Con respecto de la reciente decisión del Gobierno de otorgar el yacimiento minero de Himalaya, que se encuentra en la ciudad de La Paz, a la cooperativa Cerro Negro, el analista Carlos Sandy señaló que esta determinación no favorece a la economía nacional y por el contrario el Estado pierde.
Manifestó que las cooperativas mineras tienen ciertos privilegios en cuanto al pago de impuestos, ya que más allá de las regalías no pagan ningún otro tributo; por tanto, indicó que cuando se entrega recursos de esta naturaleza quien pierde es el Estado, las gobernaciones y municipios porque no se explota los recursos de forma regular.
Mencionó que los recursos naturales son de todos los bolivianos y en su generalidad no son renovables, por tanto se debe tener cuidado con la explotación porque es una riqueza que le sirve al Estado boliviano.
Sostuvo que cuando se explota un recurso natural se debe cuidar que la empresa trabaje de la forma más racional posible, es decir explotar pagando los impuestos que van a favor del pueblo boliviano.
"Llama mucho la atención que en los últimos días, en otras palabras se esté ignorando los recursos naturales del país porque vemos que más o menos de unas 40 mil concesiones que hace cuatro años tenían los cooperativistas hoy llegan aproximadamente a 400.000 concesiones", señaló.
Lamentó que el Gobierno no fortalezca a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), ya que nacionaliza yacimientos a favor de los privados porque las cooperativas son entidades privadas y que no emplean técnicas adecuadas para la explotación, ni pagan impuestos.
"Algo se debe decir de este tema porque no se puede dejar que sigan entregando los recursos naturales a quienes no explotan racionalmente", agregó.
Asimismo, mencionó que no existe seguridad jurídica porque la empresa Himalaya realizó una inversión de años en lo que se llama la preparación de las reservas para explotar racionalmente, y de la noche a la mañana se entrega este yacimiento a una cooperativ
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