El gran anhelo de los profesionales mineros es diversificar la producción de los minerales y metales que se explotan en el país y dotarles de valor agregado a través de su industrialización, lo que permitiría alcanzar excelentes niveles de recuperación económica tras su comercialización en los mercados externos.
Por supuesto que el asunto no es tan simple, se trata de poner en marcha verdaderos complejos metalúrgicos, posiblemente ampliando algunos o instalando nuevos para responder a las necesidades de la producción minera que en Bolivia es diversa y puede satisfacer las demandas industriales de las grandes potencias.
El hecho es que en más de tres décadas no se ha podido poner en marcha al conocido "elefante blanco" de Karachipampa y aún al presente esa mole de fierros "ordenadamente colocados", como se refirió algún técnico, sólo sirve para generar gastos y con posibilidades todavía inciertas de poder ingresar a la producción de lingotes de plomo y plata. En el mismo lapso de tiempo sólo como muestra de ejecución de programas definidos, Corea del Sur ha logrado superar dificultades de post guerra y encarar su desarrollo, con tanta solvencia que puede transferir y compartir sus experiencias, como lo hará con nosotros, el ejemplo sirve para resaltar factores de disciplina y responsabilidad que tal parece es lo que nos falta en el país.
Mencionamos el hecho recordando que el pasado mes de agosto emisarios de Corea del Sur encabezados por el embajador de ese país Young Wook Chun, visitaron a nuestras autoridades y algunos centros productivos mineros para conocer de cerca los sistemas que empleamos en las todavía difíciles faenas de producción minera y metalúrgica.
Esas condiciones por supuesto que sorprendieron a los técnicos coreanos de modo que su representante diplomático fue muy claro al ofrecer la transferencia de experiencias en materia tecnológica y comprometiendo la cooperación de su país en la construcción de una planta piloto de cátodos de litio que será extraído del salar de Uyuni.
No es todo, en cuanto a consejos prácticos, Young Wook Chun se explayó al señalar que "la única manera de entrar a la industrialización de manera competitiva, es ir más allá de lo que es la minería (tradicional) y los hidrocarburos apuntando a desarrollar una industria pujante". Argumentó el diplomático coreano que la causa de la pobreza en Bolivia es la falta de industrialización de sus recursos naturales, planteando además la urgencia de dar un salto a la petroquímica.
Todo puede ser posible si se definen las estrategias y se las cumple como norma inevitable en la que no se practique y menos se priorice la acción de la política partidista que por supuesto ocupa – actualmente - gran parte del tiempo de nuestros gobernantes y de los seguidores partidarios que también pierden el norte y la eficiencia de su responsabilidad productiva.
Si se toman los ejemplos, significaría asumir la responsabilidad de encarar verdaderos cambios en la construcción de un modelo que lleve aparejadas las responsabilidades técnicas – profesionales para alcanzar metas concretas, por ejemplo en la industrialización de los minerales.
Aquí la pregunta es más simple, pero la respuesta es compleja. ¿Qué pasa con la metalúrgica de Vinto? El plan de ampliación con el funcionamiento del horno Ausmelt está bastante demorado y una vez que se ponga a prueba ese gigante aditamento tecnológico ¿será posible cubrir las expectativas de doblar el volumen de producción con un normal suministro de materia prima?
En el caso del Mutún se habla bastante de encarar un nuevo proyecto para la explotación del 50 por ciento del yacimiento, la otra parte está en litigio, pero la idea central del hierro del Mutún es convertirlo en acero, de lo contrario lo único que haremos seguirá siendo la acumulación de hierro (bruto) para venderlo al mejor postor, en tanto se encuentre la empresa que pueda encarar todo el proyecto de la explotación y la siderurgia del hierro, pero bajo condiciones en las que primero que nada se asegure la factibilidad de dotación de energía para desarrollar el macro proyecto del acero.
Y en la línea de los macroproyectos mineros del país, está la explotación de las salmueras en los salares de Uyuni y Coipasa, la extracción de la materia prima para la obtención del litio y el gran paso la industrialización de ese producto para industrializar la producción de baterías de ion litio.
A propósito de este último proyecto, la misión coreana mostró su predisposición para colaborar con nuestro país en desarrollar un proyecto piloto para la construcción de una planta de cátodos de litio. Corea del Sur es uno de los mayores fabricantes en el mundo de las baterías para celulares y otros equipos importando la materia prima y convirtiéndola en productos de valor agregado que son requeridos en el mundo entero, por tanto una alianza estratégica con Bolivia, que tiene la mayor reserva de litio a nivel mundial, resulta un excelente paso que facilitaría encarar esa etapa final de convertir nuestro litio en baterías.
Hay un desafío para nuestras autoridades, crear las condiciones apropiadas para desarrollar la estrategia de fortalecer la minería en todos sus sectores garantizando las inversiones y facilitando las operaciones de modo que no falten expectativas y recursos para pasar a la industrialización de nuestros minerales.
Estamos en una etapa difícil, pues falta la Ley Minera y que su aplicación sea una garantía para dar el gran salto que nos permita industrializar nuestras materias primas, esos recursos naturales que impulsarán el desarrollo del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario