No se puede evitar mencionar el tema de los commodities (materia prima) y la dependencia a la que están sometidos algunos países que dependemos de la producción y exportación de esos elementos importantes. En nuestro caso, principalmente del gas y luego los minerales.
Cualquier alteración que se produzca en la abierta competencia que sostienen permanentemente las grandes potencias, afecta directamente las condiciones de la economía de los productores que están obligados a soportar las variables emergentes de las mayores o menores compras que realizan de "commodities" las grandes industrias de Norteamérica, el Asia o Europa, donde privilegian sus intereses y el movimiento de sus finanzas, relacionadas directamente con la enorme competencia productiva que pueden regular justamente produciendo más o menos cantidad de sus productos, lo que significa por épocas comprar más o menos materias primas, sin que les interese mayormente la situación real de la economía de países dependientes de la producción de materia prima.
Este problema que se daba por ciclos en la economía mundial se produce en el tiempo presente con inusitada frecuencia, respondiendo al interés de cada potencia industrial que juega con el estocamiento de su producción poniendo en reserva su mercadería, cualquiera que fuera, esperando el mejor momento para lanzarla al gigante mercado internacional y competir abiertamente con las industrias que por su parte crean estrategias especiales para compensar los arrebatos comerciales de productos baratos que saturan todos los mercados, sin que la calidad sea un referente para regular su masiva comercialización que tiene efectos devastadores en los países productores sólo de materias primas.
En el caso de la región latinoamericana y en la zona andina especialmente, algunos países han adoptado políticas urgentes para dar el salto tecnológico necesario para industrializar sus materias primas, de modo que ese material siempre es requerido por encima de los commodities. Es el caso del Brasil con poderosas industrias, en el Perú también se han dado pasos importantes para industrializar varias materias primas minerales y convertirlas en productos muy necesarios especialmente caseros. Chile no se queda atrás, su industria utiliza gran parte de su materia prima en la creación de varios complejos productivos, por lo tanto no dependen tan sólo de la exportación de materia prima.
En el caso boliviano es una premisa la transformación de nuestra minería tan sólo extractiva y exportable en condición de concentrados, excepto el estaño, en materia prima pero con valor agregado que eleve su calidad y su precio por lo tanto de mayor requerimiento en los mercados internacionales externos.
Sin embargo, fuera del complejo metalúrgico de Vinto cuando funcione un horno nuevo que doble la producción de estaño en lingotes, aunque todavía hay algunos problemas que no garantizan su ampliación productiva, uno de esos problemas será la provisión de concentrados en cantidades suficientes para alimentar el horno Ausmelt. Sobre el mismo tema se calificó como una decisión histórica la puesta en marcha de Karachipampa, se producirían lingotes de plomo – plata y otros complejos empero el entusiasmo fue más largo que la operación práctica. Otra falla técnica, imprevisible dicen, puso al elefante blanco en posición de "estate quieto" y no se sabe hasta cuándo.
Por tanto los pasos para industrializar nuestros commodities están tropezando con muchos factores adversos y mientras no se defina la nueva ley minera tampoco se puede establecer cuál será la prioridad para este sector.
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