Es inadecuado aceptar cambios en niveles de inversión y de producción de la industria siderúrgica cinco años después de estar vigente el contrato de riesgo compartido con Jindal Steel, por lo que el Gobierno busca mecanismos para reducir los perjuicios que dejarían la resolución de ese contrato o la continuidad de la firma india en el cerro Mutún.
"No" es de interés del Gobierno cambiar el contrato reduciendo montos de inversión y niveles de producción, puesto que "hemos estado planificando nuestro futuro a partir de los montos, de las cantidades, de la producción que se ha establecido en el contrato", asegura el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), Héctor Córdova.
"No es conveniente para el Estado hacer un cambio cinco años después", subrayó el ejecutivo al asegurar enfáticamente: "Nosotros sí vamos a presionar para que se cumpla lo establecido", refiriéndose al contrato suscrito en el 2007.
En días pasados, Jindal Steel Bolivia hizo conocer al Gobierno "su intención de terminar la relación con el Estado", indicó Córdova al asegurar que esa carta "sí ya es un paso para decir queremos romper el contrato de común acuerdo".
El constante tira y afloja entre el Gobierno y la socia india podría terminar en la ruptura definitiva. Lo que falta es que el Gobierno encuentre los mecanismos que reduzcan los riesgos para el país. Sin embargo, en COMIBOL están conscientes de que la rescisión del contrato de riesgo compartido va a demorar la siderurgia en el país.
Con este peligro en la mira, están analizando con lupa la carta que Jindal Steel Bolivia envío al Gobierno en la que se señalan las "fallas" gubernamentales en la ejecución del proyecto, como causas del alejamiento de la siderúrgica india.
Si se llega a una resolución concordada del contrato suscrito en el 2007, entonces una nueva licitación tomaría al menos ocho meses, mientras tanto, multiplicados plazos ya vencieron y aún no está determinado si Jindal se va o se queda.
De todas maneras, desde mayo el país no tiene, por segunda vez, garantía monetaria por parte de la siderúrgica india, pues, no renovó la segunda boleta de garantía que ya fue ejecutada y no hay otra.
Esta indefinición de la permanencia o salida de la siderúrgica india en Bolivia podría tomarse hasta fines de julio, debido a que el Directorio de Riesgo Compartido amplió plazo por 90 días para que Jindal demuestre que invirtió 600 millones de dólares comprometidos. Sin embargo, este alargamiento no está contemplado en el contrato.
OCHO MESES DE ESPERA "Romper el contrato ahora significa que hay que esperar como ocho meses para tener una nueva empresa trabajando allá", reconoció el Presidente de COMIBOL al anunciar que teniendo en cuenta esto el Gobierno está analizando distintas opciones, "una de ellas es que, obviamente, continúe el contrato, pero que ella (Jindal) vaya cumpliendo".
Las condiciones para que la firma india prosiga en el cerro Mutún es "que cumpla lo comprometido", que implica la inversión de "300 millones de dólares por año".
No hay comentarios:
Publicar un comentario