6. CONCLUSIONES
La amalgamación es uno de los métodos más antiguos para recuperar oro. Según Herbert Hoover, en una nota de pie de su traducción del libro de Georgius Agrícola De Re Metallica, la amalgamación de oro data posiblemente de tiempos del Imperio Romano. La amalgamación de minerales auríferos es descrita por Agrícola en De Re Metallica en su obra publicada en 1556, que en esencia es el mismo proceso que se practica hasta ahora. Los únicos cambios están en la maquinaria empleada y el tipo de energía utilizada para moler, mezclar y separar el oro del mercurio.
Debido a factores técnicos, económicos, sociales e incluso culturales, por el momento es difícil reemplazar la amalgamación por otra técnica en las operaciones de la pequeña minería en el país, ya que la amalgamación es y seguirá siendo el método más sencillo, rápido y efectivo para separar oro de otros minerales pesados. Por tanto, la solución inmediata es restringir el uso de mercurio a la amalgamación de concentrados en circuito cerrado, el uso de retortas para separar adecuadamente el mercurio del oro y posteriormente la reactivación del mercurio para ser nuevamente utilizado en otro proceso de amalgamación. En este punto se ha trabajado bastante en Bolivia realizando sobre todo investigación aplicada que proponga soluciones prácticas a los problemas detectados, en una relación directa entre instituciones o proyectos de cooperación internacional, las Universidades más importantes del país y los propios mineros.
Sin embargo, aunque hoy en día los procesos químicos y físicos están más claramente entendidos, es un hecho evidente que en la pequeña minería aurífera, en la mayoría de los casos se siguen utilizando métodos rudimentarios y artesanales para recuperar el oro.
Un menor consumo de mercurio y una mayor recuperación de oro, implica un ingreso más alto, hecho que los mineros entienden bien. Por lo tanto, mejorar los procesos de concentración gravimétrica juega un papel importante en la reducción de la contaminación con mercurio.
Como se podrá ver, existen soluciones prácticas, sencillas y baratas que permiten reducir drásticamente el consumo de mercurio, su manejo es más seguro, los costos de operación bajan (porque no se compra mercurio nuevo) y se evita la contaminación del aire, el agua y el suelo.
Se reitera, si no se puede eliminar totalmente la amalgamación, necesariamente se tiene que optimizarla y restringirla a circuitos cerrados, de esta manera el mercurio se convierte en un insumo útil en la minería del oro. Felizmente este aspecto está siendo bien entendido y comprendido por muchos operadores mineros en el país quienes vienen implementando una serie de medidas técnicas y ambientales en sus operaciones.
Los datos presentados por Mercury Watch y la referencia que se hace de Bolivia están completamente alejados de la realidad. Un trabajo permanente y sostenido en el sector de la pequeña minería aurífera a lo largo de casi 20 años permite aseverar este hecho.
(*) Ingeniero
Fundación MEDMIN
Enero – 2013
Nota de redacción: Hemos completado la publicación de todo el artículo que nos envió nuestro dilecto colaborador el Ing. Félix Carrillo a quien agradecemos por permitirnos hacer conocer a nuestros lectores, interesantes aspectos como los referidos a "La realidad del mercurio en Bolivia".
El Editor
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