- Al igual que “Resguardo de la Tempestad”, la Fencomin pide la entrega de esas minas de wólfram mediante una norma. La empresa que tiene el contrato con Comibol dice que se profundizaría la inconstitucionalidad.
Al margen de la entregada por el Gobierno mediante el Decreto Supremo 1619, las otras seis concesiones ricas en wólfram no son “yacimientos ociosos” sino que, siendo espacios otorgados mediante contrato de arrendamiento por Comibol a Himalaya, siguen siendo ilegalmente explotadas por más de 500 avasalladores que fueron traídos de Huanuni (Oruro), Norte de Potosí y de las comunidades aledañas, aclaró hoy el representante legal de Empresa Minera Himalaya, Raúl Azurduy.
En un encuentro con los medios, el asesor jurídico de la empresa privada desestimó las afirmaciones del presidente de la Federación de Cooperativas Mineras (Fencomin) Alejandro Santos en sentido de que, mediante una Ley, las seis concesiones de la EMH serán “revertidas por ser yacimientos ociosos”.
Azurduy informó que la cláusula cuarta del contrato suscrito entre EMH y COMIBOL se refiere al arrendamiento de 7 concesiones mineras (Chichaya, Carmen del Illimani, Petaca, Casualidad, Zoila, Alto Cotaña y Resguardo de la Tempestad) y que sólo esta última fue objeto del D.S. 1619.
El dirigente de Fencomin insistió en que esos yacimientos deben ser entregados a su sector una vez que la Ley de Control y Fiscalización de Áreas Mineras sea aprobada. Al respecto, Azurduy aseguró que el artículo 3 de dicho proyecto señala que la caducidad o resolución no proceden cuando la inexistencia de actividades mineras se hubiere producido como consecuencia de avasallamientos”.
Más de 500 campesinos y mineros
El abogado de EMH recordó que en octubre de 2007, cerca de 200 campesinos de las comunidades circundantes (Ussi, Achojpaya y El Choro) invadieron de manera violenta el yacimiento desalojando a los trabajadores regulares y apropiándose, además del campamento, de todo el equipo tecnológico de la mina.
“Transcurridos 68 meses desde aquel día, ante la inacción del Estado, los avasalladores se organizaron y a través de sus cabecillas, hasta el momento, trasladaron al yacimiento más de 500 campesinos del norte de Potosí y de los mineros desplazados de la Empresa Huanuni, los mal llamados k’arazapatos”, afirmó.
Dijo que esa cantidad de gente “no cabe en Resguardo de la Tempestad y tenemos información fidedigna de que más de medio millar de personas están sobreexplotando el yacimiento sin ningún escrúpulo: no pagan impuestos ni regalías, están destruyendo los niveles (bocaminas) abiertos por EMH y están contaminando los ríos de la zona”.
“Si esas concesiones son entregas a los mismos avasalladores, se ratifica la ilegalidad y la inconstitucionalidad de este tipo de actuaciones que dañan profundamente la seguridad jurídica y las arcas del Estado, del Departamento y de la región”, aseguró el representante de la empresa Himalaya.
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