Este es un asunto de mucha espera, propiamente cuatro años, pues hay que recordar que el 2010 se hizo el primer anuncio de la "instalación de una fundición de zinc, abriendo el nuevo horizonte para Oruro", fue durante la gestión del entonces ministro de Minería, José Pimentel, y de Hugo Miranda Rendón como presidente de la Comibol.
Fue realmente un espectacular anticipo de lo que podía hacerse en Oruro, "disponiéndose de 250 millones de dólares para la construcción de esa planta que significaría la creación de fuentes de empleo y permitiría que Bolivia obtenga ganancias adicionales por la extracción de otros metales que hasta ahora benefician a fundiciones extranjeras". Así se presentó originalmente el proyecto que posteriormente se amplío también para Potosí, con similares características e igual financiamiento.
Un detalle de la convocatoria señalaba que "las empresas oferentes deberán adjudicarse la obra bajo la modalidad de "llave en mano" y determinar además, el lugar más adecuado para la instalación de la fundición".
De ahí adelante el recuento de datos señalando la primera convocatoria de octubre de 2010 a la que se presentó la firma china Henan Yuguang International Economic & Technical Cooperation que se adjudicó la obra en noviembre del 2011, pero la licitación se anuló por fallas en el cumplimiento de plazos para la entrega de documentación.
El siguiente año 2012 en el mes de marzo se liquidó una segunda adjudicación del proyecto, en esa oportunidad a favor del consorcio hispano – brasileño Técnicas Reunidas – Setal, que tampoco cumplió alguno de los requisitos de la convocatoria. La suerte parece no acompañar al proceso de licitación de la planta de zinc, la tercera que fue presentada en diciembre del 2013 tampoco fue la vencida. Un cuarto intento está en tratamiento se lanzó el pasado mes de abril de la gestión que corre, pero todavía sin resultados.
Según autoridades del Gobierno se prevé que a medio año del 2015 podría iniciarse la construcción de las refinerías de zinc, en Oruro y Potosí utilizando -y esto es lo interesante- recursos de la Comibol que ya tiene programados, en su Plan Operativo Anual (POA) de la próxima gestión 500 millones de dólares, considerando 250 millones para cada una. Decíamos interesante el asunto pues se estaría devolviendo en parte la función administrativa y financiera a la estatal minera, cuando se dice que el monto referido está consignado en su POA.
Los analistas se preguntan, cuánto más tiene Comibol en su POA y cuáles serán los proyectos que impulsará en su realización, sólo para hablar de la venidera gestión. Cómo está financiando tales recursos la Comibol que hasta hace poco se debatía en la incertidumbre de su permanencia y hacía esfuerzos para cubrir los gastos de su abultada planilla salarial.
Sí, se ha ingresado en la reestructuración de la Comibol y se le dotará de los recursos necesarios para emprendimientos mineros, el asunto es positivo mirándolo por el mejor ángulo, es decir ese que muestra una empresa con apoyo financiero suficiente para impulsar la minería boliviana. Si las cosas no van por esa línea, que además necesita una reestructuración de su esquema interno, Comibol seguirá siendo una "intermediaria" de recursos y documentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario