Un tema sobre las buenas prácticas en minería y metalurgia, permitirá a más de 350 expertos de diversas nacionalidades y ámbitos que se relacionan de manera cotidiana en su trabajo con la “Responsabilidad Social” - RS, definir el texto de un manual de normas especiales, para su aplicación en el cuidado del medio ambientes y la garantía de salud humana, en países o sitios donde se producen actividades intensas de explotación minera o/y su fundición a través de procesos metalúrgicos.
Se informa que desde el año 2005 se viene preparando el citado documento que al ser considerado y aprobado, permitiría tramitar en adelante seguramente desde el año 2010, la norma de seguridad ISO 26.000, que garantizará las operaciones –variadas– de empresas u organizaciones cuyos principios, valores, procesos y prácticas de trabajo estén relacionados de manera directa o indirecta con temas de los derechos humanos, involucramiento en el desarrollo de la comunidad y el cuidado del medio ambiente, como factor de orden prioritario.
El informe correspondiente al trabajo que actualmente se realiza, señala que en los últimos meses un grupo de trabajo conformado por representantes de 72 países y 35 organizaciones internacionales ha elaborado un último borrador para el texto final de la norma pertinente utilizando una innovadora metodología de trabajo que parte desde un liderazgo compartido entre miembros de países denominados “en desarrollo” y delegados de los “desarrollados”, para alcanzar un balance entre la oferta de unos y las sugerencias de otros, de manera que al aplicarse la norma ISO, la misma satisfaga las expectativas de los interesados en mejorar sus servicios.
Se consideraron varias alternativas para la aplicación de normas de seguridad, especialmente las que están ligadas al cuidado del “medio ambiente” y que ya no es ningún secreto, cuando las compañías que operan en actividades mineras, metalúrgicas, fabricación de ácidos y de otro tipo de materiales especiales, han tomado conciencia de la responsabilidad que implica su producción y el cuidado del entorno en que se cumplen las mismas.
Se informa que desde el año 2005 se viene preparando el citado documento que al ser considerado y aprobado, permitiría tramitar en adelante seguramente desde el año 2010, la norma de seguridad ISO 26.000, que garantizará las operaciones –variadas– de empresas u organizaciones cuyos principios, valores, procesos y prácticas de trabajo estén relacionados de manera directa o indirecta con temas de los derechos humanos, involucramiento en el desarrollo de la comunidad y el cuidado del medio ambiente, como factor de orden prioritario.
El informe correspondiente al trabajo que actualmente se realiza, señala que en los últimos meses un grupo de trabajo conformado por representantes de 72 países y 35 organizaciones internacionales ha elaborado un último borrador para el texto final de la norma pertinente utilizando una innovadora metodología de trabajo que parte desde un liderazgo compartido entre miembros de países denominados “en desarrollo” y delegados de los “desarrollados”, para alcanzar un balance entre la oferta de unos y las sugerencias de otros, de manera que al aplicarse la norma ISO, la misma satisfaga las expectativas de los interesados en mejorar sus servicios.
Se consideraron varias alternativas para la aplicación de normas de seguridad, especialmente las que están ligadas al cuidado del “medio ambiente” y que ya no es ningún secreto, cuando las compañías que operan en actividades mineras, metalúrgicas, fabricación de ácidos y de otro tipo de materiales especiales, han tomado conciencia de la responsabilidad que implica su producción y el cuidado del entorno en que se cumplen las mismas.
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