La actividad minera en la cuenca del río Desaguadero, los lagos Uru Uru y Poopó del departamento de Oruro hace que cada vez más campesinos agricultores se conviertan en explotadores del subsuelo, según el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA).
El responsable de la Unidad de Justicia Socio Ambiental del CEPA, Jaime Caichoca, informó que los conflictos por las actividades mineras se generan de trabajadores del subsuelo contra las comunidades aglutinadas en la Coordinadora en Defensa de la Cuenca del Río Desaguadero, los Lagos Uru Uru y Poopó (Coridup).
“Lo que hemos advertido es que los mineros y cooperativistas de alguna forma se están aglutinando para hacer desaparecer a la Coordinadora, que según los mineros, estaría buscando dejarlos sin fuentes de trabajo”, afirmó.
El investigador argumentó que un estudio socio ambiental y las conclusiones de mesas de trabajo entre 2007-2009, evidenció que más de 300 operadoras mineras funcionan en la parte occidental del departamento de Oruro y la mayoría de ellas no cuentan con licencias ambientales, es decir, “operan de manera clandestina”.
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