El vicepresidente Alvaro García Linera firma la puesta en vigencia del decreto supremo que da luz verde a la nacionalización de la mina Colquiri.
El Gobierno decidió pagar a la empresa Sinchi Wayra, filial de la Glencore, sólo el valor de la maquinaria y los insumos almacenados en la mina de Colquiri, no así las deudas de esta empresa.
“Hoy estamos firmando un gran decreto por doble motivo porque recuperamos la empresa que era del Estado: Colquiri, pasa a manos del Estado, gran avance, pero también estamos resolviendo democráticamente mediante la persuasión y el diálogo la contradicción entre dos sectores del pueblo boliviano: sistema cooperativo y sistema asalariado”.
La medida implica que el Gobierno no pagará ningún tipo de compensación a la suiza Gleencore por la explotación de aquella mina, cuyos trabajadores la ocuparon, provocaron el celo de los asalariados, hubo un par de enfrentamientos, al final ganaron los dos sectores y perdió el antiguo empleador.
Los primeros contactos entre el Gobierno y la Glencore, establecidos hace una semana, con el propósito de modificar los contratos de explotación, quedaron en el camino, por alguna circunstancia que no se aclaró hasta el momento. El Gobierno hizo otro giro en las negociaciones y decidió recapturar el control de este yacimiento minero luego de 12 años de privatización.
“La soberanía es cuando el pueblo decide su destino su futuro sin pedir permiso a patrones ni a poderes externos”, justificó Álvaro García Linera, quien ante la ausencia del presidente Morales firmó el decreto.
“Los opositores nos dicen ‘no tienen política minera’, porque para ellos la minería es entregar todo a los extranjeros. Pero la política minera es ésta: Estado, sistema cooperativo, inversión privada nacional y extranjera, la propia Constitución lo manda”, agregó Alvaro García.
A su turno, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Trujillo, calificó la fecha como “histórica” por el triunfo del diálogo democrático entre trabajadores y Gobierno “para resolver los problemas del país evitando el enfrentamiento y el innecesario derramamiento de sangre”, en alusión a la violencia desatada en Colquiri.
“La nacionalización fortalece al Estado y beneficia al pueblo, que contará con recursos para la educación y la salud”, destacó Trujillo.
Las tres minas de Glencore: Colquiri, Porco y Bolívar fueron escogidas por el Gobierno para ser las primeras en las que se aplicaría un cambio de contratos concertado, que dejaría en manos de Comibol la mayoría accionaria y el control de la operación.
El Gobierno fijó un plazo de 120 días para pagar el valor de la maquinaria a Sinchi Wayra, aunque no se especificó de cuánto dinero se está hablando. Los representantes de esta empresa no han querido pronunciarse de momento sobre esta medida y sobre la decisión de no otorgar ninguna compensación.
Por su parte, el presidente de la Corporación Minera de Bolivia, Héctor Córdoba, aseguró que esa empresa estatal duplicará la producción minera en el distrito de Colquiri (La Paz) y generará cerca de mil nuevos puestos de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario