En el país hay una terrible duda sobre este tema, pues es bastante el tiempo que se pierde entre que se creó una comisión para estudiar un anteproyecto de ley minera, poner en limpio algunas propuestas y consensuar con los distintos sectores la validez de un texto que satisfaga las expectativas de quienes son los directos operadores de la producción minera y no de los interesados en la búsqueda de favorecer intereses políticos.
El pasado año ya se debía tener el instrumento normativo de la actividad minera en el país de manera que en la presente gestión se pudiera comenzar con "pie derecho" una serie de emprendimientos que están pendientes de las regulaciones que puedan emitirse y que no siempre satisfacen anhelos de orden técnico y práctico, antes que teóricos y sectarios.
Dos grandes proyectos mineros nacionales están dando la vuelta al mundo y todavía aquí no se han resuelto las estrategias para ponerlos en marcha, en tanto que países vecinos otorgan prioridad en inversiones y en diversificar por ejemplo la explotación del litio, llegando propiamente a la industrialización del producto para producir las baterías y pilas que sería el objetivo del plan nuestro.
Otro tanto sucede con el hierro, contando con un gigante reservorio en el Mutún que ha sido dividido en dos partes, de modo que un 50 % está bajo un contrato con la empresa hindú Jindal Steel & Powers, que ya está exportando materia prima al Paraguay, pero aún no puede definir la implementación de una gigante siderúrgica en el área de su concesión minera debido a que todavía faltan detalles para garantizar por parte de la estatal petrolera (YPFB) la cantidad suficiente de gas que será el combustible de la planta industrializadora del hierro boliviano.
En el otro 50 % de la reserva de hierro nuestro gobierno se lanzó a equipar un emprendimiento de explotación por cuenta propia con inversión estatal y pretende competir con la Jindal, pues adquirió equipos de última tecnología para el proceso de tratamiento del hierro, aunque tal parece que el destino de esa producción será también la siderúrgica que está comprometida en el total de la inversión hindú.
Mientras se avanza lentamente en consolidar esos y otros proyectos mineros del país en los mercados externos, especialmente asiáticos, se están dando ciertos cambios productivos en el uso del acero y de manera significativa en el uso del litio, anticipándose que ya existe el vehículo prototipo de energía eléctrica que eliminará las baterías de litio.
Esos hechos particulares nos hace ver que estamos avanzando lentamente en los proyectos más importantes de la gran minería poniendo en riesgo el factor de competitividad con los vecinos que están corriendo apresuradamente en busca de imponer nuevos procedimientos energéticos, es el caso de Chile y la Argentina que están disputando espacios con otros productores de Europa y Asia, mientras nosotros con las mayores reservas de materia prima seguimos experimentando sin tomar decisiones sobre el punto clave del asunto que consiste en la inversión y la transferencia de tecnología para colocarnos en la "media productiva", que nos permitiría todavía ser competitivos por buen tiempo en el mercado de los productos elaborados con litio, por un lado y con hierro y acero en otra alternativa productiva.
Expertos y analistas coinciden en que "hay que pasar de la experimentación a la práctica de la producción industrial", por supuesto definiendo primero las políticas nacionales en materia de inversiones para establecer los grandes proyectos de nuestra minería, metalurgia y siderurgia.
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