Cuando se trata de diamantes, Israel es uno de los líderes mundiales en el pulido y engaste de estas piedras preciosas.Sin embargo, la primera y hasta ahora única compañía buscadora de diamantes israelí lo hace no en procura de negocios y ganancias, sino para dar cumplimiento a lo que algunos consideran una profecía.
Los empleados y las máquinas de la Shefa Yamin trabajan desde hace una década en los alrededores de la ciudad de Haifa, empeñados en encontrar los diamantes que habrían sido enterrados “divinamente” en la zona, de acuerdo con la versión de un rabino de Nueva York.
Mares abundantes
Shefa Yamim, que significa “abundancia de los mares” en hebreo, fue fundada en 1999 por Avi Taub, un judío ortodoxo, para verificar la supuesta existencia de gemas de las que el rabino Menachem Schneerson habló al entonces alcalde de Haifa. “La singularidad de Haifa es que tiene un mar y tiene un valle (') y en el valle hay piedras preciosas y gemas. El santísimo, alabado sea, hizo una cosa maravillosa: las escondió en las profundidades de la Tierra”, dijo el rabino.
Schneerson era considerado por algunos de sus seguidores como una especie de mesías. Taub entre ellos y por eso sintió la necesidad de probar lo que decía su líder religioso. Los trabajos empezaron en medio del escepticismo de especialistas en minería, pero ahora Taub asegura que han encontrado fuertes indicios de depósitos de diamantes en la llamada Tierra Santa.
La minera israelí habría encontrado “indicaciones geológicas”, entre ellos 77 macro y micro diamantes, en las excavaciones, de acuerdo con Taub, quien es el jefe ejecutivo la compañía.
“Esto es una misión. Estamos hablando de la divina providencia. Espero tener el derecho de revelarlo”, dijo Taub a la agencia de noticias Reuters en su oficina de la ciudad de Akko.
No estamos solos
La de Taub no es la única empresa de exploración minera que trabaja en Israel siguiendo indicios religiosos en Tierra Santa. La petrolera Zion, con oficinas en Texas, está realizando prospecciones en la misma zona donde trabaja Shefa Yamin, inspirada en un mapa de las doce tribus bíblicas de Israel.
Con todo el optimismo y veneración religiosa que ponen estas empresas en sus exploraciones, todavía no han dado con hallazgos comercialmente viables.
Cuando Shefa Yamin quiso vender acciones en la bolsa de valores de Tel Aviv, los responsables del mercado bursátil postergaron su aparición pública hasta recibir confirmación del ministerio de Energía sobre la viabilidad de la empresa. Finalmente las acciones salieron a la venta en abril pasado y desde entonces ha mantenido un valor de mercado de 62 millones de dólares.
El asesor geoquímico de Shefa Yamim, Mark Fedikow, considera que “no hay razón por la cual no puedas conectar fe con economía en este caso”. Según Fedikow se trata de aceptar lo que dice el rabino, pero luego “los desarrollos posteriores no están basados en la fe sino en evidencia verificable”. Pero es en la evidencia estadística que algunos se basan para desechar las posibilidades de éxito de la minera israelí.
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