El pasado lunes, Luis Alberto Echazú, exministro de Minería y antiguo gerente nacional de Recursos Evaporíticos, fue detenido por presuntas irregularidades en la instalación de una planta de litio en el salar de Uyuni. La orden de aprehensión emitida por el Ministerio Público lo señala como objeto de investigación.
La detención está vinculada al manejo problemático de la industria del litio, aunque aún no se han especificado los cargos exactos. Jorge Echazú, hermano del detenido, compartió su desconcierto ante la situación.
Este acontecimiento se da en el contexto de una denuncia presentada por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la Procuraduría General del Estado contra 10 exfuncionarios estatales, acusados de causar daños significativos a las instalaciones industriales de litio en Potosí, valuados en más de Bs 425 millones.
La demanda, liderada por el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, la presidenta ejecutiva de YLB, Karla Calderón, y el procurador César Siles, incluye cargos por contratos perjudiciales para el Estado, negligencia en el cumplimiento de deberes, conducta antieconómica y violación contractual.
Luis Alberto Echazú, una figura prominente en la política del litio bajo el gobierno anterior, ocupó diversos cargos clave en el sector, incluyendo viceministro de Minería y Metalurgia, ministro de Minería y Metalurgia, gerente nacional de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y viceministro de Altas Tecnologías Energéticas.
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