Los comúnmente llamados "rescatiris", que intermedian en el proceso e comercialización de las cargas de minerales y los concentrados, están amasando millones pese a la crisis que agobia al resto de los mineros según denunció el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Potosí (FEPP), Roberto Emilio Valda.
Detalló que esas personas definen el precio que quieren para comprar los concentrados de plata y, como los mineros no tienen otra alternativa para la venta, deben aceptar perdiendo mucho dinero.
Los concentrados posteriormente son vendidos a los mayoristas que los acumulan para llevarlos a las fundiciones y en todo el proceso son los "rescatiris" quienes más ganan.
Valda sostiene que el gobierno nacional creó el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) precisamente para evitar el abuso de algunos pero, en el caso de Potosí, esa entidad no estaría haciendo nada.
Mientras los ingenios y las cooperativas se enfrentan a la posibilidad de un cierre, los "rescatiris" están ganando millones sólo por comprar los concentrados de plata para posteriormente acomodarlos con algún mayorista con el cual ya tienen convenios anticipados.
Los empresarios mineros señalan que es necesario que se asuman algunas acciones para que no se sigan cerrando las empresas, cooperativas e ingenios y una de ellas es que el gobierno busque mercados, que frene el abuso de los "rescatiris" y que se abra una sucursal de Vinto para la compra de estaño.
Consideran que el ciclo del zinc ya terminó en la ciudad de Potosí ya que del cerro salieron cerca de 4 millones de toneladas con ese mineral durante la época de la bonanza y el que existe hoy tiene muy bajo contenido de ley que está entre el 5 al 7 por ciento y, por ende, no existe posibilidad de mantener su explotación.
Detalló que esas personas definen el precio que quieren para comprar los concentrados de plata y, como los mineros no tienen otra alternativa para la venta, deben aceptar perdiendo mucho dinero.
Los concentrados posteriormente son vendidos a los mayoristas que los acumulan para llevarlos a las fundiciones y en todo el proceso son los "rescatiris" quienes más ganan.
Valda sostiene que el gobierno nacional creó el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) precisamente para evitar el abuso de algunos pero, en el caso de Potosí, esa entidad no estaría haciendo nada.
Mientras los ingenios y las cooperativas se enfrentan a la posibilidad de un cierre, los "rescatiris" están ganando millones sólo por comprar los concentrados de plata para posteriormente acomodarlos con algún mayorista con el cual ya tienen convenios anticipados.
Los empresarios mineros señalan que es necesario que se asuman algunas acciones para que no se sigan cerrando las empresas, cooperativas e ingenios y una de ellas es que el gobierno busque mercados, que frene el abuso de los "rescatiris" y que se abra una sucursal de Vinto para la compra de estaño.
Consideran que el ciclo del zinc ya terminó en la ciudad de Potosí ya que del cerro salieron cerca de 4 millones de toneladas con ese mineral durante la época de la bonanza y el que existe hoy tiene muy bajo contenido de ley que está entre el 5 al 7 por ciento y, por ende, no existe posibilidad de mantener su explotación.
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