domingo, 5 de abril de 2009

La industria automotriz revive el interés por el litio boliviano


La matriz energética comienza a cambiar en el mundo, y del uso de combustibles orgánicos (gasolina y diesel, entre otros), cada vez son más los países que optan por la energía eléctrica, con el propósito de reducir costos y la contaminación ambiental.

Este hecho hizo renacer el interés por el litio de Bolivia, que con 5.000 millones de toneladas métricas del metal, es el país con las mayores reservas mundiales.

La primera vez que la reserva del salar de Uyuni despertó el interés internacional fue en 1992. Entonces, la empresa británica Lithco estuvo a punto de explotar el litio, sin embargo fue obligada a declinar por la presión de grupos sociales de Potosí, que no permitieron que el metal salga con pocos beneficios para la nación.

Tras 17 años, el mundo vuelve a mirar a Bolivia, ahora que la ciencia desarrolla investigaciones para perfeccionar la industria de los vehículos eléctricos, y lograr que la energía de una batería de litio (liviana) dure años sin ser recargada, a diferencia de las actuales, que deben ser llenadas cada 50 ó 70 kilómetros.

Prueba de ello es el manifiesto interés de empresas como las japonesas Sumitomo y Mitsubishi, la francesa Bolloré y la coreana LG (proveedora de General Motors) por explotar el litio que se halla en el salar de Uyuni. Pero además de éstas, hay otras compañías de Brasil y Estados Unidos que también miran con interés al país, afirma Freddy Beltrán, director general de Minería.

A la fecha, el país que produce la mayor cantidad de carbono de litio es Chile, cuyas reservas en Atacama llegan a 3.000 millones de toneladas métricas y son las segundas más grandes del planeta. El producto es utilizado para la fabricación de baterías de celulares y de vehículos, cámaras y computadores portátiles.

El interés de las empresas transnacionales abrió los ojos del Gobierno, que ya inició la construcción de una planta piloto de carbonato de litio en Uyuni. Se prevé que la instalación esté terminada hacia diciembre y que comience a operar el 2010, con una producción de 40 toneladas, según explica el ministro de Minería, Alberto Echazú.

Las expectativas son mayores, pues según Beltrán, las reservas probables cuadruplicarían los 5.000 millones de toneladas métricas de reservas probadas.

Sin embargo, Beltrán aclara que esta planta no tiene objetivos económicos, sino que será la base del diseño de una gran factoría para la industrialización del litio. La autoridad minera señala que Bolivia está consciente de que el proyecto requerirá de un socio capitalista, ya que se necesitará de un mínimo de 200 millones de dólares de inversión.

Sin embargo, el director de Minería señala que, si bien las empresas interesadas tuvieron contactos serios y oficiales con el Ejecutivo, estas compañías realizan buenas ofertas para llevarse la materia prima, cuando lo que pide el Gobierno es que se haga la industrialización del litio en el país. “Las reglas son claras en cuanto al riesgo compartido con el Estado y la parte impositiva, pero realmente el freno es que las empresas quieren llevarse la materia prima, quieren torcernos el brazo para que les vendamos el carbonato de litio. Nos dicen ‘podemos financiar la planta y pagar buen precio, pero déjennos llevarnos el carbonato’”.

Indica que ahora las empresas interesadas deben competir y la que presente el mejor proyecto de industrialización estará más cerca del litio boliviano. “Vamos a hacer acero en el Mutún, cobre metálico en Corocoro, todos nuestros contratos van hacia la obtención de valor agregado, con el litio también queremos eso”.

El proyecto piloto tiene un avance de 35%

La planta piloto para la producción de carbonato de litio, cuya construcción empezó en mayo del 2008, ya tiene un 35% de avance, según el director general de Minería, Freddy Beltrán.

Bolivia está interesada en desarrollar la producción de este metal —cuyo precio en menos de cinco años subió de 30 a 300 dólares el kilo— para la industria automotriz, que hacia el 2020 habrá copado el mercado con vehículos eléctricos que funcionan con baterías de litio.

La planta piloto está ubicada en el cantón Río Grande de la provincia Nor Lípez, del departamento de Potosí.

La construcción de la factoría tendrá un costo aproximado de $us 6 millones. Se prevé que la obra esté lista hasta diciembre de este año. Mensualmente, la planta producirá 40 toneladas métricas de carbonato de litio, 30 toneladas de ácido bórico, entre 200 y 400 de sulfato de cloruro de potasio, 400 toneladas de cloruro de magnesio, 120 de carbonato de sodio y 350 toneladas de bórax. La obra genera 95 empleos directos y 130 indirectos.

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