El 76% de las cooperativas mineras que operan en el departamento de La
Paz realiza la extracción de recursos mineralógicos sin licencia
ambiental.
Expertos y comunarios aseguran que estos trabajos contaminan los ríos y afectan a la salud de los pobladores.
Datos de la Gobernación paceña establecen que de las 1.036
asociaciones mineras diversificadas en las provincias del
departamento, apenas 253 (24%) cuentan con el permiso ambiental
necesario para funcionar en ese campo.
Sobre el resto, "aún no tenemos el reporte oficial de cuántas de este
total de cooperativas están realizando sus trámites y documentación para
la obtención de la licencia, pero sabemos que es un buen número”, dijo
a Página Siete el secretario departamental de Medio Ambiente, Ciro
Quispe.
Al ser consultado respecto a los índices de contaminación, Quispe
manifestó que su entidad está "realizando inspecciones constantes y ya
se está haciendo una especie de listado de todas estas cooperativas que
están de forma ilegal con procesos sancionatorios respectivos”.
En lo que va del año, sólo se emitieron 14 permisos ambientales de
minería en algunas provincias de La Paz. Un trámite que, como lo
afirmaron los expertos en el área, no debería demorar más de un año.
"Sin duda hay muchas cooperativas mineras nuevas que recién están comenzando con este trámite.
Cuando se está en el proceso de adecuación y de inicio, pues obviamente
todavía no tienen la licencia ambiental”, explicó, por su parte, el
diputado Carlos Troche, del MAS, representante del sector minero
cooperativista.
La mayor cantidad de esos permisos, 100, fueron emitidos para
mineras de la provincia Larecaja, con una importante actividad aurífera,
al igual que en la provincia Inquisivi, que registró un total de 25
licencias, seguida por la provincia Murillo, con 22.
En esta última se desarrollan operaciones mineras industriales
(explotación y aprovechamiento de minerales que se hallan sobre la
tierra) y auríferas, y muchas de estas firmas tienen infraestructuras
en el sector de la Cumbre de la zona de Chuquiaguillo en La Paz, a
pocos metros de la represa de Incachaca que abastece de agua al
centro, zona Sur y ladera este de la urbe.
Denuncias
"Sentimos que estas minas contaminan nuestro terreno, porque varias
veces mis animales (ovejas y cerdos) se han enfermado cuando toman agua
cerca de esos lugares”, comentó una comunaria del sector de la Cumbre
-que prefirió mantener su nombre en reserva- durante un recorrido que
Página Siete realizó el pasado jueves.
La comunaria manifestó que otro de los factores que más preocupa a ella
y a los demás habitantes del lugar es la cantidad y continuidad de las
explosiones con dinamita en las minas para la extracción del oro.
Por su parte, el presidente de la Federación Regional de Cooperativas
Mineras Auríferas (Ferreco), Edmundo Polo, ratificó la existencia de
cooperativas mineras que funcionan sin la correspondiente licencia
ambiental.
El representante minero informó que en la actualidad hay extracciones
que contaminan el medio ambientes y "muy probablemente se encuentran
también en la provincia Inquisivi”.
Casi el 50% de las 1.036 cooperativas que operan en el departamento
inició sus operaciones desde el año 2000. Entre el 2011 y 2012 se
establecieron 179 nuevas asociaciones mineras que realizan sus obras
de extracción, fundamentalmente en la provincia Larecaja.
Daño
La representante de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema),
Rosario Tapia, ratificó que "hay un buen número” de cooperativas
mineras auríferas en cercanías de la ciudad de La Paz que operan desde
hace varios años sin la licencia ambiental, "lo que sin duda es un
problema muy serio porque no están cumpliendo medidas de mitigación a
los problemas ambientales”.
La experta en medio ambiente aseveró que hay un uso indiscriminado de
mercurio en esas cooperativas que no tienen el permiso ambiental para
la extracción del oro, lo que representa un "potencial” peligro para
los seres vivos que viven alrededor de las minas auríferas, "porque es
un elemento altamente peligroso y hay un grave riesgo que debe
controlarse si hay contacto con el agua, por ejemplo”.
Norma
La vigente Ley de Medio Ambiente, en su reglamento para actividades
mineras, establece en el artículo II -sobre la licencia ambiental- que
"en cada una de sus operaciones o concesiones mineras, los
concesionarios u operadores mineros deben contar con una licencia
ambiental para sus actividades mineras”.
Además, la norma dispone que este permiso ambiental incluya "de
forma integrada todas las autorizaciones o requerimientos de protección
ambiental legalmente establecidos”.
Esta ley data de 1992 y está en plena vigencia.
Gran cantidad de mercurio es usada para la extracción del oro
Son dos los mecanismos a los que se recurre para la extracción del
oro, uno a cielo abierto con el uso de explosivos en vetas subterráneas
y otro por operación aluvial, en los ríos. Para la separación del
elemento, en ambos casos se utiliza el mercurio, un químico que genera
graves daños en el organismo humano de darse su consumo.
