sábado, 27 de diciembre de 2008

Hay que diversificar la exploración y explotación de la riqueza orureña



Todo tiempo de crisis obliga a extremar recursos, aguzar el ingenio y en esa búsqueda de soluciones arriesgar ciertas condiciones que al no tener urgencias se mantienen dormidas o anquilosadas, hasta que la necesidad las despierta y las mueve como alternativas para enfrentar malos tiempos.

Es el caso de la minería que se desenvuelve cíclicamente con periodos de buenos y malos precios que son parte determinante del auge temporal o la debacle de la minería en todas sus fases y a nivel mundial. Está por demás señalar que en el caso nuestro (Bolivia), esos vaivenes de los precios inciden poderosamente en la economía por la dependencia a la que estamos sujetos al no diversificar nuestros sistemas productivos.

De manera general en materia de minería la atención de los productores está centrada en la explotación tradicional de minerales como el estaño, el zinc, plomo y plata, el oro y algunos otros, pero sin abrir posibilidades para otras riquezas que como el caso de Oruro, se encuentran a flor de tierra y explotadas en mínima escala.

Arena y cascajo
Rescatamos datos que nos ofreció el Ing. Carlos Sandy al referirse a otras fuentes importantes de reservas estratégicas, cuando menciona que en Oruro contamos con los yacimientos más grandes de arena y cascajo, los datos no están consignados en ningún documento ministerial. Machacamarca y Paria son los sitios donde existe ese interesante material, que algunas familias de la localidad de Paria aprovechan particularmente cuando existe auge en la construcción, percibiendo un promedio de 10 a 12 mil bolivianos por día, lo que muestra el potencial sólo de ciertas “canteras” que necesitan tratamiento técnico para mejorar su rendimiento, pero al mismo tiempo para formalizar su vigencia.

El Ing. Sandy es un convencido de la importancia que se debe dar a los procesos de exploración que nos permitirían cuantificar la existencia de yacimientos de materiales no metálicos, arcillas y otros que son de requerimiento diario en todo el país. Añade el experto que sólo un 15 por ciento del país está “prospectado y explorado” y se pregunta…¿qué es del 85 por ciento restante? Es justamente el reto para el Ministerio de Minería encarar ese trabajo de exploración frente a la crisis que se nos avecina, precisamente por el uso parcial y no a plenitud de nuestras riquezas por lo que recomienda que las políticas minero metalúrgicas, que debe aplicar el gobierno, tienen que ser serias y conducidas por profesionales de la materia.

El Salar de Coipasa
En la alternativa de enfrentar la caída de precios en los minerales tradicionales consultamos con el experto en temas mineros sobre las riquezas que podrían compensar con creces los malos tiempos, y por supuesto que las hay, como el Salar de Coipasa en Oruro donde según el Ing. Carlos Sandy, “lamentablemente, ni siquiera hay un proyecto para instalar una industria química que nos permita explotar y tratar minerales de nitrógeno, sales como potasio, sodio y otros para producir fertilizantes y otra serie de productos que ya deberían ser parte de nuestro comercio regional”, pero, añade el experto… que no hacemos nada, ni siquiera aprovechamos la maravillosa arcilla del altiplano que permitiría contar con fábricas de cerámica, tenemos hasta materiales volcánicos, entonces nos preguntamos “Qué es lo que no tenemos” y resulta que tenemos mucho pero no sabemos aprovechar esa riqueza.

Si el hierro del Mutún es otra potencial riqueza en el oriente, resulta que en Changolla está durmiendo otro millonario yacimiento de hierro, tan cerca de nosotros y sólo consignado como un proyecto más que duerme el “sueño de los justos”.

Hay mucho por hacer, demasiado por explorar y bastante por explotar, pero falta decisión regionalista para sacudirnos del marasmo y emprender un gran proyecto del desarrollo departamental.

Una charla interesante con un profesional que sabe del potencial de nuestra tierra, pero que al mismo tiempo muestra preocupación por el desinterés de los propios orureños que “teniendo todo, no tengamos nada más que explotar -fuera de lo tradicional- sabiendo que con la riqueza que posee Oruro podemos tener mucho empleo y desarrollo permanente en toda la región…estamos con el Ing. Sandy cuando asegura que debemos pasar de la teoría a la práctica, eliminando la politiquería y la incertidumbre que nos retrasa.

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