Mamani, de 24 años, es padre de una niña. Sus familiares llegaron desde Bolivia para estar cerca. Es el único extranjero que quedó atrapado hace 70 días.
Lo recibieron, su esposa y el presidente Sebastián Piñera, ambos con banderas de Bolivia en la mano.
Mamani agradeció primero a Dios, arrodillandose al piso y mirando hacia arriba.
Fue subido a una camilla y tenía en sus manos una foto aparentemente de su hijo.
El boliviano Carlos Mamani, casado y padre de una niña de cuatro meses, está al fin libre y se vé saludable. Llamó la atención por su capacidad de integración y el amor profesado a su esposa en sus cartas.
A las 02:09 llegó a la superficie, tras casi 16 minutos de viaje en la Fénix. Aplausos en Copiapó y banderas bolivianas ondearon en suelo chileno. Su esposa Verónica Quispe, su hermano Luis, su hermana Dionisia y un cuñado, lo recibieron con emoción.
Con un beso a su esposa Verónica Quispe y sus agradecimientos "al Señor", lo vieron en todo el mundo."Dios es grande", dijo al salir de la cápsula.
Carlos Mamani aseguró más de una vez que "se siente un chileno más". La familia Mamani desde el principio manifestó su amor a la patria boliviana y pusieron la tricolor boliviana a lado de decenas de banderas chilenas "para mostrar que un boliviano se encontraba allí".
“Cuando llegué y vi tantas banderas chilenas le dije a su esposa (Verónica) que teníamos que poner la bandera de nuestra patria. Tenía un poco de miedo, tal vez no les iba a gustar allá, pero cuando ya estaba en la pampa, todos nos felicitaron … sé que al Carlos le va a alegrar cuando sepa. Estamos orgullosos de él y de ser bolivianos ”, contó Luis Mamani, hermano de Carlos con alegría.
Carlos sólo llevaba cinco días trabajando en el socavón antes de quedar atrapado, invitado por su suegro, quien es conductor de camiones de agua y ha dicho que alcanzó a huir del derrumbe.
La familia Mamani Ortiz de Chojlla
Carlos Mamani, uno de los menores entre 7 mujeres y 3 varones, nació en Chojlla, en la provincia Gualberto Villarroel del departamento de La Paz, Bolivia.
En la zona, la población es eminentemente aymara y los niños campesinos corretean en la planicie jugando entre los cultivos de papa, quinua y cañahua.
Son testigos de sus travesuras las llamas y alpacas del lugar. Pese a las condiciones adversas del medio, los pobladores emprenden la búsqueda de mineral en los riscos de los cerros que rodean a su población. Otros viven de la siembra de papa, avena y crían ovejas y alpacas.
La vida difícil sorprendentemente lleva a muchas familias a migrar hacia Chile. La familia Mamani Soliz emigró a La Paz, como Roberto, uno de los hermanos mayores que es policía de seguridad física, otros, se fueron a Cochabamba, como Luis y Carlos.
Luis Mamani, hermano de carlos contó a Lostiempos.com que estudió junto a su hermano la primaria y la secundaria en su comunidad y después realizaron su servicio militar obligatorio en la Séptima División del Ejército, con sede del comando en Cochabamba.
Según relata Luis, Carlos ingresó al servicio militar el 2005 y allí aprendió técnicas de supervivencia. "Una vez se perdió en el desierto una semana", cuenta a manera de anécdota sin dimensionar el tamaño de la hazaña.
La madre de los hermanos falleció cuando tenían 3 ó 4, y su padre hace apenas 5 años."Estamos solos, pero nos tenemos los unos a los otros y en eso, el Carlos es el mejor hermano. Siempre se preocupa de todos nosotros", comenta.
La pesadilla en Chile
Luis fue informado de la tragedia de San José pocos días después del hecho. "La familia en Chile no quería avisarnos, pero nos llamaron cuando supieron que no los podían sacar", contó.
Rápidamente se puso en contacto con el resto de los hermanos y decidieron que él debía viajar en representación de la familia.
"Yo había ido una vez antes a Chile y sabía cómo llegar. Cuando supe lo que pasaba, tuve mucho dolor por mi hermano. Un día nos decían algo bueno, pero al otro, las noticias eran malas. Era desesperante. Sufrimos mucho. Yo quería que los pirquineros ingresen a la mina. Pensaba en el Carlos y me ponía muy triste", recuerda.
"Cuando pudimos comunicarnos con él la primera vez, le avisamos que yo estaba allí y se alegró. Me dijo que me estimaba mucho. Yo le conté que tengo una hija de 6 meses y que se parece mucho a su hija Emily, para que se sienta feliz ...", comenta.
Psicólogos chilenos aconsejaron a las familias transmitir a los mineros solo buenas noticias y con energía positiva. Les prohibieron enviar mensajes que pudieran acongojarlos.
La fase incidente del accidente fue superada con éxito, le sigue la fase de sustento y posteriormente, deberán enfrentar la fase de recuperación. Todo esto demanda de un gran esfuerzo mental y psicológico.
El rescate
El rescate de los mineros muestra la excelencia de la ingeniería chilena, que con la cooperación de firmas internacionales, venció
la dura roca del cerro donde está la mina San José, 850 kilómetros al norte de Santiago, en lo que fue una tarea titánica, que de paso marcó un record al sacar a la superficie a los trabajadores que más tiempo han permanecido a 700 metros de profundidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario