En medio del abundante verdor de la selva y los peligros que conlleva una incursión de 80 días en estas inhóspitas zonas, más precisamente en el este cruceño cerca de la frontera con Brasil, el entonces joven Rodolfo Meyer de 24 años, descubrió un tesoro escondido. Se trata del único yacimiento en el mundo de una gema semipreciosa hasta entonces totalmente desconocida y que Meyer denominaría más adelante la "bolivianita". Es así que el vigoroso muchacho encontró esta piedra en 1983. En la actualidad Meyer encabeza una de las dos concesionarias que explotan la bolivianita, y a partir de la Ley No. 3998 promulgada en 2009, que la declara emblema nacional y prohíbe su exportación en bruto, es que se prevé exportar a mediano futuro $us 720 millones cada año.
Generadora de empleos y divisas. Las minas que contiene la bolivianita se encuentran en el cerro Yuruti, de la provincia Germán Busch, generando su explotación alrededor de 1.000 empleos directos, pero fácilmente su producción puede alcanzar las 12.000 fuentes laborales, que es lo que el propietario de la empresa, prevé captar en los próximos años. También se espera que anualmente genere $us 720 millones en exportación de la piedra tallada, un monto muy superior a los $us 20 millones que se generaba comercializando la gema en bruto.
"Actualmente la empresa capta el material que antes estaba siendo exportado en bruto al exterior, comenzamos con el tallado en el país generando aproximadamente 1.000 fuentes de empleo, pero con el ejemplo de Brasil donde los yacimientos de gemas generan 12 mil empleos, pensamos llegar a esa cantidad de trabajadores netamente bolivianos en los próximos años", comentó Rodolfo Meyer, presidente de la empresa Meyer Gems a tiempo de añadir que la nueva normativa obliga que la piedra sea industrializada en Bolivia, exportándose en la actualidad piedras talladas a Argentina y varios países europeos.
"Inicialmente el mercado de la bolivianita fue Bolivia, pero hoy se exporta al mercado argentino y español, los cuales concedieron un arancel cero para su comercialización. Debemos mencionar que a través del Mercado Común del Sur (Mercosur) se consiguió este arancel preferencial con Argentina, además se realizó convenios con los gobiernos de Jujuy y Buenos Aires para el engarzado de las joyas bolivianitas terminadas", dijo Meyer.
El tallado genera un valor agregado. La empresa Meyer Gems tiene convenios con 50 micro-empresas del país aglutinadas en la Asociación de Talladores de Gemas de Santa Cruz, Tarija, El Alto y Potosí, con el objetivo de darle un valor agregado a la piedra en bruto y así incrementar su valor comercial en el exterior. Oscilando el precio de esta gema entre $us 2 y 1.000, dependiendo del tallado final. Cabe resaltar que el costo del kilate de la bolivianita es de $us 5 en el exterior, mientras que como ametrino (nombre denominado por los brasileños) alcanza solo los 0.70 centavos de dólar. Asimismo, Meyer indicó que se está explotando otras piedras, siendo la más relevante el "topacio camba", que identifica al departamento.
"Santa Cruz es rica en piedras preciosas, tenemos bolivianita, topacio camba, agua marina, jade chiquitano y esmeralda", dijo Meyer.
Estados Unidos, principal mercado de las joyas bolivianas. Por otro lado, según un informe de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco), la producción de joyería nacional de oro y plata tiene como principal país de destino a los Estados Unidos con el 98% del valor total exportado, ubicándose a lo lejos Canadá. Por lo que el destino de las exportaciones de joyería boliviana se encuentra altamente concentrado, respondiendo esto a factores de mejores precios y acceso a mercados bajo regímenes preferenciales en beneficio del sector joyero del país.
"Bolivia es un gran productor de oro y plata, entre otros metales y piedras preciosas. El sector de manufacturas de joyería viene transformando los minerales en bruto en la fabricación de joyas con alta calidad e innovación. No por nada, la producción nacional ingresa al mercado más competitivo del mundo, como lo es Estados Unidos", señala el documento.
El sector joyero del país junto con otras industrias manufactureras, vienen creciendo a tasas cercanas del 3% anual, aunque este crecimiento es muy bajo teniendo en cuenta que el PIB nacional crece en promedio al 4.7% anual. Sin embargo, su gran aporte se enfoca en la generación de empleos, ya que la cadena del sector aglutina aproximadamente a 250.000 trabajadores, desde mineros, distribuidores, orfebres y por último los puntos de ventas.
En tanto, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), indica que las preferencias por las piedras preciosas o semipreciosas vienen en aumento, ya que son cada vez más utilizados en anillos de boda, collares, colgantes y pendientes, lo que significa un potencial mercado y fuentes de empleos para los pequeños, medianos y grandes empresarios del país.
ESM
$us 30 millones para producción de hierro
Producción. El presidente del directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), Ricardo Cardona, anunció que se ultiman los trámites administrativos para recibir un crédito interno de $us 30 millones provenientes del Tesoro General de la Nación (TGN), con el objetivo de aumentar la producción de hierro a 2 millones de toneladas métricas en 2014.
"Este año, el Gobierno nacional nos entregará unos $us 30 millones y con eso estaremos en condiciones de producir aproximadamente 2 millones de toneladas, pero todo dependerá del éxito de la venta actual de los minerales para tener liquidez y demostrar que la ESM no solo produce, sino también comercializa", señaló el funcionario.
Según Cardona, la ESM tiene en la actualidad 300.000 toneladas de hierro producidas, 100.000 heredadas de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y 200.000 generadas los últimos cinco meses, todo comprometido para su exportación al vecino país de Paraguay y al coloso asiático China.
A la fecha, la empresa estatal opera solo con un 50 por ciento del yacimiento del Mutún, ubicado en el departamento de Santa Cruz, porque el resto del cerro aún está sujeto a un proceso de conciliación entre el Gobierno boliviano y la compañía india Jindal Steel. / ABI
Punto de vista
Miguel Ángel Hernández
Experto
"Una oportunidad de desarrollo para Bolivia"
El principal mercado de las piedras semipreciosas es el sector de la joyería de diseñadores, los cuales se puede llegar con un buen producto. Muy importante sería saber combinar las piedras semipreciosas con la capacidad de los artesanos bolivianos, produciendo así joyas de alta calidad para la exportación, cuyo mercado es aún mucho mayor que solo la materia prima. Sin duda, una gran oportunidad para crear empleos, y desarrollar centros especializados en ciudades como El Alto o zonas específicas.
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