La representante de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema),
Rosario Tapia, advirtió que en el país y en gran parte de las minas que
no cuentan con licencia ambiental hay un uso indiscriminado del
mercurio, lo que pone en riesgo la salud de las personas que habitan
cerca de los sectores de extracción minera.
"Es muy peligroso este uso, así que es prioridad que se controlen estas minas que funcionan sin los permisos ambientales”, dijo.
La minería a cielo abierto es considerada una actividad industrial de
alto impacto ambiental, social y cultural. En el departamento de La Paz
hay varios sectores con vetas subterráneas de altos contenidos de
oro, en éstas también se usan grandes cantidades de cargas de dinamita
para remover la capa superficial del terreno y hacer accesibles los
extensos yacimientos.
En el caso de la extracción del oro en los ríos, que generalmente se realiza de forma artesanal, se usa también el mercurio.
"Parece que ese mercurio lo echan sin importarles nada y baja de los
ríos y eso nos hace daño”, comentó una comunaria del sector de la Cumbre
en La Paz, donde se registran varias actividades mineras auríferas sin
las correspondientes licencias ambientales.
"Quisiéramos que las autoridades vengan a controlar este mercurio que echan; parece que es bien peligroso”, agregó.
Página Siete visitó dos cooperativas en el sector de la Cumbre
Auríferas, cerca de la represa
Las cooperativas mineras auríferas El Triunfo y El Progreso operan
hace varios años en el sector de la Cumbre, en la zona de Chuquiaguillo
de la ciudad de La Paz, a pocos metros de la represa de Incachaca,
que abastece de agua potable a barrios del centro, zona Sur y ladera
este de la urbe paceña.
Página Siete realizó un recorrido por el sector y recogió la denuncia
de comunarios que aseguran que existe contaminación en los riachuelos
del lugar y un excesivo uso de dinamita para la extracción de minerales.
"Utilizan hartos químicos que no sabemos qué son y eso llega a los
ríos; nuestras ovejas toman eso y se enferman”, dijo una de las
habitantes de la zona que no quiso revelar su identidad, mientras
realizaba el pastoreo de sus animales a pocos metros de la cooperativa
El Triunfo.
Este medio llegó hasta esta última asociación minera, donde trabajan 55
hombres a diario y durante ocho horas. Al ingresar, la desconfianza y
recelo de los mineros es notoria, mientras realizan su descanso de media
mañana masticando coca en el cerro que rodea la boca de mina.
"A diario y a mediodía hacen reventar dinamitas fuertes que asustan a los niños y animales”, relató otra de las comunarias.
La cooperativa El Triunfo opera en la extracción de oro y wolfram desde
hace ocho años. "Nos tomó casi cuatro años obtener la licencia, pero
finalmente y tras varios trámites la obtuvimos ”, comentó Roberto
Arce, encargado de trabajos de la asociación minera.
Arce informó que las operaciones que realizan cumplen con las normas
establecidas en la Ley de Medio Ambiente. "No hay ningún tipo de
contacto con el agua que fluye hasta la represa, contamos con procesos
de tratamiento adecuados”.
Es así que al ingreso de la mina se dispuso una poza de agua donde
llegan los residuos del trabajo de extracción. El agua plomiza no
ingresa a los riachuelos que se conectan a la represa de agua.
Por otro lado se observó que todos los mineros contaban con los
implementos adecuados para el ingreso a la mina (casco, overol, entre
otros).
"Cuidamos todos los detalles, pero sabemos que hay muchas minas más
arriba que trabajan sin licencia. La Gobernación tiene que controlar
esos casos”, agregó Arce, minutos antes de que ingrese a la mina
aurífera.
Para ingresar a la cooperativa El Triunfo se debe rodear la represa
Incachaca por un trecho de tierra en un recorrido de dos kilómetros.
Alrededor de la mina sólo se observan algunas viviendas precarias con
familias que subsisten gracias a la crianza del ganado ovino.
Para acceder a la sociedad minera aurífera El Progreso se debe seguir
la ruta principal de asfalto hacia la región de los Yungas y también
está ubicada a muy poca distancia del dique de agua.
El área es muy accidentada. Al ingreso de la mina se observa un muñeco
de trapo colgado, como una advertencia para antisociales que intenten
cometer fechorías.
El pasado jueves, a las 10:15, un grupo de obreros operaba en la boca de mina. Mientras otros aguardaban en el campamento.
La asociación no cuenta con la respectiva licencia ambiental, según los
informes de la Gobernación. "No está permitido que hablemos, hay que
esperar que llegue el encargado, pero ya se está realizando el trámite
para obtener la licencia”, comentó uno de los mineros, que no dio más
detalles sobre la extracción que realizan.
"Utilizan hartos químicos que no sabemos qué son y eso llega a los ríos; nuestras ovejas toman eso y se enferman”.
Comunaria de la Cumbre
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