cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, lo cual desincentivaría el contrabando

Asimismo, sugirió políticas que garanticen una mayor disponibilidad de divisas en el país, permitiendo que el oro contribuya al erario público.

Actualmente, la contribución del sector aurífero al Estado es mínima, porque las regalías apenas representan entre el 1,5 % y el 2,5 % del valor del oro, y no existen impuestos adicionales sobre esta actividad. Un 96% de las Reseras Internacionales Netas (RIN) es encuentran en oro, especialistas cuestionan al BCB por la caída de las reservas en divisas

 Un 96% de las Reseras Internacionales Netas (RIN) es encuentran en oro, especialistas cuestionan al BCB por la caída de las reservas en divisas

Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, dijo que esta situación responde a una combinación de factores que incluyen restricciones legales, contrabando y debilidades estructurales en la economía minera del país.

Explicó que la normativa limita las exportaciones de oro y aunque busca regular el mercado, esta medida también ha restringido los ingresos por exportaciones, afectando tanto al Estado como al sector privado.

Romero calificó la situación como “preocupante y riesgosa” y enfatizó que el nuevo gobierno que venga en 2025 deberá priorizar la creación de un modelo económico que permita aprovechar el auge del precio del oro de manera sostenible.

Pero para el economista Martin Moreira, la “Ley del Oro” ha permitido al Banco Central de Bolivia (BCB) recuperar 14,38 toneladas de oro en 2024, un resultado que supera con creces las siete toneladas exportadas por las 1.100 cooperativas auríferas autorizadas en el país.

“Pero esto no debe ser motivo de complacencia, sino el punto de partida para implementar reformas estructurales que aseguren que los recursos naturales de Bolivia beneficien plenamente al país y a su población”, dijo

Subrayó que, aunque la Ley del Oro es un avance, también ha puesto en evidencia la debilidad estructural del sector minero. Muchas cooperativas venden oro a intermediarios que lo contrabandean hacia países vecinos, especialmente Perú, donde los impuestos son más altos pero los beneficios en dólares son mejores.

“Los intermediarios prefieren pagar un 19 % de impuestos en Perú para exportar el oro, en lugar del 5 % que se aplica en Bolivia, porque pueden vender el mineral en dólares. Estos dólares regresan al país a través del mercado paralelo, exacerbando la crisis”, dijo.

Sugiere reforzar los controles estatales, y que la Ley del Oro sea el punto de partida para implementar reformas estructurales que aseguren que los recursos naturales beneficien al país.

El oro, pilar clave en el fortalecimiento de las reservas internacionales de Bolivia en 2024”

El oro se consolidó en 2024 como un activo fundamental en las Reservas Internacionales Netas (RIN) de Bolivia, según el informe del Banco Central de Bolivia (BCB). A pesar de los desafíos económicos internos y externos, las reservas en oro no solo mantuvieron su volumen en 22,53 toneladas, sino que su valor experimentó un incremento destacado, pasando de $us 1.566 millones en diciembre de 2023 a $us 1.889 millones al cierre de 2024.

Este aumento, equivalente a $us 323 millones, fue impulsado principalmente por la revalorización del precio promedio de la onza Troy, que subió un 28,9%, alcanzando los $us 2.671,1. Este incremento destacó al oro como un activo seguro y estratégico en el contexto económico global, reforzando su rol como reserva de valor para el país.

El BCB implementó una política activa de acumulación de oro mediante la compra de 14,54 toneladas en el mercado interno, lo que permitió fortalecer las reservas. Además, parte de este metal fue refinado y acreditado en las Cuentas de Oro de Bolivia en entidades internacionales, asegurando su liquidez y respaldo en los mercados globales.

El BCB implementó una política activa de acumulación de oro mediante la compra de 14,54 toneladas en el mercado interno, lo que permitió fortalecer las reservas.

No obstante, el informe muestra que las divisas cayeron en $us 118,9 millones, mientras que los DEG y otros activos líquidos también experimentaron reducciones. Esta situación revela que la estabilidad económica del país depende en gran medida del oro, un recurso cuya extracción y comercialización enfrentan serios problemas como el contrabando y la informalidad.

Además, la producción de oro en Bolivia sigue dominada por cooperativas mineras, un sector descrito como “altamente informal” por especialistas. Estas cooperativas a menudo venden el metal a intermediarios que lo sacan del país de manera irregular, lo que provoca un subregistro en las estadísticas oficiales y una mínima contribución fiscal. Las regalías del sector apenas representan entre el 1,5 % y el 2,5 % del valor del oro producido.

Mientras el precio internacional del oro se mantiene alto, Bolivia logra cierta estabilidad en sus reservas. El protagonismo del oro podría convertirse en una vulnerabilidad más que en una fortaleza para la estabilidad económica del país.


domingo, 12 de enero de 2025

Cuestionan contrato entre YLB y Uranium One Group por riesgos asumidos por Bolivia

 Un informe elaborado por la Fundación Milenio observa el contrato firmado entre el Estado boliviano, representado por Yacimientos del Litio Boliviano (YLB), y la compañía rusa Uranium One Group (UOG) para desarrollar una planta de extracción de litio y producción de carbonato de litio. 

