La bendición de que en el exterior los minerales bolivianos se pagan a muy buen precio, por lo que en 2011 las exportaciones mineras generaron ganancias por valor de $us 4.000 millones, no se refleja en el cambio del perfil minero. Los analistas ven que la minería boliviana sigue siendo obsoleta, poco rentable y con una nula industrialización de minerales extraídos.
Juan Collque, economista y experto en temas mineros, señaló que los buenos precios internacionales datan de 2003 y que, a excepción del periodo 2008-2009, los demás años fueron positivos para el país y para los mineros.
Collque hizo notar que tanto las cooperativas, como la pequeña, mediana y gran empresa minera están siendo beneficiadas por las buenas cotizaciones y que el país, como pocas veces en su historia, tiene excelentes ingresos. Sin embargo, estos recursos no se los está invirtiendo para cambiar y mejorar el sistema de producción minera del país.
Collque señaló que el actual Gobierno se quedó a mitad del camino, pues no elaboró la estructura legal para dar un salto cualitativo en el sistema de extracción minera.
Similar criterio tuvo el economista Pablo Poveda, que remarcó que es un gran error que el Gobierno no aproveche esta bonanza de precios y que no defina cuál es la política minera que desea llevar adelante.
Para Poveda no contar con una nueva ley minera, con un nuevo código minero y con una clara legislación tributaria es una enorme pérdida para el país, que divaga entre excelentes precios internacionales y una producción anticuada y muy cara que hacen que nuestros minerales no sean más competitivos.
“Desde 2003 la tendencia es que el precio de los minerales suba y eso se debe a que China es el principal motor que necesita de estaño, plata, cobre y plomo. Por eso luego de una tendencia a la baja que terminó en 2002, el sector tendrá buenas noticias. ¿La pregunta es el Gobierno la sabrá aprovechar?”, dijo Poveda, que subrayó que con las actuales leyes vigentes, el monto de los impuestos y de las regalías que percibe el Estado siguen siendo insignificantes en comparación con la rentabilidad de las empresas privadas, un punto que, a su criterio, se debe equilibrar.
Ramiro Leaño, dirigente del distrito minero Bolívar (Oruro), destacó que la actual situación del sector es inmejorable y que desde hace nueve años el precio de los minerales está en ascenso, pero que esta situación en vez de lograr una armonía de trabajo está provocando enfrentamientos entre mineros cooperativistas y mineros asalariados.
Sobre el tema, Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), sostuvo que la toma de tierras o predios mineros tiene que ver fundamentalmente con el deseo de mejorar económicamente, dados los altos réditos que implica tal actividad. Frente a ello, lo que se impone es la aplicación del respeto a la ley.
Para Teodoro Astete, representante regional Oruro de la Federación de Mineros de Bolivia (los asalariados), el problema de la toma de predios es el resultado de que en el país no hay una adecuada estructura minera y que se ha dejado un vacío legal que no castiga a los que de manera ilegal toman minas y generan incertidumbre entre los potenciales inversores.
Astete cuestionó que por la falta de reglas claras, la producción minera sigue siendo solamente primaria, sin ninguna industrialización y con una tremenda dependencia del mercado externo.
“Como nunca en la historia el precio de los minerales está por arriba de nuestras expectativas. Es cierto que son muy volátiles, pero la tendencia hace varios años es que están caros, pero también como nunca el Gobierno no aprovecha esta situación para cambiar el sistema de producción y saltar hacia la tan ansiada industrialización”, puntualizó Astete.
Al respecto, tanto Collque como Poveda remarcaron que mientras no cambie el perfil de la producción minera, apoyado en un marco legal claro y serio el sistema productivo boliviano seguirá siendo de los más obsoletos de la región con la ironía de producir el más fino estaño, o la plata más preciada en viejos socavones con tecnología precaria y poco rentable.
Sobre el tema, se consultó con el Ministerio de Minería, pero evitaron hablar del tema, también se mandó un cuestionario a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), pero señalaron que por el tema de Colquiri no iban a poder responder.
“Pusimos candados a esta actividad”
Carlos Sandy- Geólogo
Hace muchos años que ya se aprobaron políticas mineras para su reactivación y exploración, pero lastimosamente, nosotros le hemos puesto unos candados terribles en la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
¿Cuáles son estos candados? El primero es esta famosa consulta que se debe realizar a los originarios que se encuentran en las zonas de los yacimientos, esto no ha sido reglamentado, menos aprobado en un nuevo código de minería, lo que nos está causando más de 100 tomas de predios y de empresas que ya están produciendo.
El segundo candado es la reinversión de las utilidades, pues según la CPE, las utilidades no pueden ser exportadas fuera del país, ese es un gran problema que tiene atado a los empresarios a realizar nuevas y mayores inversiones.
Fruto de estos candados, todavía no hemos aprobado un nuevo código, lo que genera tensión e incertidumbre.
Todo esto y pese a tener aprobadas distintas políticas mineras las mismas no van a tener el efecto esperado, pues todas estas trabas mencionadas anteriormente hacen que no exista una seguridad jurídica para las inversiones y eso es lo que está ocurriendo en estos últimos años.
Al no existir inversiones esta actividad es anticuada, es cierto que los precios son expectables, pero eso no es todo”.
Un negocio boyante
- Precios. Según datos del Ministerio de Minería la cotización de la libra fina (LF) de estaño se ubica en $us 8,8, la de plomo en $us 0,8, lo mismo que la de zinc, mientras que la LF de cobre vale $us 3,4. La onza troy de oro cotiza en $us 1.628 y la de plata se ubica en los $us 28,8.
- Dominio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la gestión 2011, los ocho minerales exportados por Bolivia fueron: plata y sus concentrados ($us 1.084 millones); zinc y sus concentrados ($us 944 millones); estaño en bruto sin alear ($us 385 millones); plata, incluida la plata dorada y platinada, aleada ($us 264 millones); plomo y sus concentrados ($us 241 millones); desperdicios y desechos de metales preciosos ($us 177 millones ); formas de oro en bruto ($us 88 millones), y estaño y sus concentrados ($us 69 millones). Este pequeño grupo de minerales significó un monto conjunto de $us 3.252 millones, vale decir, el 95% del valor total de los minerales exportados .
- Participación. Datos del Ministerio de Minería señalan que la minería mediana en el total de las exportaciones de 2011 tuvo una participación de $us 2.000 millones; sigue la minería chica y de las cooperativas que juntas suman un valor de $us 1.400 millones y luego recién se anota la minería estatal, que suma $us 250.208 millones.
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