El dicho es apropiado…no todo lo que brilla es oro, y es bien cierto en materia de minería hay ciertas dificultades que postergan la aplicación de una nueva y verdadera política minera. Quien creyera, suponiendo que la promulgación de la Ley Minera abriría las puertas al desarrollo del sector y sucede que la cosa no va por ese camino.
Es urgente la reglamentación de la ley y para ese efecto representantes de los sectores protagonistas del hecho minero, los grandes y medianos, los mineros chicos todos privados, además la minería y el sector metalúrgico estatal, tanto como los mineros cooperativistas están a la espera de ser convocados para analizar, debatir, sugerir y aprobar ese reglamento operativo de la minería boliviana. Si bien se ha determinado reglas globales, los problemas están en los detalles y los mismos tienen que allanarse reglamentariamente.
A ese hecho se suma otro y es la falta de adecuación del sistema tributario para toda la minería. Actualmente se mantienen impuestos y regalías en función al anterior código minero. Como se suponía la nueva Ley debería haber incluido el tema, sin embargo por disposición del Ministerio de Finanzas será esa cartera la que establezca una nueva normatividad tributaria para todas las acciones mineras y los subsectores que la conforman.
El tema es que ya ha pasado cierto tiempo desde la promulgación de la Ley y todavía la cartera de Finanzas no ha hecho ni alusión a este caso, aunque se supone que una comisión trabaja en el delicado tema y que en su momento socializará su propuesta tributaria con los delegados de los sectores mineros.
Mientras esos problemas no sean solucionados, lo evidente es que se trabaja en función a un "tanteo" de posibilidades, que no son oficiales, que no significan ninguna garantía y por lo mismo en materia de inversiones no llama la atención de empresas o mineros industriales que estén dispuestos a exponer capital y tecnología para desarrollar nuevos proyectos.
La demora en la aplicación de normas, significa también que nadie sabe las condiciones para subsanar por ejemplo disposiciones como la consulta previa, que en materia minera está postergando el desarrollo de proyectos de exploración, (afecta también al sistema de hidrocarburos) o en otro campo del sistema aunque existe una ley especial, el caso de los avasallamientos a propiedades mineras sigue causando malestar entre trabajadores mineros y muchas dudas entre empresarios del sector.
Mientras tanto los megaproyectos están también en una etapa de sigiloso avance, pues la falta de reglas hace que existan ciertas limitaciones a la hora de querer desarrollar algunos proyectos, por ejemplo el de Mallku Khota o de manera más concreta otros planes de exploración, necesarios e ineludibles para definir nuevas e importantes operaciones en minería.
De lo que se trata en materia minera es de garantizar las inversiones con un flujo de capitales será posible prospectar, explorar y encarar la explotación de nuevos yacimientos. Es un proceso que demanda tiempo, por lo mismo no se lo puede perder con una prolongada espera del reglamento a la ley y la definición de un sistema tributario, flexible, realista, operativo y competitivo.
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