Mineros asalariados que exigían la reversión de mina Colquiri.
Un estudio elaborado por el Sindicato de Trabajadores Mineros de Colquiri prevé que una vez que ese yacimiento sea revertido totalmente al Estado el número de trabajadores subirá de 430 a 1.600. El sector asegura que aún así la mina será rentable.
El dirigente de esa organización, Severino Estallani, dijo a Página Siete que “se ha hecho un estudio técnico, económico y jurídico para que la Comibol nos ayude por lo menos para que se llegue a 1.600 trabajadores regulares -independientes y de las cooperativas mineras- dentro de lo que es la empresa de Colquiri”.
La veta, propiedad de la Comibol y operada bajo contrato de riesgo compartido por la empresa Sinchi Wayra -filial en Bolivia de la compañía suiza Glencore- fue tomada a principios de este mes por las cooperativas que operan en la zona y que exigían que el Estado se haga cargo.
Según Estallani, el yacimiento donde trabajan 373 mineros, además de técnicos, “alcanza al menos a un equivalente de la producción de Huanuni”. En esa mina en Oruro hay unos 4.800 trabajadores y se producen 1.200 toneladas diarias de estaño.
Para los mineros sindicalizados, “con una mayor cantidad de compañeros se empezará a producir más”, por lo tanto, el mineral extraído aumentará de tal manera que la empresa sea rentable pese al gasto en salarios.
Ayer, fuera del Ministerio de Minería varios socios de cooperativas de ese distrito reclamaban pasar a la Comibol.
El representante de la sección San Carlos de la Cooperativa 26 de Febrero, Héctor González, descalificó a los dirigentes de su sector que el pasado viernes llegaron a un acuerdo con Sinchi Wayra, que les otorgaba el paraje El Rosario a cambio de que el Gobierno no nacionalice la mina.
“De 500 a 550 personas estamos dispuestos a ser sindicalizados y vivir dignamente, trabajar honestamente y no ser más cooperativistas”, precisó.
Sin embargo, a las 19:40 de ayer, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras firmó con el Gobierno un acuerdo para mantener aquellas áreas de Colquiri donde operan hace años, incluida la veta El Rosario. De esa manera se suspenden las medidas de presión del sector.
Su presidente, Albino García, dijo que “aquellos socios que pidieron ser de la Comibol serán expulsados y será responsabilidad del Estado hacerse cargo”.
Por su lado, los trabajadores sindicalizados esperaban anoche en vigilia la aprobación del decreto de nacionalización.
Analista alerta de baja productividad
Según el experto en minería Carlos Sandy, si el Gobierno y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) acceden a contratar a más empleados en Colquiri una vez que se nacionalice ese yacimiento, “sucederá lo mismo que en Huanuni, parecerá que se incrementa la producción, pero bajará la productividad”.
Sandy alerta que “la productividad se mide tomando en cuenta la cantidad de producción por el número de trabajadores; ésta bajará en comparación a la que tenía Sinchi Wayra”.
Por otro lado, los ingresos obtenidos se irán en salarios y en la compra de más material de trabajo, lo que causará que suba el costo de producción.
Para el analista, “lamentablemente, se va a ocupar una mina donde se trabajaba sistemáticamente, de forma ordenada, controlando las exigencias técnica y económicas. Todo eso será desbaratado si se incorpora a más mineros”.
La resolución del contrato entre el Estado y Sinchi Wayra, para Sandy, es una mala señal jurídica y pone en riesgo los otros dos contratos con esa empresa, bajo los cuales opera las minas Porco y Bolívar.
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