El Mutún es considerado una de las reservas de hierro más grandes del mundo. Bolivia impulsa la industrialización de hierro que aún tropieza con problemas técnicos.
“Es tiempo de que los bolivianos exijamos al Gobierno que este año rompa el contrato con la Jindal y ponga en manos de la Comibol el proyecto Mutún en toda su integridad”, propuso el ex gerente de industrialización de YPFB, Saúl Escalera.
La ex autoridad denunció que la Jindal Steel Bolivia, concesionaria del yacimiento de El Mutún, está exportando al Paraguay miles de toneladas de hierro como materia prima, tal como lo hacía la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) hace cuatro décadas. “Exportar simple materia prima (mineral de hierro) no es buen negocio para Bolivia, pero sí lo es para la Jindal, porque posterga indefinidamente el plan que estaba previsto” para la industrialización.
El experto asegura que no se justifica la presencia de Jindal para exportar materia prima. “La explotación a cielo abierto del mineral hematita del Mutún es una simple operación mecánica seguida de una operación de trituración primaria en chancadoras comunes seguida de una de molienda del mineral en molinos, que los técnicos de la COMIBOL las conocen muy bien”.
“En la planta de concentración de hierro, se utiliza el proceso de flotación inversa con colectores catiónicos (aminas primarias) y espumantes (MIBC) para producir concentrados de hematita con 65% de ley de hierro. Los bolivianos son expertos flotadores de minerales porque han practicado este proceso por décadas en las plantas de Catavi, Colquiri y Huanuni”, agrega.
Según Escalera, “toda la explotación del hierro del Mutún debe estar en manos de bolivianos sin necesidad de usar tecnología extranjera, una situación por demás ventajosa para el país”.
“Debemos insistir en que el Gobierno Nacional rompa el contrato con la Jindal este año 2012 y encargue directamente a la Comibol, la explotación e industrialización del hierro del Mutún hasta producir fierro y acero de alta calidad utilizando el proceso KANAKAR-ACERO. Así Bolivia ganará muchísimo en términos no solo de exportar valor agregado, sino también en la creación de empleos y desarrollo de toda la región, incrementando los ingresos fiscales para impulsar el desarrollo y la integración nacional”.
“Si permitimos que la Jindal siga en el negocio del hierro del Mutún, y le damos licencia para que exporte grandes cantidades de mineral trozado por la hidrovía al Atlántico no sólo al Paraguay y la Argentina, sino hasta la China tal como Jindal pretende hacerlo, los bolivianos una vez más estaríamos admitiendo que no somos capaces de explotar nuestros propios recursos mineros y sólo somos exportadores de materia prima y lo que es peor, seguiremos importando clavos, perfiles de fierro y planchas de acero del Brasil a precios exorbitantes”, agrega el especialista en ingeniería química graduado en Estados Unidos. (www.plataformaenergetica.org)
EL YACIMIENTO DEL MUTÚN
El yacimiento de fierro y manganeso el Mutún fue descubierto en 1848. A partir de 1956 Comibol y GEOBOL realizaron estudios destinados a la explotación del mismo y hasta 1993 la Empresa Metalúrgica del Oriente (EMEDO), parte de Comibol, explotó 350.000 toneladas de concentrados destinados a metalúrgicas de Paraguay y Argentina. Los impulsores del proyecto señalan que la falta de tecnología moderna, en especial energía para la explotación, transporte y embarque de mineral, fueron las causas para el cese de la actividad minera en Mutún y que las condiciones de transporte y tecnología han cambiado en la zona y en el país por lo cual es posible la reactivación de la actividad minera.
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