sábado, 29 de noviembre de 2014

Panorama sombrío para la minería nacional

La caída en la cotización de los minerales que exporta nuestro país constituye un grave problema para el sector productivo minero, especialmente el estatal, pero afectando además a miles de cooperativistas y obligando al sector privado de la minería mediana y la pequeña a tomar medidas de emergencia para poder enfrentar la crisis de precios, que puede tener larga duración

Según los entendidos en la materia, si bien el problema tiene características especiales en los roles competitivos de las grandes industrias internacionales, especialmente en la posición de la China y en el otro lado el mercado de los Estados Unidos, que además de regular su producción industrial, controlan los mercados de abastecimiento de ahí que dominan el comercio de materias primas, imponiendo la reducción en los precios internacionales de minerales.

Este hecho, que por lo visto no preocupa de "gran manera" a las autoridades gubernamentales que insisten en señalar que "el país está en condiciones de enfrentar el periodo de crisis", ocasiona malestar en los sectores que realmente sentirán el impacto en corto tiempo, de persistir el gradual descenso en los precios.

Es la situación de la minería estatal y con su referente más sensible el caso de la mina de Huanuni, donde tiene que efectuarse un plan de contingencia que pueda equilibrar los costos de producción con el precio de la libra fina (LF) de estaño que está en un promedio de 9,00 dólares.

Un remedio puede ser el aumento de la producción, pero para ese fin se necesita una fuerte inversión que la propia empresa no dispone, por tanto se piensa en la rentabilidad de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y la triste realidad es que allí tampoco existen los recursos suficientes para un gasto de emergencia.

Los cooperativistas ya se adelantaron y han planteado al Gobierno la dotación de un soporte de contingencia para enfrentar la crisis de los precios, hecho que se da por descontado dadas las condiciones y relaciones entre las cooperativas y el Poder Ejecutivo.

En el caso del sector estatal igualmente la solución sólo puede darse con otro soporte, un nuevo fideicomiso que dispondrá el Gobierno para evitar el colapso especialmente de Huanuni, donde una inversión puede activar un plan de salvataje diversificando y aumentando su producción, para cumplir con sus obligaciones internas, para además satisfacer la demanda de concentrados que exigirá la metalúrgica de Vinto.

El problema de la minería es realmente sensible y en el tiempo presente, un mayor bajón de precios puede ocasionar –aunque así no se quiera entender– el colapso de varias empresas mineras.

Sobre este tema, el criterio de profesionales geólogos expertos en la materia nos muestra la verdadera proporción del problema, por encima de sutilezas que están más próximas a buenos deseos y lejos de la cruda realidad.

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