Según el análisis, el acuerdo coloca a Bolivia en una posición desventajosa, asumiendo la mayor parte de los riesgos mientras que la empresa rusa queda exenta de compromisos sustanciales.  

El contrato, suscrito el pasado 11 de septiembre, establece un plazo de 18 meses para la construcción de la planta, tras lo cual el acuerdo quedará extinguido.

Sin embargo, Henry Oporto, director de la Fundación Milenio, advierte que este periodo es insuficiente para completar el proyecto, ya que las fases de construcción requieren al menos tres años. 

"Lo que queda en la penumbra es quién tendrá la responsabilidad de concluir la planta una vez finalizado el plazo del contrato", señaló Oporto.  

Además, a pesar de que YLB tiene una participación mayoritaria del 51% en la sociedad, el informe indica que no será propietaria de la planta construida. Para operar y mantener la instalación, UOG deberá firmar un contrato adicional. 

A través de otro acuerdo, la empresa rusa también adquirirá derechos exclusivos para comprar y comercializar el litio producido, lo que genera preocupaciones sobre la soberanía en la gestión del recurso.  

Un aspecto crítico destacado por Milenio es la obligación de YLB de devolver a UOG los costos de inversión realizados en la construcción de la planta, labores exploratorias y estudios complementarios. 

Esto implica que el financiamiento del proyecto recaería sobre Bolivia, mientras el inversionista ruso no asumiría riesgos significativos.  

La situación se complica más si UOG decide no operar la planta tras la construcción, ya que esto dependerá de un contrato de prestación de servicios y no de la asociación accidental inicial.

Según Oporto, esto podría dejar a YLB en la posición de buscar otro operador para una planta con tecnología rusa, enfrentando incertidumbres y limitando su capacidad negociadora. 

El informe sostiene que el contrato presenta riesgos inherentes que podrían comprometer los intereses estratégicos de Bolivia, dejando en desventaja a la estatal YLB frente a Uranium One Group en la gestión de uno de los recursos más valiosos del país.  


jueves, 9 de enero de 2025

Gobierno apunta que YLB se quede con el control del 51% de las plantas de litio y las ventas de productos

 El Comité de Energía e Hidrocarburos de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles dos contratos de servicio firmados por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) con el consorcio chino Hong Kong CBC y la empresa rusa Uranium One Group para construir plantas de producción de carbonato de litio, grado batería, en el Salar de Uyuni, y las remitió a la Comisión de Economía Plural.

El Gobierno apunta a que la empresa estatal se quede con el 51% del control de las plantas de producción de carbonato de litio y las ventas, bajo el “modelo de negocios soberano”.

El viceministro de Energías Alternativas, Álvaro Arnés, dijo a una cadena televisiva en La Paz, que el modelo de negocios soberano de Bolivia es el tema que más consultas tiene en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), en la que se encuentran los proyectos de ley para la construcción de plantas de producción de carbonato de litio a cargo de dichas empresas china y rusa.

“En ambos (casos) el 51%, no solamente de las ventas, sino también de lo que es el control de la planta y del negocio le pertenecen a YLB”, afirmó Arnés, mientras explicó que tales plantas industriales, pasarán a manos del Estado boliviano a través de la empresa YLB.

De acuerdo con datos oficiales, la empresa Hong Kong CBC invertirá $us 1.030 millones en el emplazamiento de dos plantas, una con capacidad de producción de 10.000 toneladas (t) anuales de carbonato de litio, y la segunda de 25.000 toneladas (t) anuales.

Mientras que, la empresa rusa Uranium One Group, inyectará una inversión de $us 975 millones para la construcción de una planta industrial de 4.000 toneladas anuales de producción de carbonato de litio.

El presidente de YLB, Omar Alarcón, y los viceministros de Energías Alternativas, Álvaro Arnés, y de Exploración y Explotación de Recursos Energéticos, Raúl Mayta, explicaron en la sesión de Diputados los alcances de los contratos que permitirán la aplicación de la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL).

El proyecto de ley 197/2024-2025 aprueba el Contrato de Servicios para la Producción de Carbonato de Litio en el Salar de Uyuni del departamento de Potosí, suscrito el 26 de noviembre de 2024, entre la empresa nacional estratégica, YLB, y la empresa Hong Kong CBC Invest Limited sucursal Bolivia.

En tanto, el proyecto de ley 170 2024-2025 aprueba el Contrato de Asociación Accidental para el Desarrollo de una Planta de Extracción Directa de Litio-EDL y Carbonatación de Litio en el Salar de Uyuni del departamento de Potosí, entre YLB y la Empresa Uranium One Group, Joint-Stock Company Sucursal Bolivia.