El cobre y el zinc perdieron un 25% de su valor este año, mientras que el níquel cayó más de un 40%, presionados por la desaceleración económica en el mayor consumidor, China, el exceso de suministros y la fortaleza del dólar. En tanto, las preocupaciones sobre suministros más ajustados limitaron las pérdidas del plomo a un 4%, mientras que el aluminio y el estaño cedieron un 19% y un 24%, respectivamente, por preocupaciones sobre un superávit en el mercado.
La fortaleza del dólar encarece el valor de las materias primas en moneda estadounidense para los tenedores de otras unidades.
Los inversores esperan que los metales básicos hayan superado lo peor. Pero algunos gerentes de fondos y analistas prevén mayores pérdidas este año antes de que las mineras reduzcan de forma significativa la producción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario