Las aproximadamente 1.200 cooperativas mineras, entre auríferas y tradicionales, dedicadas a la explotación y comercialización de oro, plata, estaño y otros, en todo el territorio nacional se declararon en “estado de emergencia” ante las bajas cotizaciones de los minerales registradas últimamente en el mercado internacional.
La primera respuesta a la caída de precios será incrementar las horas trabajo, en reemplazo de las máquinas y equipos, que tienen un costo elevado en una mayoría de las unidades cooperativas , sostuvo Albino García, presidente de la Confederación Nacional de Cooperativa de Bolivia (Concobol) y expresidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin).
García abrigó esperanza porque las bajas cotizaciones de los minerales se recuperen en el tranascurso de las próximas semanas, tal como sucedió en años precedentes debido a que responden a una coyuntura económica circunstancial provocada por el lento crecimiento de la economía en China y la recuperación de la crisis europea.
Como ejemplo de una posible recuperación de precios refirió que hasta el 25 de marzo pasado, 11 empresas del sector privado que incluyen a las más grandes productoras de oro del país, como Inti Raymi y Paitití, exportaron en total 307 kilogramos finos de oro por un valor aproximado a los 117,8 millones de bolivianos. Dijo que por este concepto los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Oruro y Potosí percibieron 8,3 millones de bolivianos de regalías correspondientes al primer trimestre de este año.
Refirió que las cooperativas mineras trabajarían a pérdida e incluso cerrarían operaciones, sólo si la cotización internacional del oro llegara a situarse por debajo de los 1.000 dólares la Onza Troy en el mercado internacional, así como sucedió con la quiebra abrupta de minería estatal en 1986 cuando la libra fina de estaño se cotizó por debajo de los dos dólares.
Reconoció, sin embargo, que la caída del precio del oro repercutirá en la economía nacional, porque se recibirá menos divisas, los emprendimientos mineros pagarán menos impuestos y las regalías mineras disminuirán para las gobernaciones, municipios y universidades del país. García lamentó que los precios de los minerales dependan del exterior.
Los mineros de las empresas estatales y privadas, entre ellos la minería chica, consideran que si la cotización de los minerales continúa a la baja, el sector sufrirá despidos para disminuir los costos de operación.
OPINIÓN
Pedro Vacaflor. Analista económico y experto en comercio exterior
El precio del oro ha caído en abril igual que algunas materias primas y ya han surgido algunas voces que predicen el final del súper ciclo de los altos precios, también llamado "el ciclo chino".
La República de Chica y otros países, como Brasil, Rusia, India, los Brics, han surgido en este periodo con un patrón que lleva a grandes cantidades de pobladores a buscar prosperidad y mayor consumo.
Dado que las condiciones de suministro de materias primas del planeta no estaban listas para un aumento tan numeroso de consumidores, el mercado sólo tuvo una salida aumentar precios. Esto significa que los inversionistas empezaron a destinar mayores inversiones a la producción de materias primas, con el resultado de una mayor producción y, por lo tanto, de una reducción en los precios.
El caso del oro es algo diferente, pero responde básicamente a las mismas fuerzas. El oro es considerado una garantía contra crisis e inestabilidad, pero no todos tienen acceso a este tipo de seguro. No es casualidad que China e India sean de lejos los mayores importadores de oro en la actualidad.
En el caso de Bolivia, el boom de las materias primas coincidió con el fenómeno político conocido como el proceso de cambio, que busca un retorno a los principios del comunismo. Desde el punto de vista del mercado de los minerales ha sido un fracaso, pues todo ese dinero que buscaba ser invertido en la producción de materias primas, no pudo llegar, pues los inversionistas estaban espantados por las nacionalizaciones y los avasallamientos sin resolución.
Por si esto fuera poco, los países vecinos como Perú y Chile ofrecieron todas las ventajas posibles a los inversionistas, desde seguridad jurídica hasta acuerdos de libre comercio que faciliten las exportaciones. Como ejemplo, Perú espera inversiones en minería de alrededor de US$ 50.000 millones en los próximos cinco años, mientras que según el instituto Fraser, Bolivia ocupa el último lugar en la lista de países para invertir en minería por su falta de seguridad jurídica.
Que el súper ciclo esté llegando a su fin es una verdadera posibilidad.
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