Los trabajadores mineros del Grupo San Lorenzo, de la empresa Sinchi Wayra, marcharon ayer exigiendo que se respete la jornada laboral de ocho horas ya que supuestamente la empresa tiene la intención de subir la jornada laboral a 10 horas. El dirigente sindical Martín Choque manifestó que la empresa pretende subir la jornada laboral alegando que, debido a la crisis minera, se tiene que bajar los costos de producción.
En realidad, el argumento de la empresa fue expuesto en diferentes instancias y busca mejorar la producción pero a partir de una real jornada de trabajo pues en la actualidad están vigentes ocho horas de turno pero el trabajo efectivo no está en ese mismo nivel.
Los trabajadores tienen su tiempo de descanso y otro espacio para el pijcheo por lo cual se pretende no tomar en cuenta ese tiempo y alargar la jornada para que en realidad se pueda llegar a 7 horas y media a 8 de trabajo. Se argumenta que, de no aplicar un plan de emergencia, se corre el riesgo de que la empresa quiebre y allí se tendría que afectar a todos con el cierre de la mina por lo cual piden que todos den más de sí para pasar esta difícil situación económica.
El dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) Heriberto Chavarría sostiene que no permitirán que se consolide este atentado al sector laboral de Sinchi Wayra. Detalla que se tiene que cumplir la jornada laboral de ocho horas además de solicitar que se otorguen insumos y herramientas para hacer viable la operación productiva.
Los trabajadores tienen previsto seguir en el antiguo sistema de trabajo y anuncian que efectuarán otras medidas de presión en caso de que se intente consolidar esa acción que ellos consideran como una ampliación de la jornada laboral.
En realidad, el argumento de la empresa fue expuesto en diferentes instancias y busca mejorar la producción pero a partir de una real jornada de trabajo pues en la actualidad están vigentes ocho horas de turno pero el trabajo efectivo no está en ese mismo nivel.
Los trabajadores tienen su tiempo de descanso y otro espacio para el pijcheo por lo cual se pretende no tomar en cuenta ese tiempo y alargar la jornada para que en realidad se pueda llegar a 7 horas y media a 8 de trabajo. Se argumenta que, de no aplicar un plan de emergencia, se corre el riesgo de que la empresa quiebre y allí se tendría que afectar a todos con el cierre de la mina por lo cual piden que todos den más de sí para pasar esta difícil situación económica.
El dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb) Heriberto Chavarría sostiene que no permitirán que se consolide este atentado al sector laboral de Sinchi Wayra. Detalla que se tiene que cumplir la jornada laboral de ocho horas además de solicitar que se otorguen insumos y herramientas para hacer viable la operación productiva.
Los trabajadores tienen previsto seguir en el antiguo sistema de trabajo y anuncian que efectuarán otras medidas de presión en caso de que se intente consolidar esa acción que ellos consideran como una ampliación de la jornada laboral.
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