miércoles, 29 de mayo de 2013

La minería estatal en la cuerda floja

Los acontecimientos de los pasados días han sacado a flote una serie de hechos que tienen que ver con la realidad en que se desenvuelven las actividades de la minería estatal y que no son precisamente las mejores ni las más propicias para asegurar la sostenibilidad del sistema con beneficios y garantías para los miles de trabajadores que se encuentran bajo el régimen salarial de la Comibol.

Huanuni se considera la mina más importante por su rendimiento diario que se establece en aproximadamente 500 mil dólares, lo que multiplicado por los días de paro que se cumplieron inicialmente en ese distrito da una suma mayor a los 3 millones de dólares y una ostensible disminución en el volumen de su producción mensual, lo que significa que a fin de mes las pérdidas arrojarán un peligroso déficit en el equilibrio financiero de la empresa.

Fue el Presidente del país que alarmado por la situación habló de una "quiebra en Huanuni" y recordó que esa empresa ya confrontaba una difícil situación de crisis por la disminución de ingresos debido a la baja en la cotización del precio del estaño, además de la obligación de cubrir los aumentos salariales que desde el 2010 suman más del 52% abultando notoriamente la planilla de la empresa para casi cinco mil trabajadores.

Por su parte el Ministro de Minería coincidió en la apreciación sobre la delicada situación de la Empresa Minera Huanuni, sobre una posible quiebra de la misma, aunque después, aclaró que sólo se refirió a un déficit en Huanuni y no precisamente la quiebra, para los expertos en minería, la diferencia entre las posiciones extremas es sólo de una apropiación real de la situación, que después de varios días de inactividad puede convertirse en un serio problema de sostenimiento y una extrema alternativa de acudir a "fondos externos" –no de la mina– para cubrir el descalabro de la deficiencia de circulante para pagar obligaciones.



SIN FIDEICOMISO

NI APORTE

Las autoridades del Gobierno han mostrado preocupación por la situación especial de mina Huanuni, considerada la más importante del sistema estatal, aunque a esa situación hay que añadir Colquiri que también tendrá problemas y no menos conflictiva será la situación de la metalúrgica de Vinto con una fuerte deuda justamente a Huanuni y con un obligado recorte en el volumen de las entregas mensuales de concentrados para el proceso de fundición de lingotes. Es una cadena de eslabones sueltos que afectan en conjunto a la minería estatal.

Frente al problema otra seria advertencia del Primer Mandatario es que "no habrá fideicomiso o aporte del Estado para cubrir el déficit de una empresa que tiene que generar divisas". Acotó el Presidente "que cualquier empresa que se estatiza debe aportar divisas para el Estado", recordando que en el pasado fue la minería el sostén de la economía nacional. Terminó apuntando que "Ahora ¿cómo es posible que una empresa minera sea mantenida por Bolivia?...eso no puede suceder. Anteriormente y vislumbrando los problemas Evo Morales ya advirtió que "no hay motivo de nacionalizar si es para perder". Las cosas se presentan con cierta claridad en función de la política estatal para la minería, aunque no se conocen los lineamientos en los cuales se basará la nueva Ley Minera, cuyo tratamiento final podría darse en breve tiempo más para su consideración de consenso entre los directos actores del sistema productivo minero, llámense industriales, inversionistas y trabajadores y el Estado que deben coincidir en los términos de la normativa que es muy esperada para regular de una vez la producción minera nacional.



CALIDAD

ADMINISTRATIVA

En algunas circunstancias especiales los mineros asalariados se negaban a paralizar actividades aduciendo que "no podían perder días de trabajo"; sin embargo, en otros casos como el que se presenta en la actualidad en apoyo al organismo laboral, el paro y las movilizaciones se han puesto a la orden del día. Hay que reconocerlo y lo saben también en el Gobierno que la decisión sindical de los mineros en los movimientos sociales es de suma importancia en la búsqueda de objetivos que beneficien al conjunto de trabajadores.

Sindicalmente el sector minero sigue vanguardizando el movimiento sindical del país y su participación en muchos movimientos de la historia sindical nacional ha sido absolutamente determinante para obtener beneficios de orden social para los trabajadores.

Sin embargo, en el último tiempo y de manera específica en el caso de Huanuni se ha puesto en duda la calidad administrativa de la empresa al señalarse que "algo está fallando en el nivel ejecutivo de Huanuni" lo que puede derivar quien sabe en un cambio de su gerente.

El problema de Huanuni, de acuerdo a los datos que maneja la Comibol, no es reciente, hay que retroceder al periodo de convulsión que se produjo obligando a tomar medidas "sociales" como la de incorporar más de 3.000 trabajadores a la planilla de más de 1.000 que ya existían y aumentar desproporcionadamente la planilla de sueldos, creando desde entonces un desequilibrio en el manejo administrativo de la principal mina estannífera del país.

Aparte se recuerda que el año pasado Huanuni registró disminución del 64% en sus utilidades, es decir de 33,7 millones en el 2011 a sólo 12 millones de dólares el 2012, lo que ya puso en alerta a las autoridades que sin embargo no adoptaron medidas concretas para cambiar la negativa situación, salvo la iniciativa de instalar un nuevo ingenio que mejore el tratamiento de los concentrados que deben entregarse a la fundición en Oruro.

El problema de Huanuni es realmente complejo, si se toma en cuenta que más del 50% de las utilidades se destina a cubrir la planilla de casi cinco mil trabajadores, los que si deciden parar sus actividades ocasionan una pérdida diaria de medio millón de dólares. La minería estatal está realmente en la cuerda floja, lograr su adecuado equilibrio es asunto de una urgente reingeniería altamente profesional.

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