Brasil, el segundo más grande productor mundial de mineral de hierro y exportador de otros importantes metales, presentará una revisión de su legislación minera, en un nuevo intento de la presidenta Dilma Rousseff por estrechar el control estatal sobre los recursos naturales.
La nueva norma, que reemplazaría la legislación vigente desde hace 46 años, también pondrá a prueba los esfuerzos del Gobierno por suavizar las tensiones con los inversionistas, muchos de los cuales consideran que las políticas económicas de la Mandataria son erráticas y creen que su actitud hacia las corporaciones ha mostrado "falta de tacto".
Sus reformas previas de los sectores petrolero y eléctrico, diseñadas cuando era jefa de Gabinete e implementadas durante su Presidencia, incidieron, según sus críticos, en generar alzas en costos y descenso en los ingresos en ambos sectores.
Además de mineral de hierro, Brasil es un importante productor de cobre, oro, bauxita, níquel y manganeso. La industria minera enfrenta desaceleración al ceder el crecimiento en China, el principal mercado para metales y minerales.
El proyecto propone duplicar las regalías por producción mineral a 4 %, y al mismo tiempo endurece las reglamentaciones para los propietarios de derechos mineros.
Respecto a las regalías, el asunto amenaza con profundizar heridas políticas causadas por el inconcluso debate en el país sobre los beneficios a inversionistas por la explotación de yacimientos marinos de petróleo y gas.
Reuters
Portal Minero
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