La explotación de la famosa piedra azul (granito que se utiliza para realizar esculturas) provoca conflictos entre autoridades y trabajadores que, durante toda su vida, se dedican a extraer esos recursos naturales del histórico cerro San Pedro que protege a la ciudad de Oruro.
La piedra se extrae en grandes cantidades para las construcciones de edificios y casas de la ciudad de Oruro, pero las autoridades municipales advirtieron que se está destruyendo uno de los cerros más grandes y hermosos que forman parte de la mitología. El consumo de piedra alcanza por lo menos 100 toneladas por día.
"Cada cuadrilla paga 600 bolivianos", afirmó el presidente del consejo de vigilancia de la Cooperativa Minera No Metálica Luminosa Limitada, Delfín Calsina Román, al defender la cantera que está ubicada en la zona Norte de la ciudad. Dijo que el contrato de arrendamiento de la concesión es de 20 años y se convierte en una fuente de trabajo.
La alcaldesa municipal, Rossío Pimentel, dijo que los cooperativistas "no pagan ni un centavo a la Alcaldía Municipal y tampoco tienen licencia ambiental para realizar ese trabajo, cerca de las casas, donde viven miles de personas".
La licencia ambiental fue renovada recién el 2012 y, según la autorización de la Corporación Minera de Bolivia, tendrá vigencia por 20 años más. "Nosotros estamos dispuestos a defender nuestras fuentes de trabajo", dijo Calsina.
Los conflictos sociales y laborales surgieron desde hace dos años, cuando la Universidad Técnica de Oruro (UTO) advirtió que, en la zona de la Víbora, lugar mitológico del Carnaval de Oruro, se está destruyendo la "boca pétrea" de ese sitio, con la explotación de gran cantidad de piedra. Desde entonces, ninguna autoridad municipal había tomado en serio el problema.
Hace pocos días, los funcionarios municipales lograron precintar la zona y prohibir a los picapedreros a ingresar al lugar, porque se trata de proteger un lugar histórico y mitológico que forma parte del Carnaval de Oruro.
Similar explicación se hizo en el cerro San Pedro, donde se quería precintar la zona, en presencia de fiscales y abogados, el pasado miércoles 24 de julio, pero los picapedreros ofrecieron resistencia e hicieron explotar dinamitas, como advertencia.
Según el asesor jurídico de la municipalidad, Edgar Blaz, los trabajadores de la cantera no cancelan ningún tributo a la Alcaldía, a pesar que por cada tonelada de piedra ellos ganan 200 bolivianos.
Durante los últimos días, escaseó la provisión de piedra para las construcciones en diferentes lugares de la ciudad de Oruro, en forma particular en las urbanizaciones de los avasalladores. Según los albañiles, la piedra de San Pedro es la más resistente y la más requerida por los mismos vecinos, para garantizar una construcción.
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