Para que el asunto no cause un impacto demoledor, más bien para entender que se trata de un hecho coyuntural aclaramos que los "commodities", son las materias primas esenciales requeridas de manera sostenida e insaciable por los países industrializados, que además son parte de una enconada competencia en los altos niveles de la economía mundial, marcando a su "gusto y sabor" las tendencias financieras en que deben de-
sarrollar sus actividades los países productores, como el nuestro y otros de la región.
Los commodities que más se requieren en el orden global financiero son los que tienen brillo propio como el oro y la plata, que justamente en los días pasados sufrieron una fuerte caída en sus precios internacionales, especialmente el oro que bajó hasta un 13% en su precio vigente por buen tiempo y que terminó la semana pasada por debajo de 1.400 dólares la onza troy, lo que no se había producido en muchos años y permitía asegurar su vigencia como un refugio frente a los cambios en las cotizaciones internacionales de las materias primas.
Este fenómeno que puede ser transitorio en el curso de su vigencia en el orden mundial tiene efectos notorios en las economías de los países productores de materias primas, pues la baja cotización de minerales como el oro y la plata, tiene influencia en otros metales y esa situación crea incertidumbre entre los inversionistas e inclusive en los organismos bancarios estatales (bancos centrales) que tienen cifradas sus perspectivas de seguridad en los depósitos que se hacen del metal precioso en las bóvedas de los organismos fiscales nacionales.
Dadas las características del último sacudón con efecto directo en las cotizaciones de los minerales, lo evidente es que tal fenómeno tiene consecuencias más drásticas en las tendencias de los productores de commodities, ya que lo que ocurre en las grandes potencias como EE.UU. la zona europea del euro y la China, tiene repercusión de manera directa en los índices productivos nacionales que se ven alterados severamente en la proyección de su cronograma de operaciones.
La fluctuación en los precios internacionales de minerales, ha movido a las grandes empresas inversionistas a tomar previsiones frente al movimiento de las transacciones en el mercado bursátil, reduciendo sus transacciones internacionales frente a la caída del 13 por ciento en el precio de la onza troy del oro, hecho que produce además un "rebote" directo en el comercio de otras materias primas, las que no deberían exportarse temporalmente, observando lo que pueda suceder en los próximos días, cuando el comportamiento de las economías mayores se puedan estabilizar y los minerales estratégicos recuperen su precio y su brillo.
En nuestro medio el asunto se torna delicado, considerando que si bien la caída de precios de minerales no ha llegado a extremos, es posible aún sostener operaciones auríferas, ya que el precio del metal dorado se mantiene por encima del límite de su costo productivo, por lo menos en lo que corresponde a la minería mediana, mientras que para el sector de los mineros cooperativistas u otros irregulares, la situación tiene otras connotaciones, que hacen difícil una continuidad aceptable de operaciones.
Por otro lado, y sólo como referencia, hay que señalar el caso del estaño, que también bajó en su cotización hasta $us 9,00 por libra fina, valor muy próximo al límite de equilibrio que tiene la minería estatal que considera los 8 dólares como el tope extremo de operación. Al comienzo de la semana la LF de estaño estaba por encima de los $us 9,4.
De momento las dudas persisten y se entiende que de mantenerse la tendencia de baja en el precio internacional de minerales, obligará necesariamente a los países productores adoptar medidas preventivas, en el caso nuestro, - un poco tardías - pero necesarias, dadas las circunstancias que imponen los compradores externos de nuestros commodities.
Esto significa que sin llegar a extremos, es urgente que las autoridades del área de minería adopten una serie de medidas de previsión para enfrentar la coyuntura de un tiempo en que puede prevalecer el bajón de precios, lo que obligaría a reducir las exportaciones de materias primas, como los minerales, sujetas a los precios del mercado competitivo internacional.
La otra cara de la medalla, que marca el rubro de las exportaciones nacionales, por lo menos en el primer trimestre del año presente, enfatiza la venta del gas al exterior que superó a igual periodo del año pasado en un 29%. Las cifras anotan 2.275,02 millones de dólares el 2012 y a marzo pasado la suma fue de 2.939,71 millones de dólares. El segundo puesto de las exportaciones del país corresponde a los minerales que marcan una recuperación pese al bajón de los precios en el último tiempo. En los tres primeros meses de este año, Bolivia recuperó por exportar minerales la suma de 503,67 millones de dólares, frente a 461,33 millones de dólares de igual periodo el año pasado. ¿Qué significa este hecho?, sencillamente que el valor de los precios internacionales, nos permitió nivelar nuestras exportaciones mineras, las que se compensaron en algunos casos con mayores volúmenes de producción… Pero el problema que llega con fuerza desde otros continentes, tendrá su efecto más tarde o más temprano en nuestra economía, por lo que se debe insistir en crear políticas y medidas de compensación y diversificación de nuestras exportaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario