Con los precios bajos de algunos minerales y la caída del precio del petróleo, que según prevén los expertos recién se recuperará hasta el año 2020, éste es un buen momento para organizar la minería. Así lo expone quien fuera por dos años viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico y presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) durante un año, el ingeniero Héctor Córdova.
Su vida profesional se ha desarrollado en torno a la minería; trabajó en empresas mineras y desde abril de 2007 hasta mayo de 2008 se desenvolvió como asesor en temas mineros dentro de la Cámara de Diputados. Hoy es investigador en esa área en la Fundación Jubileo y concedió una entrevista a Inversión para abordar la proyección de los minerales en un escenario que se plantea hacia la baja.
- Los precios de algunos minerales están en sostenida caída. ¿Cómo observa este 2016 en cuanto a las cotizaciones?
- Lo principal que gobierna en los precios es la relación oferta-demanda, como había subido tanto la demanda, sobre todo por el vertiginoso crecimiento de China, la oferta trató de ponerse a la par, pero siempre estaba por detrás, por eso los precios fueron subiendo constantemente y varias operaciones se empezaron a poner en marcha para tratar de cubrir la demanda. Pero China frenó bruscamente, ello ha hecho que la oferta entre en off side porque creció tanto que sobrepasó a la demanda, entonces los precios van a bajar. El proceso de reequilibrio entre oferta y demanda no dura poco tiempo, hay muchas operaciones privadas y públicas que quieren sobrevivir y siguen metiendo mineral, y eso va a durar todo este año porque no es tan fácil cerrar una operación minera.
Ha empezado también un proceso especulativo; empresas que tienen mucho capital están comprando a precio bajo para vender el mineral cuando los precios comiencen a subir, así que el incremento en los precios será lento.
Considero que a partir de 2017 la demanda otra vez crecerá de a poco. Por eso, es un buen momento para invertir en fundiciones, es un buen momento para organizar la minería, para que cuando suban los precios ya no explotemos minerales, sino metales.
- Bolivia depende mucho de los minerales, no sólo por las empresas que operan en el país, sino sobre todo por las miles de cooperativas que son la fuente de trabajo de mucha gente. ¿Qué debería hacer el Estado en este momento?
- Yo creo que el Estado en este momento tiene que trabajar en organizar la minería, hasta ahora la minería ha sido pilotada por la iniciativa privada. Un minero dice: "Aquí quiero hacer minería” y lo hace y exige al Estado una serie de cosas, como caminos, gas, electricidad, y el Estado se mueve en ese sentido; no hay iniciativa propia. Otra cosa sería que el Estado permita hacer exploración en las áreas que ha determinado y que instale plantas de fundición, para no explotar más concentrados, y se proponga sólo explotar minerales para los que tendría fundiciones. Así se organiza bien el asunto y el Estado no pierde, porque cuando permite hacer minería donde las empresas quieran y como ellas quieran se exportan concentrados y pierde su patrimonio porque por tener liquidez se transfiere riqueza al extranjero.
- ¿Y la exploración?
-La Comibol identificó 26 áreas con 33.500 cuadrículas de posibles reservas; en 2012 salió un decreto para explorarlas y eso fue incorporado en la misma Ley Minera. Ese trabajo, según el Ministerio de Minería y Metalurgia, costará cerca de 2.500 millones de dólares en cinco años; eso quiere decir 500 millones por año. Yo veo verde eso, porque en el mundo no se está invirtiendo en exploración. En 2007, todo el mundo había gastado 130 mil millones de dólares en exploración, en 2013 eso bajó a 12.000 millones de dólares, es decir, menos del 10% de seis años atrás. Y el año pasado, prácticamente los inversores decidieron no invertir en exploración, sino en operaciones que ya están en marcha o que están a punto de entrar en operación.
- ¿Pero los costos de construcción de plantas de fundición son bajos?
- Claro. Porque ¿cuál es el principal insumo para montar una planta? El hierro, todo se hace con hierro, y el hierro está tan bajo que vale la pena construir ahora plantas, construir todo de acero, de fierro, sí, hay que aprovechar esta coyuntura. Lo que nos costaría sería la tecnología, porque hemos cerrado nuestro instituto de investigaciones y no generamos nuestra propia tecnología, hay que comprarla, pero al margen de eso la construcción ha bajado muchísimo, hay que aprovechar ese punto.
Y cuando en 2017 comiencen a subir los precios habrá un periodo largo de ascenso del precio de a poco. Porque el juego de oferta-demanda se vio influido por aspectos geopolíticos: la tasa de interés de Estados Unidos que viabiliza unas operaciones e inviabiliza otras ha hecho bajar los precios de los minerales, pero hay la esperanza de que con el petróleo bajo muchas industrias se animen a producir más y la demanda crecerá.
- ¿Quiere decir que con el precio del crudo a la baja se abre un escenario conveniente para los minerales? Muchos expertos dicen que las cotizaciones del petróleo recién se recuperarán hasta 2020.
- El precio del petróleo está influido también por una cuestión geopolítica, porque cuando se han puesto en marcha las operaciones de fracking, ese petróleo de esquisto tiene un costo de operación muy alto; entonces, los que obtienen el petróleo convencional, parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), están esperando que quiebren las operaciones de shale, por eso mantienen su nivel de producción y todo apunta a que lo van a lograr, de hecho están ya en quiebra empresas que operan shale. Entonces el bajo precio del petróleo también va a beneficiar al incremento de la demanda de minerales y metales.
Karachipampa tendrá fallas hasta que se domine la operación
La planta de fundición de Karachipampa "es una viejita de 80, a la que quieren hacer funcionar como a una de 20”, compara el exviceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico y expresidente de la Comibol Héctor Córdova. En su opinión, el horno Kivcet, que por tercera vez tuvo fallas en su funcionamiento, presentará nuevas necesidades de arreglo en siguientes ocasiones, hasta que -como en cualquier maquinaria- todo quede a punto.
Está seguro de que funcionará bien una vez que sean superados los problemas, pero alega que la tecnología del sistema que funciona en Karachipampa es muy antiguo, es analógico y no tiene la capacidad de funcionar como se desea, lo cual hay que entender.
Esta semana se cumplió el plazo de 45 días que planteó el ministro de Minería, César Navarro, para la refacción del horno Kivcet, que explotó el 27 de noviembre de 2015.
Pero los trabajos continúan y se estima que se concluirán recién la primera semana de febrero, según dio a conocer a los medios de comunicación el gerente de la Empresa Metalúrgica de Karachipampa (EMK), Hugo Arando.
"Seguimos en la rehabilitación, esperamos que hasta los primeros días de febrero tengamos la rehabilitación de la planta”, informó.
Existe un cronograma de la EMK que les da tiempo hasta febrero para concluir con la reparación del horno.
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