Molestos por haber sido retirados del Congreso Ordinario de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), los cooperativistas de Porco ingresaron al edificio del canal de televisión de la entidad y tomaron rehenes.
A través del teléfono, uno de los trabajadores indicó que estaban en calidad de rehenes porque los mineros no les dejaban salir y solicitó que se dé parte a los dirigentes de Fedecomin para que hagan algo para que les liberen.
El problema comenzó cuando, a fines de 2007, los cooperativistas de Porco compraron la Galería Copacabana de calle Bolívar para su institución matriz y a cambio debían recibir dos ambientes para sus oficinas.
De una forma muy sospechosa, algunos dirigentes devolvieron el edificio y compraron otro en calle La Paz, donde actualmente funciona el canal.
Además, en el último congreso del sector se impidió que los delegados de la cooperativa Porco participen en calidad de delegados plenos porque supuestamente no tenían aporte alguno a la institución.
Las bases se preguntaron a dónde fueron a parar los 120 mil dólares destinados a la compra de un edificio además de los recursos que desde agosto pagan mes tras mes y que supuestamente fueron retirados de la empresa Sinchi Wayra por el tesorero de Fedecomin.
No se pudo conocer la versión del nuevo presidente de Fedecomin, Benito Ramos, quien no atendió su celular al cual se le llamó para consultar sobre este tema.
Se conoció que al cierre de edición los trabajadores del canal ya habían sido liberados y que los mineros sólo custodiaban el inmueble de calle La Paz en el que funciona el canal de televisión que es de propiedad de Fedecomin.
A través del teléfono, uno de los trabajadores indicó que estaban en calidad de rehenes porque los mineros no les dejaban salir y solicitó que se dé parte a los dirigentes de Fedecomin para que hagan algo para que les liberen.
El problema comenzó cuando, a fines de 2007, los cooperativistas de Porco compraron la Galería Copacabana de calle Bolívar para su institución matriz y a cambio debían recibir dos ambientes para sus oficinas.
De una forma muy sospechosa, algunos dirigentes devolvieron el edificio y compraron otro en calle La Paz, donde actualmente funciona el canal.
Además, en el último congreso del sector se impidió que los delegados de la cooperativa Porco participen en calidad de delegados plenos porque supuestamente no tenían aporte alguno a la institución.
Las bases se preguntaron a dónde fueron a parar los 120 mil dólares destinados a la compra de un edificio además de los recursos que desde agosto pagan mes tras mes y que supuestamente fueron retirados de la empresa Sinchi Wayra por el tesorero de Fedecomin.
No se pudo conocer la versión del nuevo presidente de Fedecomin, Benito Ramos, quien no atendió su celular al cual se le llamó para consultar sobre este tema.
Se conoció que al cierre de edición los trabajadores del canal ya habían sido liberados y que los mineros sólo custodiaban el inmueble de calle La Paz en el que funciona el canal de televisión que es de propiedad de Fedecomin.
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