La fundidora tuvo que almacenar el mineral de Huanuni y ahora venderlo a menor precio.
La Empresa Metalúrgica Vinto fue militarizada para evitar que sea tomada por unos 200 trabajadores de Huanuni que cercaron ayer sus instalaciones para exigir el pago de 38 millones de dólares. La fundidora no pudo cancelar lo adeudado por una situación de iliquidez temporal agravada por la caída de las cotizaciones internacionales del estaño, que estuvo a punto de llevar a un enfrentamiento entre los trabajadores.
Una caravana de mineros sindicalizados se dirigió ayer hasta la fundidora, donde se temía una toma que finalmente no se hizo efectiva debido a las medidas de seguridad implementadas como precaución.
Los empleados de Huanuni decretaron el martes un paro indefinido y la toma de la fundición estatal para reclamar la obligación pendiente de pago.
La movilización que llegó hasta las inmediaciones de Vinto fue pacífica y la vigilia se extendió toda la jornada.
El dirigente José Trujillo informó que toda la producción de Huanuni se dirige a Vinto, y que durante estos meses incumplió con sus pagos.
El director de Minería, Freddy Beltrán, explicó que el problema se origina el momento en que Vinto dejó de procesar el mineral que compra de Huanuni en dos de sus cuatro hornos más grandes que ingresaron en un proceso de reparación.
La empresa había adquirido sin parar la producción de esa mina estatal en un promedio que alcanza a las 800 toneladas por día y a un precio que estaba por encima de los diez dólares la libra fina en los meses de mayo, junio y julio.
Sin embargo, con la paralización de los hornos no pudo procesar todo el mineral que le llegaba y tuvo que almacenarlo de manera temporal. Debido a esta situación tampoco logró fundirlo para su exportación.
Una vez solucionado el inconveniente, en agosto la compañía volvió a procesar los saldos, pero los precios internacionales del estaño comenzaron a descender y la empresa recibió menores ingresos por las exportaciones. En los hechos la empresa compró mineral a precios altos (encima de diez dólares) y ahora debe vender su producción a una cotización internacional del estaño que varía entre 5,30 y 5,40 dólares la libra fina. Esto le generó una situación de iliquidez temporal para cumplir con sus obligaciones.
Según Beltrán, Vinto honrará su obligación porque cuenta con la producción necesaria, aunque el stock que se encontraba almacenado aún está saliendo a los mercados.
“Vinto tiene las condiciones para pagar, cuenta con producción y ventas, pero el problema es que la producción estaba acumulada y no se ha vendido todo, se está en ese intento”.
El dirigente de los trabajadores de Vinto Fortunato López admitió que hubo problemas con los hornos y demora en la exportación porque la compañía estaba adecuando los contratos de venta en el exterior de Glencore, ex concesionaria de la fundidora. El Gobierno nacionalizó Vinto el año pasado.
La Empresa Metalúrgica Vinto, mediante un comunicado difundido en medios locales de la ciudad de Oruro, informó que la deuda alcanza a sólo 17,67 millones de dólares, debido a que no existe ningún contrato sobre los concentrados que Huanuni entregó en octubre y noviembre.
El dirigente Trujillo aseguró que la deuda corresponde
de enero a septiembre, y sumando las ventas de los recientes dos meses llega a 45 millones de dólares.
Después de un día de paro de los trabajadores de Huanuni, la empresa perdió hasta 200.000 dólares, dijo a radio Fides el presidente de la Corporación Minera de Bolivia, Hugo Miranda.
Según Trujillo, los efectos se sentirán en una menor inversión de Huanuni. “Estamos con la instalación de plantas de diamantina para ver que otros minerales existen en el distrito para diversificar el yacimiento”.
Una comitiva encabezada por el ministro de Minería, Alberto Echazú, se dirigió hasta Oruro para intentar solucionar el conflicto; hasta el cierre de edición continuaban reunidos.
La Empresa Metalúrgica Vinto fue militarizada para evitar que sea tomada por unos 200 trabajadores de Huanuni que cercaron ayer sus instalaciones para exigir el pago de 38 millones de dólares. La fundidora no pudo cancelar lo adeudado por una situación de iliquidez temporal agravada por la caída de las cotizaciones internacionales del estaño, que estuvo a punto de llevar a un enfrentamiento entre los trabajadores.
Una caravana de mineros sindicalizados se dirigió ayer hasta la fundidora, donde se temía una toma que finalmente no se hizo efectiva debido a las medidas de seguridad implementadas como precaución.
Los empleados de Huanuni decretaron el martes un paro indefinido y la toma de la fundición estatal para reclamar la obligación pendiente de pago.
La movilización que llegó hasta las inmediaciones de Vinto fue pacífica y la vigilia se extendió toda la jornada.
El dirigente José Trujillo informó que toda la producción de Huanuni se dirige a Vinto, y que durante estos meses incumplió con sus pagos.
El director de Minería, Freddy Beltrán, explicó que el problema se origina el momento en que Vinto dejó de procesar el mineral que compra de Huanuni en dos de sus cuatro hornos más grandes que ingresaron en un proceso de reparación.
La empresa había adquirido sin parar la producción de esa mina estatal en un promedio que alcanza a las 800 toneladas por día y a un precio que estaba por encima de los diez dólares la libra fina en los meses de mayo, junio y julio.
Sin embargo, con la paralización de los hornos no pudo procesar todo el mineral que le llegaba y tuvo que almacenarlo de manera temporal. Debido a esta situación tampoco logró fundirlo para su exportación.
Una vez solucionado el inconveniente, en agosto la compañía volvió a procesar los saldos, pero los precios internacionales del estaño comenzaron a descender y la empresa recibió menores ingresos por las exportaciones. En los hechos la empresa compró mineral a precios altos (encima de diez dólares) y ahora debe vender su producción a una cotización internacional del estaño que varía entre 5,30 y 5,40 dólares la libra fina. Esto le generó una situación de iliquidez temporal para cumplir con sus obligaciones.
Según Beltrán, Vinto honrará su obligación porque cuenta con la producción necesaria, aunque el stock que se encontraba almacenado aún está saliendo a los mercados.
“Vinto tiene las condiciones para pagar, cuenta con producción y ventas, pero el problema es que la producción estaba acumulada y no se ha vendido todo, se está en ese intento”.
El dirigente de los trabajadores de Vinto Fortunato López admitió que hubo problemas con los hornos y demora en la exportación porque la compañía estaba adecuando los contratos de venta en el exterior de Glencore, ex concesionaria de la fundidora. El Gobierno nacionalizó Vinto el año pasado.
La Empresa Metalúrgica Vinto, mediante un comunicado difundido en medios locales de la ciudad de Oruro, informó que la deuda alcanza a sólo 17,67 millones de dólares, debido a que no existe ningún contrato sobre los concentrados que Huanuni entregó en octubre y noviembre.
El dirigente Trujillo aseguró que la deuda corresponde
de enero a septiembre, y sumando las ventas de los recientes dos meses llega a 45 millones de dólares.
Después de un día de paro de los trabajadores de Huanuni, la empresa perdió hasta 200.000 dólares, dijo a radio Fides el presidente de la Corporación Minera de Bolivia, Hugo Miranda.
Según Trujillo, los efectos se sentirán en una menor inversión de Huanuni. “Estamos con la instalación de plantas de diamantina para ver que otros minerales existen en el distrito para diversificar el yacimiento”.
Una comitiva encabezada por el ministro de Minería, Alberto Echazú, se dirigió hasta Oruro para intentar solucionar el conflicto; hasta el cierre de edición continuaban reunidos.
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