Tras nueve meses de trabajo, los túneles de acceso y transporte a la futura Mina Chuquicamata Subterránea superaron los mil metros de extensión.
"Es importante destacar que se ha cumplido un hito. Esto es un logro tanto de la División y la Corporación como de los trabajadores, quienes han hecho un esfuerzo enorme, junto a la empresa Astaldi –contratista a cargo de las obras–, que ha aportado con tecnología y rendimiento", comentó. "Y, primero que todo, se debe destacar la preocupación por la seguridad del equipo humano", subrayó, Ignacio Vera.
Este túnel de acceso ya alcanza más de mil 110 metros de avance en su construcción.
Cuando esté terminado –según programa en 2015–, se extenderá por aproximadamente 7,5 kilómetros, con una pendiente negativa de 8,7 por ciento; tendrá 6,2 metros de alto y 9,3 metros de ancho. Además, contará con una carpeta de pavimento para el tránsito de los vehículos.
"También se han desarrollado y continuarán desarrollando galerías anexas, como las de emergencia, que tendrán una extensión de 80 metros. Igualmente, se están habilitando ‘estocadas’ (o cavidades) de diez metros, para el posicionamiento de subestaciones eléctricas", detalla Ignacio Vera.
"El túnel de transporte lleva más de mil 260 metros de avance construidos. Éste servirá para trasladar el mineral, a través de una correa transportadora, desde la mina subterránea hasta el exterior. Tendrá, además, un espacio en un costado para el acceso de vehículos de mantención", explica Edisson Pizarro, director de Innovación y Tecnología Aplicada de la Gerencia de Desarrollo Minería Subterránea de Chuquicamata.
Cada túnel cuenta con refugios móviles de emergencia, con una capacidad para 20 personas cada uno y, entre otras innovaciones, disponen de agua en gel, alimentos especiales, aire acondicionado y un sistema depurador de aire.
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