De acuerdo al análisis del economista Juan Carlos Zuleta, el país si continua postergando por más tiempo su ingreso al mercado mundial del litio, se pondría en riesgo la posibilidad de que Bolivia se un centro energético del planeta.
“El mercado podría desaparecer en parte o por completo para Bolivia. Si el país no entra con pie firme al mercado en los próximos 2-3 años, es posible que las principales fábricas de automóviles del mundo desistan de su idea de avanzar con paso acelerado hacia la propulsión eléctrica y decidan buscar alternativas energéticas a las baterías de iones de litio”, sostiene el especialista en un amplio documento en el que rebate los argumentos de la gerencia de recursos evaporíticos de Comibol, encargada del proyecto piloto del Salar de Uyuni.
Según el especialista, lo que haga Bolivia es fundamental para el desarrollo del mercado de litio. “Cuando nos referimos a Bolivia en relación con el mercado del litio no estamos hablando de un productor potencial de litio más, sino del país con los mayores recursos identificados de litio de la tierra, con todo lo que eso significa, en un momento en que el litio se proyecta como el factor principal de la próxima era de las Tecnologías Limpias en el mundo”, agrega.
“Un efecto adicional de este conjunto de cosas sería una presión en el precio del litio, porque el mundo probablemente tendrá que verse forzado a producir carbonato de litio de yacimientos mineralizados que tienen la particularidad de generar costos de producción más elevados. O sea que la incertidumbre respecto a la disponibilidad de litio sumada a la presión sobre el precio podrían convertirse en un problema mayor para las aspiraciones futuras de Bolivia”, agrega el economista.
En el análisis de Zuleta, “podría darse el caso, en verdad, que cuando Bolivia esté lista para introducir 30.000 TM de carbonato de litio al mercado, el mundo haya evolucionado en otra dirección”.
“Como he sugerido en un anterior artículo sobre la posibilidad de que Apple sustituya las baterías de iones de litio que actualmente utiliza en sus iPhones, iPads y laptops por pilas de combustible, esta situación se podría complicar aún más debido a los demás usos competitivos del litio que muy bien pudieran producir efectos similares sobre el mercado”, señala en parte saliente del documento remitido a la Plataforma.
Critica las seis falacias del litio
Según el artículo de opinión del gerente de Recursos Evaporíticos de la Corporación Minera de Bolivia, Luis Alberto Echazú señala que hemos permanecido bastante tiempo callados ante una serie de comentarios y supuestos “análisis” de opinadores más que verdaderos analistas del litio, que en general han manifestado con insistencia posiciones contrarias y hasta agresivamente contrarias al proyecto estatal que tenemos el privilegio y el honor de dirigir.
No nos molestan las críticas, mucho menos si aportan conocimiento y criterios correctos para superar dificultades y encontrar las mejores soluciones a los diversos problemas que tenemos que enfrentar. Lamentablemente, no es el caso de la mayor parte de los contenidos de las publicaciones registradas en los medios. Por ello, vemos la necesidad de responder a estas verdaderas falacias que en vez de orientar y aportar lo que hacen es desorientar, confundir y hasta engañar y mentir a la opinión pública.
Las falacias que señala Echazú son “el proceso boliviano es igual a descubrir el agua tibia”, “no existen recursos humanos para desarrollar esta industria”, “el proyecto tiene una excesiva demora”, “el boom del litio no está siendo aprovechado por Bolivia”, “qué envidia de argentina y chile que avanzan” y “queda desechada la idea de que el país que extrae litio puede también producir las baterías”.
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