En el Ministerio de Minería y Metalurgia se reconoce que el abrupto cambio en las cotizaciones internacionales de minerales “nos pescó” desprevenidos al no existir planes definidos para enfrentar la coyuntura del vaivén en los grandes negocios de los poderosos países que pueden controlar sus inversiones y negocios, a costa de los perjuicios que se ocasiona a los países productores que como el nuestro es dependiente de aquellas actitudes.
En ese sentido existen algunos proyectos interesantes que fueron explicados por funcionarios de la Comibol y del Ministerio de Minería con relación a las inversiones para completar la habilitación de un ingenio en Huanuni para mejorar el tratamiento de concentrados con destino a la fundición de Vinto.
A propósito de la Metalúrgica, se explicó también que el anuncio del Presidente Morales para invertir 15 millones de dólares en la modernización de los hornos aprovechando la tecnología “ausmelt” y que debería habilitarse en un lapso de dos años, podría sufrir alguna demora en función a la recuperación financiera de la propia metalúrgica.
En el caso de los trabajadores la situación se presenta con características muy alarmantes, de acuerdo a los datos del propio ministerio cuando reconoce que el “bajón” de precios podría afectar a los cooperativistas mineros que en todo el país son aproximadamente 50 mil. Otros datos estiman que de la minería chica dependen a nivel nacional por lo menos 3 mil trabajadores mientras que del sector de la minería mediana hay más de 5 mil trabajadores, todos susceptibles de lo que pueda suceder en el futuro. Hay que agregar el caso de casi 5 mil mineros de Huanuni y cerca de 2 mil de otras concesiones mineras en trabajo que igualmente se encuentran con “la espada sobre la cabeza”.
Las estimaciones se refieren estrictamente a los trabajadores en sí, pero el efecto del daño laboral -que ojalá no se produzca- tiene un efecto multiplicador de tres y hasta cinco personas dependientes de los titulares, lo que suma una cifra mayor a 300 mil afectados por la situación reinante.
PLAN DE CONTINGENCIA
Aunque ya lo explicamos en otra nota de la presente edición, el Ministerio de Minería hizo saber la aplicación de un “plan de contingencia” que podría aplicarse para evitar el colapso de la minería.
Sin embargo y sabiendo que no existen los recursos necesarios para este emprendimiento, se insiste en un cambio urgente de las políticas nacionales en materia de minería para dar sostenibilidad a cualquier opción de ayuda a los productores afectados por los precios bajos de minerales.
Las cifras de manera global son aterradoras y la carencia de planes de previsión en el tiempo actual es una realidad ineluctable.
En ese sentido existen algunos proyectos interesantes que fueron explicados por funcionarios de la Comibol y del Ministerio de Minería con relación a las inversiones para completar la habilitación de un ingenio en Huanuni para mejorar el tratamiento de concentrados con destino a la fundición de Vinto.
A propósito de la Metalúrgica, se explicó también que el anuncio del Presidente Morales para invertir 15 millones de dólares en la modernización de los hornos aprovechando la tecnología “ausmelt” y que debería habilitarse en un lapso de dos años, podría sufrir alguna demora en función a la recuperación financiera de la propia metalúrgica.
En el caso de los trabajadores la situación se presenta con características muy alarmantes, de acuerdo a los datos del propio ministerio cuando reconoce que el “bajón” de precios podría afectar a los cooperativistas mineros que en todo el país son aproximadamente 50 mil. Otros datos estiman que de la minería chica dependen a nivel nacional por lo menos 3 mil trabajadores mientras que del sector de la minería mediana hay más de 5 mil trabajadores, todos susceptibles de lo que pueda suceder en el futuro. Hay que agregar el caso de casi 5 mil mineros de Huanuni y cerca de 2 mil de otras concesiones mineras en trabajo que igualmente se encuentran con “la espada sobre la cabeza”.
Las estimaciones se refieren estrictamente a los trabajadores en sí, pero el efecto del daño laboral -que ojalá no se produzca- tiene un efecto multiplicador de tres y hasta cinco personas dependientes de los titulares, lo que suma una cifra mayor a 300 mil afectados por la situación reinante.
PLAN DE CONTINGENCIA
Aunque ya lo explicamos en otra nota de la presente edición, el Ministerio de Minería hizo saber la aplicación de un “plan de contingencia” que podría aplicarse para evitar el colapso de la minería.
Sin embargo y sabiendo que no existen los recursos necesarios para este emprendimiento, se insiste en un cambio urgente de las políticas nacionales en materia de minería para dar sostenibilidad a cualquier opción de ayuda a los productores afectados por los precios bajos de minerales.
Las cifras de manera global son aterradoras y la carencia de planes de previsión en el tiempo actual es una realidad ineluctable.
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