Pese al descenso de los precios de minerales en el mercado externo desde el pasado año, los índices de las exportaciones marcan cifras interesantes que significan particularmente beneficios en valor más significativamente que en volumen, esto debido a que mientras los precios estuvieron en auge con limitadas exportaciones se cubrían costos de operación y se lograban buenas utilidades; posteriormente los precios bajaron y se hizo imperioso aumentar los volúmenes exportables para compensar la diferencia de precios.
Cuando se hace referencia al potencial minero nacional, hay que recuperar de los informes del INE algunos detalles interesantes aunque retroceden en el tiempo y se ubican como referencia en los años 2003 al 2005, cuando un auge de precios y cierta estabilidad permitió incrementar el valor de las ventas de nuestros minerales al exterior con importante recuperación que oscilaba entre poco menos de 400 millones de dólares que paulatinamente alcanzó más de 1.900 millones de dólares, abarcando la buena racha hasta mediados del 2008.
Hay que mencionar grandes inversiones, como las de San Cristóbal con la Apex Silver inicialmente, el caso de San Bartolomé y Manquiri también en Potosí o el caso de Inti Raymi en Oruro, que son parte de la minería mediana privada que dispone capitales y tecnología y tarda un promedio de 3 a 5 años para comenzar operaciones, se mencionó que San Cristóbal demoró casi una década en ingresar a la fase de explotación.
Algunos datos
Se considera muy positivo el incremento de producción minera en un periodo de hace cinco años atrás y la última gestión del 2008. En el caso del estaño si bien el volumen productivo no tuvo un significativo incremento, pues un registro pasado marcaba 16.755 Toneladas Métricas Finas TMF hacia la gestión pasada sólo aumentó poco menos de mil toneladas registrando 17.320 TMF, pero lo sobresaliente es que el valor de las exportaciones se incrementó de casi 82 mil dólares a poco menos de 315 mil dólares.
El zinc que resulta en el actual periodo el más castigado en la escala de los precios internacionales, se apuntaba con 145 mil TMF pero para el control máximo del 2008 la cifra se elevó a 383.618 TMF, significando que el valor de la producción subió de 120 mil a más de 709 mil dólares.
En el caso particular de la minería estatal, Huanuni es el mejor referente de lo que se puede lograr en materia de explotación y comercialización. Una vez que se consolidó la incorporación de 4.000 trabajadores a la planilla regular, es obvio que debía incrementarse la producción. Inicialmente no hubieron muchas sorpresas, pero poco a poco, como señalan los ejecutivos de esa empresa se doblará el promedio productivo diario que oscila entre 700 y 900 toneladas y que en mayo podrán ser 1.500, para satisfacer plenamente el requerimiento que tendrá la Fundición de Vinto, también mejorada en su sistema técnico.
En lo que corresponde al futuro emprendimiento del litio, en el sistema que fuera diseñado para su explotación, habrá cifras realmente millonarias para beneficio del Estado, de las regiones y en realidad de todos los bolivianos, la inversión es fabulosa pero los réditos serán también significativos.
Lo importante es que la minería en su conjunto, la privada y la estatal tienen en sus registros laborales la mayor cantidad de empleos del país, por eso es que el sector minero precisa de incentivos permanentes para seguir siendo el sostén de la economía nacional. Hay que afirmar las políticas mineras. (Uru)
Cuando se hace referencia al potencial minero nacional, hay que recuperar de los informes del INE algunos detalles interesantes aunque retroceden en el tiempo y se ubican como referencia en los años 2003 al 2005, cuando un auge de precios y cierta estabilidad permitió incrementar el valor de las ventas de nuestros minerales al exterior con importante recuperación que oscilaba entre poco menos de 400 millones de dólares que paulatinamente alcanzó más de 1.900 millones de dólares, abarcando la buena racha hasta mediados del 2008.
Hay que mencionar grandes inversiones, como las de San Cristóbal con la Apex Silver inicialmente, el caso de San Bartolomé y Manquiri también en Potosí o el caso de Inti Raymi en Oruro, que son parte de la minería mediana privada que dispone capitales y tecnología y tarda un promedio de 3 a 5 años para comenzar operaciones, se mencionó que San Cristóbal demoró casi una década en ingresar a la fase de explotación.
Algunos datos
Se considera muy positivo el incremento de producción minera en un periodo de hace cinco años atrás y la última gestión del 2008. En el caso del estaño si bien el volumen productivo no tuvo un significativo incremento, pues un registro pasado marcaba 16.755 Toneladas Métricas Finas TMF hacia la gestión pasada sólo aumentó poco menos de mil toneladas registrando 17.320 TMF, pero lo sobresaliente es que el valor de las exportaciones se incrementó de casi 82 mil dólares a poco menos de 315 mil dólares.
El zinc que resulta en el actual periodo el más castigado en la escala de los precios internacionales, se apuntaba con 145 mil TMF pero para el control máximo del 2008 la cifra se elevó a 383.618 TMF, significando que el valor de la producción subió de 120 mil a más de 709 mil dólares.
En el caso particular de la minería estatal, Huanuni es el mejor referente de lo que se puede lograr en materia de explotación y comercialización. Una vez que se consolidó la incorporación de 4.000 trabajadores a la planilla regular, es obvio que debía incrementarse la producción. Inicialmente no hubieron muchas sorpresas, pero poco a poco, como señalan los ejecutivos de esa empresa se doblará el promedio productivo diario que oscila entre 700 y 900 toneladas y que en mayo podrán ser 1.500, para satisfacer plenamente el requerimiento que tendrá la Fundición de Vinto, también mejorada en su sistema técnico.
En lo que corresponde al futuro emprendimiento del litio, en el sistema que fuera diseñado para su explotación, habrá cifras realmente millonarias para beneficio del Estado, de las regiones y en realidad de todos los bolivianos, la inversión es fabulosa pero los réditos serán también significativos.
Lo importante es que la minería en su conjunto, la privada y la estatal tienen en sus registros laborales la mayor cantidad de empleos del país, por eso es que el sector minero precisa de incentivos permanentes para seguir siendo el sostén de la economía nacional. Hay que afirmar las políticas mineras. (Uru)
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