El Gobierno busca soluciones para el problema creado por el decreto supremo 16, que anula los acuerdos salariales obrero-patronales, norma que afecta el convenio suscrito en enero entre los ejecutivos de Sinchi Wayra, los dirigentes sindicales y los ministros de Minería y de Trabajo.
Los trabajadores de las minas Porco, Poopó, Bolívar y Colquiri renunciaron al incremento salarial para este año, en tanto que los representantes de la filial de Glencore en Bolivia se comprometieron a mantener la totalidad de las fuentes laborales. Al respecto el ministro de Minería, Alberto Echazú, reconoce que es una “situación complicada”. Sin embargo, aún no está decidido si el Gobierno elaborará una norma específica para liberar a Sinchi Wayra, pero ahí se presentaría otro conflicto, debido a que la regulación es general y no en particular.
El asunto está que arde, porque además que está en tela de juicio la palabra empeñada por el Ministro de Minería, quien estampó su firma en el acuerdo del 14 de enero del 2009, también coloca en una difícil situación a los trabajadores y empresarios.
Los dueños de Sinchi Wayra están obligados a incrementar el 12 por ciento, porque así lo manda el decreto del 19 de febrero. Medida que pone en la pendiente decenas de empleos.
El acuerdo de enero fue para la totalidad de los trabajadores de Sinchi Wayra, de acuerdo con la confirmación de Echazú.
MUTACIÓN
Por otro lado, con la filial de la Glencore en Bolivia aún está pendiente un acuerdo para la migración de contratos de arrendamiento a riesgo compartido, con una participación de 50-50 con la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
Desde el año pasado se llevan adelante negociaciones entre representantes de Sinchi Wayra y el Gobierno para el cambio de modalidad en Porco y Colquiri.
Al respecto el Ministro aseguró: “Estamos culminando un acuerdo, pero ellos tienen que resolver problemas laborales” en algunas minas, una vez resuelto este asunto se suscribirá el convenio empresa-gobierno. Falta justamente “lo sustantivo: Colquiri, Porco y Bolívar”.
Los trabajadores de las minas Porco, Poopó, Bolívar y Colquiri renunciaron al incremento salarial para este año, en tanto que los representantes de la filial de Glencore en Bolivia se comprometieron a mantener la totalidad de las fuentes laborales. Al respecto el ministro de Minería, Alberto Echazú, reconoce que es una “situación complicada”. Sin embargo, aún no está decidido si el Gobierno elaborará una norma específica para liberar a Sinchi Wayra, pero ahí se presentaría otro conflicto, debido a que la regulación es general y no en particular.
El asunto está que arde, porque además que está en tela de juicio la palabra empeñada por el Ministro de Minería, quien estampó su firma en el acuerdo del 14 de enero del 2009, también coloca en una difícil situación a los trabajadores y empresarios.
Los dueños de Sinchi Wayra están obligados a incrementar el 12 por ciento, porque así lo manda el decreto del 19 de febrero. Medida que pone en la pendiente decenas de empleos.
El acuerdo de enero fue para la totalidad de los trabajadores de Sinchi Wayra, de acuerdo con la confirmación de Echazú.
MUTACIÓN
Por otro lado, con la filial de la Glencore en Bolivia aún está pendiente un acuerdo para la migración de contratos de arrendamiento a riesgo compartido, con una participación de 50-50 con la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).
Desde el año pasado se llevan adelante negociaciones entre representantes de Sinchi Wayra y el Gobierno para el cambio de modalidad en Porco y Colquiri.
Al respecto el Ministro aseguró: “Estamos culminando un acuerdo, pero ellos tienen que resolver problemas laborales” en algunas minas, una vez resuelto este asunto se suscribirá el convenio empresa-gobierno. Falta justamente “lo sustantivo: Colquiri, Porco y Bolívar”.
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