El Gobierno boliviano acusó ayer a la mayoría opositora en el Senado de tener bloqueado un proyecto de inversión de Corea del Sur para la explotación de cobre en la zona minera de Coro Coro, en el departamento de La Paz.
En la reapertura de la embajada de Seúl en La Paz, tras once años cerrada, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, comentó que un acuerdo entre una empresa surcoreana y la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) está paralizado en el Senado tras haber sido aprobado por la Cámara de Diputados.
Según este acuerdo, la inversión inicial surcoreana en la explotación de cobre ascendería a diez millones de dólares y en los dos siguientes años podría llegar a los 200 millones.
La exploración, explotación y refinamiento del cobre serán gestionados de forma compartida entre Comibol (60 por ciento) y la empresa coreana (40 por ciento), de la que no se detalló el nombre.
“Es una gran iniciativa porque potencia la actividad minera boliviana (…) La Cámara de Diputados aprobó el mes de diciembre este proyecto, pero el bloqueo de la oposición hace que lleve cuatro meses durmiendo en el Senado”.
El Vicepresidente boliviano se comprometió ante los representantes surcoreanos a impulsar el proyecto, y en caso de que el Senado no lo apruebe, a aplicar los mecanismos necesarios para acelerar la iniciativa.
Corea del Sur, que en 2008 compró el 40 por ciento de las exportaciones minerales bolivianas por un valor de 815 millones de dólares, representa su principal mercado en el sector.
“Estamos satisfechos de ello, hay un fuerte vínculo entre la producción boliviana y el desarrollo industrial coreano”.
La autoridad también destacó el ejemplo que representa el pueblo surcoreano para Bolivia, ya que en poco más de 50 años pasaron de una economía pobre agrícola a ser un referente mundial en el ámbito industrial y tecnológico.
“Corea es un ejemplo interesante, era un país pobre que ha logrado el éxito. Tenemos un destino común en cuanto a ejemplo de superar adversidades y debilidades”.
En la reapertura de la embajada de Seúl en La Paz, tras once años cerrada, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, comentó que un acuerdo entre una empresa surcoreana y la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) está paralizado en el Senado tras haber sido aprobado por la Cámara de Diputados.
Según este acuerdo, la inversión inicial surcoreana en la explotación de cobre ascendería a diez millones de dólares y en los dos siguientes años podría llegar a los 200 millones.
La exploración, explotación y refinamiento del cobre serán gestionados de forma compartida entre Comibol (60 por ciento) y la empresa coreana (40 por ciento), de la que no se detalló el nombre.
“Es una gran iniciativa porque potencia la actividad minera boliviana (…) La Cámara de Diputados aprobó el mes de diciembre este proyecto, pero el bloqueo de la oposición hace que lleve cuatro meses durmiendo en el Senado”.
El Vicepresidente boliviano se comprometió ante los representantes surcoreanos a impulsar el proyecto, y en caso de que el Senado no lo apruebe, a aplicar los mecanismos necesarios para acelerar la iniciativa.
Corea del Sur, que en 2008 compró el 40 por ciento de las exportaciones minerales bolivianas por un valor de 815 millones de dólares, representa su principal mercado en el sector.
“Estamos satisfechos de ello, hay un fuerte vínculo entre la producción boliviana y el desarrollo industrial coreano”.
La autoridad también destacó el ejemplo que representa el pueblo surcoreano para Bolivia, ya que en poco más de 50 años pasaron de una economía pobre agrícola a ser un referente mundial en el ámbito industrial y tecnológico.
“Corea es un ejemplo interesante, era un país pobre que ha logrado el éxito. Tenemos un destino común en cuanto a ejemplo de superar adversidades y debilidades”.
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