A La Opinión Publica
La Asociación de Ingenieros Metalúrgicos de Bolivia (AIMET), manifiesta su profundo dolor y consternación por los hechos sucedidos el día 24 de abril del presente año, cuando el ingeniero Juan Carlos Montenegro Bravo perdió la vida.
El ingeniero Montenegro fue un respetado profesional a nivel nacional e internacional, y quienes lo conocieron, trabajaron o aprendieron de su docencia así lo manifiestan. Era un miembro de nuestra Asociación, docente de la UMSA, director del Instituto de Investigaciones Minero-Metalúrgicas y sus colegas y amigos lo tendremos siempre presente en nuestra lucha por mejores días para el país.
El fracaso de la ilusoria estrategia de Extracción Directa de Litio y el abandono del proceso de cristalización fraccionada, llevaron al gobierno a la necesidad de incriminar forzadamente a los anteriores gerentes, con procesos de corrupción amañados, dice la carta abierta del Ing. Juan Carlos Montenegro Bravo antes de despedirse.
¿Quiénes son los verdaderos culpables del fracaso del proyecto del Litio? aquellos que comenzaron el proyecto con la única tecnología disponible o aquellos que se subieron al tren ilusorio de la tecnología EDL desde el año 2020, cuando hoy en día no existe en ninguna parte del mundo una planta industrial de Litio que utiliza esta tecnología. Seguramente la tecnología EDL será utilizada en un futuro próximo, pero no lo era ni el 2020 y todavía no lo es hoy 2024 en forma industrial.
Todo indica que las pugnas políticas y el revanchismo tan vigentes hoy en nuestro país, han sido determinantes para iniciar procesos penales y persecución política contra los anteriores ejecutivos de YLB, y de esta manera soslayar responsabilidades.
Lo que es indiscutible es que un proyecto fundamentalmente técnico y económico por la importancia que tiene el Litio para el país jamás debió ser contaminado por intereses políticos o por los manejos oscuros de la justicia, que hoy cobran la vida de un Ingeniero Metalúrgico, que conocimos y que siempre recordaremos como a un profesional digno, capaz y reconocido profesionalmente. Vivir humillado, perseguido y finalmente destruido por intereses políticos y un sistema judicial perverso, es algo que el Ing. Montenegro no pudo resistir.
Estimado Ingeniero Juan Carlos Montenegro descansa en paz, porque tarde o temprano se impondrá la verdad y el supremo creador hará justicia. La comunidad de Ingenieros Metalúrgicos de Bolivia está de luto y expresa a su familia su solidaridad y condolencias.
Luis E Gonzales
Presidente AIMET
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