El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, aseguró ayer que “sigue en pie el contrato con Jindal y queremos trabajar para que ese contrato se acelere, se mantenga y comencemos a producir rápidamente acero en nuestro país”.
Ésa fue la respuesta del mandatario luego de que la empresa Jindal enviara desde la India una solicitud de resolución (rescisión) del contrato con el Estado boliviano.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, declaró el lunes que el país no tiene una alternativa para explotar el hierro del Mutún en caso de que la compañía india se vaya del país.
García Linera recalcó que “el Gobierno no ha roto el contrato, simplemente ha ejecutado las boletas de garantía ($us 36 millones)”, y advirtió de que la permanencia de la compañía india en Bolivia dependerá de su “voluntad y capacidad financiera”.
Añadió que la Empresa Siderúrgica del Mutún elabora una propuesta para acelerar inversiones en el 50% de yacimiento que está en manos del Estado.
El Gobierno está dispuesto a dialogar la propuesta que Jindal hizo el lunes, de reducir a la mitad la producción y la inversión (2.100 millones de dólares) establecidas en el acuerdo elevado a rango de ley.
“Entiendo que hay propuestas de hacer modificaciones al contrato; estamos dispuestos a oír”, aclaró García Linera.
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