Fondo de estabilización

Frente a los periodos de crisis, especialmente en el orden financiero, la única manera de sostener emprendimientos en el sector de la minería es acudiendo a préstamos económicos, que si no son estatales deben ser canalizados en cierto nivel de entidades financieras, no siempre dispuestas a prestar recursos en periodos difíciles o de dudosa recuperación presupuestaria.

Mucho se habla de la carencia de un fondo de emergencia para "salvar" las situaciones en que existe el riesgo de cerrar muchas empresas por falta de medios para enfrentar coyunturas como la que se vive actualmente con una caída de precios que lleva largo tiempo y que puede prolongarse mucho más.

Los industriales mineros privados de la denomina "minería chica", que siguen siendo parte activa de la producción de minerales, recuerdan con nostalgia y pesar, la desaparición del Banco Minero de Bolivia, una entidad sostenida por los propios empresarios del sector que cubría las necesidades de emergencia de estos productores, justamente cuando el vaivén de precios alteraba sus previsiones de rendimiento.

Un gobierno "poco amigo" del sector cerró el banco de apoyo a los mineros. En Oruro funcionó otro banco con empresarios mineros lamentablemente en un periodo de aguda crisis económica nacional, no pudo subsistir.

Hablando de la última década, un tiempo de bonanza por el atravesó la minería nacional, pese a la experiencia de los malos tiempos no se tomó la previsión de generar un ahorro obligatorio en las transacciones mineras, para crear el ansiado "Fondo de Estabilización" con fondos de los propios productores, seguramente con un soporte de apoyo institucional sectorial y otro gubernamental, para disponer recursos en periodos como el presente, cuando lo que se necesita son recursos económicos para sobrellevar las contingencias de periodos cíclicos de precios.

En más de diez años, ninguna autoridad de las muchas que pasaron por el Ministerio de Minería, se ocupó de establecer ese "fondo" de recursos para impulsar al sector minero. Ahora se reconoce que tampoco los dirigentes del sector asalariado minero o de las cooperativas, plantearon la creación del fondo de ahorro; sólo los "mineros chicos" replantearon la restitución de su Banco Minero, pero nadie les hizo caso.

Ahora que "las papas queman", todos los sectores necesitan fondos y no hay manera de canalizarlos si no es a través de recursos estatales, que no siempre están a disposición y simple requerimiento de los interesados, aunque su otorgamiento puede significar menores intereses y compromisos legales, eso se ha visto con algunos empréstitos del sector oficial a cooperativas que ahora tienen fuertes deudas y como van las cosas, seguramente difíciles de cubrir.

Un ejemplo que debería tomarse en cuenta en nuestro medio, es el que dispone el Parlamento de Chile para aprobar una ley creando un "fondo permanente de estabilización de precios", que compense las caídas temporales por efecto de las presiones internacionales. Algo hay que hacer para evitar el colapso minero.