La apreciación no es reciente, los precios oscilan por ciclos y eso lo saben los expertos mineros que pasaron ya por circunstancias parecidas y han sugerido oportunamente a las autoridades del área de minería adoptar las previsiones del caso para conjurar situaciones como la que se presenta en la actualidad, cuando desde el máximo organismo de los trabajadores mineros asalariados, se lanza una voz de alerta frente a la emergencia que significa una abrupta caída en el precio del estaño y de otros minerales.El solo hecho de que la libra fina (LF) de estaño esté fluctuando entre 8 y 9 dólares, es un aviso que debe tomarse en cuenta, sabiendo que si los costos de producción descienden de los 8 dólares la situación es realmente conflictiva y obligará a tomar medidas de verdadera emergencia y en la práctica de manera especial en las minas no estatales donde es difícil producir por debajo del costo y subsistir.
Otra es la visión del sector estatal y especialmente de la mina de estaño más grande del país, Huanuni, donde si bien el costo tope mínimo de rentabilidad es también de 8 dólares, sus ejecutivos y los mismos trabajadores asumen que incrementando el volumen productivo pueden enfrentar la crisis cuya duración es difícil de predecir, por tanto los cálculos pueden deparar algunas soluciones temporales, pero pueden también estar alejadas de la realidad y en ésta última alternativa para Huanuni con 5 mil trabajadores la situación es sumamente delicada, aunque la necesidad obligará a encarar con prontitud un programa para diversificar la producción y explotar otros minerales que están en las entrañas del Posokoni.
El problema del estaño y su precio tiene otras derivaciones en el caso de nuestra economía, pues aparte de exportar sólo concentrados con precios que no son los ideales para impulsar nuestra minería, vendemos el estaño metálico de alta pureza que produce la metalúrgica de Vinto, empresa que está a punto de habilitar un nuevo horno de fundición, pero que sufriría contratiempos si disminuyen los precios del estaño y además baja la producción de este mineral.
Las autoridades no se han pronunciado oficialmente en torno a la situación reinante –por lo menos hasta el cierre de la presente edición– que realmente causa preocupación, sobre todo porque en el tiempo de los buenos precios no se adoptaron previsiones para compensar los tiempos de crisis como el que se vive actualmente. Se trata de una cadena con eslabones muy precisos, desde la extracción de la materia prima, su tratamiento en ingenio, su provisión a la metalúrgica o su exportación directa, además la propia producción en Vinto que al no contar con suficiente cantidad de concentrados, tendrá lamentables pérdidas de producción y de recuperación financiera.
Entonces el tema no es de simple imaginación o de pensar en que el proceso de precios puede ser temporal y por tanto no merece preocupación especial, lo cierto es que aún así -y ojalá suceda- mejoren los precios. En el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) debe existir un programa estratégico para captar recursos y crear un fondo de previsión que sea realmente una instancia de "salvataje" cuando el agua llega al cuello.
La Fstmb ha planteado un tiempo de 15 días, que ya están corriendo, para que desde el MMM se establezcan alternativas de solución a la crisis minera, advirtiendo que de no haber respuesta positiva se pedirá la renuncia del actual ministro, que seguramente está pensando en alguna estrategia que signifique seguridad para la actividad minera de manera general y no sólo parcial o coyuntural a fin de capear el temporal y quedarse en el cargo.
Dirigentes mineros han sido muy concretos al criticar las actividades de las autoridades del MMM y de la Comibol, instancias desde las cuales "salen muchas voces, se habla de importantes inversiones y planes de actividad minera con millones de dólares…pero sólo se trata de enunciados porque no hay resultados".
Más de un año que se perfiló la nueva ley minera y el proyecto sigue aún en tratamiento, seguramente su contenido será realmente innovador, altamente efectivo para encarar un repunte de la minería boliviana, permitiendo una abierta competencia con los países vecinos donde están concentrado grandes capitales, las más grandes operadoras mineras que disponen de capitales, transferencia de tecnología y experiencia para encarar mega proyectos como los que se desarrollan en Chile, Perú, Argentina, Colombia y Ecuador entre otros, mientras en el caso boliviano se sigue trabajando en una planta piloto experimental para encontrar una fórmula boliviana que permita la producción de carbonato de litio, pero no se sabe cuándo aunque hay quienes aseguran que "patentes asiáticas" más de una, ya han sido registradas para el mismo cometido.
La minería desde hace tiempo está atravesando por un periodo crítico, bajo variadas circunstancias, fluctuación de precios, reducción en volúmenes de producción, alteración de proyectos por avasallamientos y falta de garantías, negativa imagen a nivel internacional ahuyentando a inversionistas y carencia de una política minera que defina de una buena vez la verdadera reactivación del aparato productivo minero en todas sus instancias y con regulaciones apropiadas que permitan el crecimiento de todos los subsectores, entendiendo que este rubro puede pasar del segundo al primer plano en la generación de recursos financieros para el país y para muchas regiones en particular.
La emergencia que se origina actualmente en una caída de precios debería ser la "punta de lanza" para atacar los males que afectan al sector y limpiar el camino para fortalecer su crecimiento armoniosamente entre los sectores que por ligazón de tierra, suelo y subsuelo , deben compartir sin confrontaciones los maravillosos recursos estratégicos que nos proporciona la sabia naturaleza.
La minería es eso, parte de la naturaleza, su riqueza como otros recursos deben beneficiar a todos los bolivianos.
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