Años de años, desde que se encontraron vestigios de "piedras brillantes" en las faldas de algunas de las montañas de nuestro territorio, empezó la explotación artesanal de minerales sólo con el ingenio y la fuerza corporal de los primeros mineros en el tiempo de la colonia que comenzaron a mostrar el producto de su trabajo e interesar a los primeros comercializadores de minerales que avisados de la existencia de riquezas mineras poblaron las comarcas en cuyas proximidades se encontraban los ricos yacimientos de argento, la plata que transformó el modo de vida de los comunarios que se vieron avasallados por los europeos que se trasladaron a la región para "rescatar" los valiosos minerales.
Más adelante y en la República se afincaron en los distritos de Potosí y Oruro los buscadores de riqueza, pero se trataba sólo de algunos aventureros que sólo compraban minerales para su comercialización rutinaria. En ese tiempo se dice que llegaron los primeros extranjeros con algún conocimiento en la explotación minera y fueron contratados por las empresas en ciernes que iniciaban tareas de "mensura" en los primeros socavones bajo tierra. Entonces sirvió la experiencia de los "conocedores" de secretos en minería que permitieron habilitar "parajes" de exploración para encontrar y seguir el curso de las vetas en las entrañas de la tierra.
Está claro que nuestra minería se manejó empíricamente, también dicen artesanalmente, pero el auge de esa actividad obligó a tomar medidas muy serias para preparar profesionales en la materia. Oruro se destacó por crear la Primera Facultad de Minería, a la que concurrieron incluso alumnos de varios países del mundo. El plantel docente era formado por destacados profesionales con méritos internacionales. Surgieron entonces los primeros ingenieros en minería y la explotación de los recursos mineralógicos mejoró sustancialmente, aunque hasta el presente no alcanza el mayor grado de óptimo registro de productividad porque la gran mayoría de los trabajadores no han sido o no son capacitados convenientemente. Prevalece la experiencia de los mineros más antiguos que se transmite de manera práctica a los más jóvenes y entre estos, aparecen no hace muchos años atrás, los trabajadores cooperativistas que no tienen los suficientes conocimientos para encarar grandes emprendimientos mineros.
Centro de formación
Si bien se cumplen algunos cursos de capacitación, especialmente en empresas privadas y en algunas del sector estatal para sus trabajadores, la actualización de ciertas técnicas en el manejo de algunos equipos es lo más que se hace para mejorar las condiciones laborales, incluyendo eventualmente cierta preparación en seguridad industrial.
Considerando que la minería está cobrando mayor importancia y se ubica en el contexto económico nacional como el segundo rubro generador de divisas para el Erario Nacional, se hace necesaria la capacitación de los trabajadores mineros en los distintos niveles en los que cumplen sus sacrificadas y hasta peligrosas tareas de extracción de minerales, sean estas subterráneas o a rajo abierto, responsabilidad que por lo menos coyunturalmente estaría asumiendo el Ministerio de Minería y Metalurgia a través de Empleomin, un programa de apoyo a la Mejora de Condiciones del Trabajo y la Generación de Empleos en las Aéreas Mineras de Bolivia.
En esa dimensión de servicio especial se elabora un proyecto destinado a consolidar la creación de un Centro de Formación Minera, exclusivamente para la formación de los trabajadores mineros, de modo que puedan recibir la capacitación necesaria para mejorar sus condiciones de trabajo, sus índices de producción, seguridad laboral y salud ocupacional.
La perspectiva es muy interesante, aunque Empleomin señala que el proyecto estará listo a fin de año, cuando en realidad conocida tan loable intención no se encuentra justificativo para demorar tanto tiempo, sabiendo además que existe apropiado financiamiento proveniente de donativos europeos en la proporción de 10 millones de euros y el equivalente a tres millones más en la contraparte gubernamental nacional.
Indudablemente que la creación de un Centro de Formación Minera es lo ideal para incentivar la actividad del sector y permitir que los trabajadores que asuman la responsabilidad de capacitarse puedan además obtener un certificado que acredite su condición de preparación, lo que le serviría más adelante, según se estima, en una mejora de su condición socio laboral.
El proyecto con seguridad que tendrá una adecuada coordinación con el sector de los profesionales en el rubro, que necesariamente deberán transmitir sus conocimientos y experiencias a los trabajadores, de acuerdo a programas especiales de capacitación en minería.
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