El oro es el único de los minerales que exporta Bolivia cuyo precio, como promedio anual, subió constantemente desde 2001 hasta 2012. Las razones deben buscarse en el ascenso de industrias, inflación mundial, depreciación de monedas fuertes, y un abanico de factores económicos, financieros y políticos que, vía expectativas, incentivan a los especuladores bursátiles en todo el mundo.
Este ascenso ocurre mientras en Bolivia se alimentan conflictos entre actores del sector explotador. El último caso ocurrió el mes pasado entre “socios” de la Cooperativa Relámpago Ltda. y pobladores de Teoponte (La Paz).
Como en todo mercado, la interacción entre oferta y demanda determina el precio del oro. La oferta se basa en la producción minera, el oro reciclable y la venta de oro de bancos centrales. La demanda tiene, por una parte, fundamentos reales, en joyería e industrias de alta precisión, y, por otra, fundamentos especulativos que responden a la naturaleza del oro como activo de inversión, ya que este metal, en periodos de crisis, mantiene o sube su valor cuando los demás activos bajan. Como equivalente de valor es la más sólida de las divisas.
La producción mundial de oro en 2010 alcanzó 2.500 toneladas métricas de oro fino (Tmf). Ese año los países que produjeron 100 Tmf o más apenas fueron ocho y concentraron el 64 por ciento de la producción mundial (Ver cuadro 1).
El segundo fundamento de la oferta radica en políticas de compra-venta de bancos centrales que responden a las oscilaciones de la economía mundial. El cuadro 2 ilustra el ranking de los principales bancos centrales vendedores de oro entre 1999 y 2007, cuando el cupo anual era de 500 Tn, es decir venden en época de auge.
Contrariamente, en tiempos de crisis disminuyen sus ventas (Ver cuadro 3), como acaeció en 2009, cuando precautelándose de los efectos de la crisis de 2008-2009 abandonaron su rol de vendedores para empezar a comprar oro destinado a incrementar sus reservas internacionales. Un ejemplo de ello es China, que en 2009 siendo primer productor mundial de oro con 320 Tn incrementó las reservas de su Banco Central en 454, alcanzando 1.054 Tn y ubicándose en el sexto puesto de países poseedores de reservas internacionales en oro.
Por el lado de la demanda importa ver los mercados bursátiles donde los inversores alternan posiciones entre commodityes, activos y monedas fuertes. Además de auges en las industrias demandantes, en la última década los inversores aprovecharon las crisis financieras para especular con su demanda y ganar desmedidamente.
De la interacción entre oferta y demanda, se infiere que una tendencia a la baja responde a incrementos en la producción minera, disminución de la demanda industrial de oro; disminución en el precio del petróleo; políticas antiinflacionarias y de ajustes fiscales derivadas de crisis en los principales países capitalistas; la venta de oro por algunos bancos centrales; al incremento de préstamos de oro a cambio de dólares; a la “guerra” cambiaria entre monedas fuertes; a incrementos en la tasa de interés para depósitos en oro; a la limitación del propio oro en su liquidez para volverse moneda o medio de transacción.
Inversamente, el ascenso se explicaría porque los agentes económicos se vieron motivados a demandar oro ante incrementos en la demanda industrial, por la disminución de la producción minera, por anuncios de planes de ayuda a algún país en crisis o de compra por parte de los bancos centrales.
El comportamiento de los promedios anuales en cotizaciones del oro en el mercado internacional muestra un crecimiento constante en los últimos 12 años. El precio promedio de 2012 es más de seis veces mayor al promedio de 2001.
(* El autor es economista y profesor universitario)
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